Redacción Farmacosalud.com
En las fechas navideñas muchas personas degustan por primera vez algunos alimentos potencialmente generadores de alergias y consumen dulces navideños, como los turrones o el mazapán, que poseen ingredientes encubiertos entre sus componentes. En el caso de contar con un alérgico a alimentos en casa debemos tener cuidado al hacer la compra y leer atentamente los etiquetados, indican desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). En ocasiones, los alérgenos pueden ocultarse en preparaciones típicas de la Navidad. El problema es que en esta época del año debutan muchos alérgicos: niños que prueban por primera vez los frutos secos del turrón, o el marisco, por ejemplo.
Los abetos artificiales o los árboles naturales pueden acumular polvo o desencadenar alergia al moho, respectivamente. Hace algunos años, se presentó un estudio en la reunión anual de la Asociación Americana de Alergia, Asma e Inmunología, en el que se advertía que el moho que crece en las ramas de estos árboles podía desencadenar episodios alérgicos. Si para evitar episodios de este tipo se opta por árboles artificiales, la decoración es una alternativa que tampoco está exenta de riesgo. Para evitar la sensibilidad al polvo que acumulan en los trasteros los expertos aconsejan guardar los árboles y sus adornos en envases de plástico que se puedan limpiar con facilidad.
El cambio de dieta en Navidad aumenta el riesgo de sufrir reacciones alérgicas
Los pacientes alérgicos a alimentos deben extremar la precaución durante las fiestas navideñas. La SEAIC advierte que los casos de reacciones alérgicas suelen aumentar durante la Navidad debido a la introducción en nuestra dieta de productos altamente alergénicos, típicos de esta época, con especial atención al inicio en el consumo de estos alimentos en niños. Frutos secos, marisco, pescado o algunas frutas son los que con mayor frecuencia se relacionan con reacciones alérgicas en estas fiestas. A esto debemos añadir las comidas y cenas de empresa, en las que el alérgico está más expuesto a sustancias encubiertas en los platos. Siete de cada diez reacciones alérgicas graves ocurren cuando se come fuera de casa, algo muy frecuente estos días.
Los alergólogos recuerdan que los síntomas de una reacción alérgica aparecen en las dos horas siguientes a la ingesta del alimento y que la gravedad varía en función de la cantidad de alérgeno ingerido, sensibilidad de la persona, y factores externos como el asma, el ejercicio físico o el consumo de analgésicos o alcohol. Aunque suelen ser leves, las reacciones a alimentos causan entre el 10% y el 50% de las anafilaxias tratadas en Urgencias. Las personas que conozcan su patología deben acordarse de llevar consigo un autoinyector de adrenalina.
La dieta, herramienta efectiva para modular el envejecimiento
Las fiestas navideñas y el Fin de Año son celebraciones cuyos excesos gastronómicos pueden traer consigo efectos negativos para la salud, especialmente para aquellos que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión u otros problemas en los que la alimentación es clave para el control y tratamiento de la enfermedad.
Según el Grupo de Trabajo de Nutrición y Alimentación de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), gran parte de la población mayor de 65 años está diagnosticada de alguna enfermedad que podría beneficiarse de una alimentación equilibrada: más del 60% tienen hipertensión, un 38% diabetes, un 50% hipercolesterolemia, entre el 20 y 30% estreñimiento, que aumenta hasta el 50% pasados los 75 años, y un 38% padece osteoporosis, cifra que asciende hasta el 70% en la población mayor de 80 años.
Ahí radica la importancia de la alimentación de los mayores, y más aún durante estas fechas. “A mayor número de enfermedades que presente la persona mayor, más cuidado debe tener estos días, incorporando en la medida de lo posible actividad física y ejercicios destinados a la mejora del tono y postura corporal y a quemar las calorías que, a buen seguro, consumimos en mayor medida”, explica la Dra. Rosa López Mongil, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición y Alimentación de la SEGG. Además, un elevado porcentaje de mayores se enfrentan también a otro tipo de problemas que influyen en su alimentación y nutrición:
-La falta, en mayor o menor medida, de piezas dentarias o de prótesis dentales mal ajustadas, que trae consigo problemas de masticación.
-Atrofia en las papilas gustativas, que alteran el sentido del gusto. Además, esta sensación se ve incrementada por el habitual consumo de medicamentos que se da en los ancianos.
-El estómago presenta un retraso en su vaciado produciendo digestiones más lentas y gases.
-En el intestino delgado, con el paso del tiempo, disminuye la superficie de absorción y, por tanto, se aprovechan peor las sustancias nutritivas.
-En el intestino grueso se observa un tránsito intestinal más lento, lo que propicia el riesgo de padecer estreñimiento.
Recomendaciones de la SEGG para la correcta alimentación del mayor
1- Llevar una alimentación variada, apetecible y muy nutritiva.
2- Fraccionar la ingesta en cuatro o más comidas cada día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena).
3- Preparar y cocinar los alimentos adaptados a las condiciones de masticación de la persona mayor.
