Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) ha elaborado el primer consenso en español acerca de la 'Priorización de Vacunación frente a SARS-CoV-2 en Adultos con Condiciones de Riesgo'. Se trata de un documento que, en un contexto como el actual de dosis vacunales muy limitadas, tiene como objetivo ayudar a las autoridades públicas a tomar decisiones sobre cómo establecer órdenes preferentes de vacunación en función del riesgo de enfermedad grave o fallecimiento que suponga sufrir el COVID-19 para una persona con alguna condición clínica o factor de riesgo previos. En el grupo de bajo riesgo figuran patologías como el VIH, asplenia, HTA (hipertensión arterial), asma grave (necesidad de corticoides orales en el último año), y sobrepeso y obesidad grado I.
En principio, la inclusión de la hipertensión en este grupo choca porque, hasta ahora, se ha estado comentando que los hipertensos constituyen un segmento poblacional con mayor riesgo de mala evolución en caso de desarrollar COVID-19. La Dra. Helena Moza, especialista en Medicina Preventiva y portavoz de la SEMPSPH en materia vacunal frente al coronavirus, se encarga de explicar por qué el consenso considera a la HTA como patología menos prioritaria a la hora de vacunar contra el COVID-19: “Una de las mayores dificultades encontradas en la categorización son todas aquellas condiciones clínicas y factores de riesgo -como la hipertensión, otros Factores de Riesgo Cardiovascular o el asma- que en sí mismos son muy heterogéneos. Esta misma heterogeneidad se materializa en una mayor dificultad para esclarecer la asociación entre la patología de base y su influencia en la gravedad de la infección por COVID-19”.
“Por otra parte, en cuanto a enfermedades crónicas como el VIH, siempre y cuando se encuentren en situación de estabilidad, han mostrado en los estudios un riesgo bajo de infección grave, y así se ha reflejado en el documento tras la revisión”, señala la Dra. Moza.
Aplicación de la metodología ‘Living Systematic Review’
El nuevo consenso establece la priorización como factor clave del éxito para la minimización del daño que está generando el coronavirus SARS-CoV-2, lo que será útil para las fases venideras de la Estrategia de Vacunación en España, publicada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. La aportación fundamental que se deriva del mismo es haber categorizado, de forma muy esquemática y sencilla, el riesgo que se deriva de sufrir el COVID-19 analizando más de 30 posibilidades clínicas u otros factores según la evidencia científica más actual disponible.
Para la elaboración del documento se ha usado la metodología común de ‘Síntesis Rápida de la Evidencia’ o ‘Living Systematic Review’, con más de 150 artículos publicados en revistas científicas (meta-análisis, ensayos clínicos, etc.). En ellos se evaluó, para cada una de las más de 30 condiciones clínicas u otros factores, la confianza de la asociación y la magnitud de la asociación, es decir, la expresión numérica de cuánto más riesgo de enfermedad grave o fallecimiento tiene una persona, exclusivamente, por su enfermedad u otros factores, concluyéndose de esa manera el riesgo final: alto, moderado o bajo, por condición clínica.
Por último, y de cara a aumentar la solidez de estas recomendaciones, se determinó mediante el sistema de evaluación de la calidad de la evidencia GRADE la ‘fuerza de la recomendación’ que consideran para cada condición clínica. De acuerdo con la SEMPSPH, cuando corresponda vacunar a las personas con condiciones de riesgo, según se enumera en la estrategia ministerial, aquellas que tengan un peligro mayor de afección grave o fallecimiento -cuestión sintetizada en el nuevo consenso que se presenta- deberían ser vacunadas en primer lugar, al ser las más beneficiadas por ello, tal y como se ha demostrado en el documento.
Riesgo alto: esquizofrenia y trastornos relacionados
En el grupo de riesgo alto figuran los pacientes con ‘esquizofrenia y trastornos relacionados’, en quienes, sin embargo, la fuerza de recomendación de vacunación es ‘débil’. “En primer lugar -subraya la experta a este respecto-, cabe decir que el consenso pretende ser un documento de apoyo a la hora de tomar decisiones desde las instituciones públicas en un momento en el que las dosis de vacuna, como todos conocemos, son limitadas. Para ello, se ha llevado a cabo una revisión sistemática de la literatura, plasmada en una síntesis rápida de la evidencia o ‘Living Systemactic Review". En la revisión se analizó -para más de 30 condiciones clínicas y factores analizados, incluyendo la ‘esquizofrenia y trastornos relacionados'- el riesgo de que, una vez contraída la infección, ésta curse de manera grave y haya posibilidad de fallecimiento.
Con este propósito -prosigue la Dra. Moza-, se estudiaron más de 150 artículos científicos “con el objeto de cuantificar numéricamente cuánto es el riesgo añadido para la enfermedad grave y el fallecimiento, derivado de las condiciones y factores clínicos incluidos”. El resultado final aporta a la asociación encontrada una ‘fuerza de la recomendación’ a través de la metodología GRADE, que pretende reflejar cuál es la calidad de la evidencia publicada disponible. “En este punto, los estudios revisados mostraron un riesgo alto de enfermedad grave y fallecimiento en las personas con ‘esquizofrenia y trastornos relacionados’. Sin embargo, al analizar la calidad de la evidencia de los estudios, ésta se mostró menos vigorosa debido a la presencia de otras variables confusoras con respecto a las de otras condiciones incluidas y analizadas, y, al tratarse de un documento de priorización, así lo hemos reflejado”, detalla.
Otro de los puntos que llaman la atención es que el ‘fumador activo’ o con ‘antecedente de tabaquismo’ esté en el grupo de riesgo moderado. “Como he dicho, se ha revisado la evidencia, que se ha plasmado en una tabla de tres categorías: Riesgo alto, Riesgo moderado o Riesgo bajo o incierto de desarrollar enfermedad por COVID-19 Grave y fallecimiento. El objetivo de esta revisión es ayudar en la toma de decisiones en este contexto de dosis limitadas. Valorando los estudios publicados, el riesgo de COVID grave y defunción se catalogó para todas las condiciones analizadas, según la magnitud de la asociación más alta disponible entre la propia condición analizada y los resultados de hospitalización y fallecimiento. La categorización se llevó a cabo exclusivamente a través de esta medida… por tanto, es la evidencia publicada y revisada la que arroja el dato o la categoría en la que la condición analizada se incluirá finalmente”.