La osteoporosis no presenta síntomas en las primeras etapas de esta enfermedad, la más común en dolencias de tipo óseo. Por lo general, la revelación de la osteoporosis llega con toda su crudeza cuando, una vez alcanzadas las fases más complicadas de la afección, se produce una fractura como consecuencia de un trauma banal. En ocasiones, un golpe de tos o un estornudo pueden provocar una fractura vertebral, según se desprende de la página profesional del doctor Pablo de Lucas y Cadenas, traumatólogo y cirujano ortopédico.
La osteoporosis se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo, o bien cuando una gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo, o en ambos casos. De acuerdo con el doctor de Lucas, los factores de riesgo asociados a esta afección van desde la escasez de calcio en la dieta y la constatación de bajo peso corporal, hasta el abuso del alcohol y el hábito del tabaquismo, pasando por una ausencia de períodos menstruales por mucho tiempo y tener antecedentes familiares de osteoporosis y antecedentes de tratamiento con hormonas para el cáncer de mama o de próstata.
El 13% de pacientes con fractura muere a los tres meses
Según datos recientes manejados por los expertos, en España el 13% de las personas que han sufrido una fractura por osteoporosis mueren en los siguientes tres meses, índice de mortalidad que se eleva hasta el 38% en un período de dos años.
La prevención: ingesta de calcio, vitamina D y ejercicio
La mejor arma para combatir la osteoporosis es, sin lugar a dudas, la prevención. El consumo de calcio -los lácteos aportan gran cantidad de este elemento- y la vitamina D, además de la realización de ejercicio físico, se erigen en las principales estrategias preventivas. Con respecto al calcio, en adultos se recomienda tomar entre 1.000 y 1.200 miligramos diarios, algo que se consigue con un tazón de leche, dos yogures y algo de queso curado o fresco al día. En cuanto a la vitamina D, se obtienen las dosis adecuadas tomando 20 minutos el sol y pidiendo consejo a un profesional sobre la ingesta de complementos alimenticios de esta sustancia.
Por último, la práctica de ejercicio físico (basta con caminar o bailar) debe desvincularse de la realización de gestos bruscos y de movimientos que impliquen riesgo de caída.