4- Hidratarse durante todo el día, aunque no se tenga sed.
5- Controlar la cantidad de las raciones de la comida. Y si nos excedemos en la comida, hay que compensar con una cena ligera.
6- Moderar el consumo de sal y azúcar en los platos y postres.
7- El consumo de alcohol no debe sobrepasar uno o dos vasos de vino.
8- Incluir propuestas gastronómicas novedosas y adecuadas a estas fiestas, pero adaptando las texturas de los platos a las dificultades más habituales para tragar.
9- Respetar sus deseos y que pueda escoger los alimentos que más le apetezcan.
10- Escapar de la soledad y, siempre que sea posible, comer en compañía.
Disfrutar la Navidad sin perder el control de la diabetes es posible
Por otra parte, la campaña ‘esDIABETES, TÓMATELA EN SERIO’ recuerda que evitar los excesos ajustando los menús y las raciones y no abandonar la práctica de ejercicio físico regular ni la toma de la medicación son medidas suficientes para que las personas con diabetes tipo 2 puedan disfrutar normalmente de estas fechas[1]. Se recomienda no abusar de aquellos alimentos ricos en grasas y azúcares y moderar las cantidades así como limitar la ingesta de alcohol a una copa de vino en la comida y a una de cava para el brindis[2]. Un buen control de la diabetes previene la aparición de problemas del corazón, el riñón o la vista[3,4,5], mientras que la falta de autocuidado está asociada a un mayor riesgo de discapacidad, disminución de la calidad de vida y una mayor mortalidad.
Para poder disfrutar de la Navidad sin alterar las cifras de glucosa en sangre y tener la diabetes bajo control es necesario realizar algunos ajustes en los pesados menús navideños, que suelen ser ricos en grasas y azúcares[1]. En los primeros platos de algunas comidas “es conveniente decantarse por platos ligeros, como un consomé, una sopa o una crema de verduras”, aconseja la dietista-nutricionista Martina Miserachs. En cuanto a los segundos platos, se recomienda no abusar de aquellos alimentos ricos en grasas y moderar las cantidades[1]. Según la experta en nutrición, “lo ideal es seguir una receta a base de pescado o de carne blanca en lugar, por ejemplo, de embutidos. Respecto a los acompañamientos, lo mejor es optar por las verduras y mejor aún si son hortalizas frescas. Y por lo que se refiere al pan, apostar por el integral en lugar del blanco, pues es mucho más saludable”.
En los postres, los clásicos dulces navideños, cargados de azúcar, carbohidratos y grasas, se pueden substituir por opciones más saludables[1], como fruta. A pesar de todo, “la principal recomendación es no saltarse ninguna comida para compensar cualquier exceso”, advierte Martina Miserachs. “Si nos saltamos una comida, puede que igualmente tengamos apetito y al final se termine picando cualquier cosa que, probablemente, será bastante calórica”. El alcohol aporta un gran número de calorías y puede empeorar el control glucémico[1]. En este sentido, es preferible beber agua antes que cualquier bebida alcohólica, pero “si se opta por bebidas con alcohol, es mejor que se ingieran durante las comidas y que se prefieran las de tipo fermentado o de baja graduación (cerveza, cava, vino…) a las destiladas (whisky, licores...)”. Por otro lado, “en la sobremesa, es recomendable preferir agua, infusiones o bebidas sin azúcar, tipo light o zero”, indica Martina Miserachs.
Los turrones, polvorones y mazapanes son protagonistas indiscutibles de estas fiestas. Las personas con diabetes no deben abusar de ellos, pero eso no significa que tengan que quedarse sin probarlos. “Es deseable consumirlos exclusivamente durante las fechas señaladas y con moderación, ya que son ricos en calorías, grasas y azúcares. Asimismo, en el caso de querer controlar el azúcar, es mejor optar por variedades sin azúcares añadidos. De todos modos, lo mejor es servirse una pequeña porción de las distintas variedades. Y, en lugar de ir picoteando, intentar saborearlas lentamente a lo largo de la sobremesa”, aconseja la experta.
Referencias
1. American Diabetes Association. Holiday Meal Planning. Disponible en http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/planning-meals/holiday-meal-planning/?referrer=https://www.google.es/
2. Rodríguez Artalejoa, Fernando; Epidemiología de la nefropatía diabética en España (hechos y cifras). Rev. Esp Cardiol. 2007;7(Supl A):5-8. – Vol.7 Núm. Supl.A
3. Documentos clínicos SEMERGEN. Factores de Riesgo Cardiovascular. 2005. Disponible en http://www.semergen.es/semergen/microsites/semergendoc/cardiovascular.html
4. Vila, L;Viguera, J; Alemán, R. Retinopatía diabética u ceguera en España. Epidemiología y prevención. Publicado en Endocrinol Nutr. 2008;55:459-75. – vol. 55 núm 10
5. Assal JP, Jacquemet S, Morel Y. The added value of therapy in diabetes: the education of patients for self-management of their disease. Metabolism 1997; 12 (Suppl 1): 61- 4