Redacción Farmacosalud.com
Un documento elaborado de manera conjunta por las Sociedades Españolas de Endocrinología y Nutrición (SEEN), para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Ginecología y Obstetricia (SEGO), Fertilidad (SEF), Dietética y Nutrición (SEDYN) y la Asociación Española de Urología (AEU), incide en el impacto de la obesidad sobre la fertilidad tanto masculina como femenina con el fin de consensuar un abordaje común. “El aumento de la prevalencia de la obesidad entre la población repercute en que sus enfermedades asociadas también se incrementen”, alerta la Dra. Inka Miñambres Donaire, primera autora del nuevo consenso y miembro del Área de Obesidad de la SEEN. En el caso de la infertilidad asociada a la obesidad, se detecta más fácilmente en la mujer por las consecuencias directas sobre el ciclo menstrual (provocan que acuda a un especialista), incluso antes de buscar la gestación, aunque la endocrinóloga especifica que “ocurre en ambos sexos por mecanismos distintos que incluyen, entre otros, factores hormonales y físicos”.
La infertilidad de causa femenina, entre los 30 y los 49 años, se sitúa en España en el 17,5%. Además, alrededor del 23% de las mujeres que se someten a técnicas de fertilización in vitro tiene sobrepeso u obesidad. En cuanto al factor masculino, responde al 20-50% de los casos de infertilidad de pareja y el exceso de peso podría jugar un papel relevante.
Conseguir mayores tasas de embarazo con las mínimas complicaciones posibles
El endocrinólogo desempeña un papel importante en el tratamiento de la obesidad; sin embargo, la visita de las mujeres en edad reproductiva al ginecólogo presenta una ventana de oportunidad para el diagnóstico de la obesidad y su tratamiento. Los dietistas nutricionistas tienen un papel clave en la preparación y el seguimiento de las mujeres que desean la gestación, así como durante el embarazo. Los urólogos tienen también una función destacada cuando se combinan la aparición de obesidad e infertilidad masculina.
“Debemos ser un apoyo para los profesionales que se dedican a la fertilidad para establecer un manejo conjunto y consensuado”, indica la especialista, quien añade que es “esencial valorar el tratamiento más adecuado para planificar la gestación en el momento idóneo con el fin de conseguir mayores tasas de embarazo con las mínimas complicaciones posibles”. Asimismo, la experta recalca que se necesitan más recursos por parte de las instituciones para ofrecer un tratamiento adecuado y financiado a todas las pacientes, independientemente de cuál sea su grado de sobrepeso u obesidad. El principal reto del endocrinólogo en esta materia, según la Dra. Miñambres, “sigue siendo la prevención de la obesidad y, en los casos en los que no llegamos a tiempo, aún existen muchas incógnitas”. La pérdida de peso mejora claramente las tasas de ovulación en población femenina con ovario poliquístico asociado a obesidad, pero la mejora en los parámetros espermáticos es menos clara en el varón.
El mayor avance que se ha producido en el campo de la obesidad es la aparición de nuevos tratamientos farmacológicos. “No obstante, como el embarazo supone una contraindicación para su uso, faltará determinar en cada caso cómo planificar el tratamiento y en qué momento debe suspenderse para conseguir una gestación sin riesgos”, concluye la Dra.
Principales medidas propuestas
Entre las propuestas incluidas en el documento de posicionamiento creado por las distintas sociedades se encuentran:
• priorizar en la lista de espera de cirugía bariátrica a las mujeres con obesidad grave e infertilidad y mayores de 35 años
• visibilizar la necesidad de destinar recursos desde el Sistema Nacional de Salud para la creación de unidades multidisciplinares destinadas al abordaje de la obesidad tanto a nivel hospitalario como de atención primaria
• la necesidad de reducir las listas de espera de cirugía de la obesidad
• valorar la financiación de los fármacos antiobesidad y el desarrollo de estrategias con potencial impacto sobre la fertilidad en pacientes con obesidad