Redacción Farmacosalud.com
“El sistema de microondas genera un rápido calentamiento con el movimiento de las moléculas de agua existentes en los tejidos, logrando la muerte celular en la zona tratada y produciendo una ablación del tumor con un margen de seguridad previamente establecido”, indican los doctores Emilio Vicente y Yolanda Quijano, responsables del servicio de Cirugía General y Digestiva de HM Sanchinarro y el doctor Avertano Muro, jefe de servicio de Radiología del mismo hospital, han informado desde HM Hospitales. El sistema de microondas ofrece una amplia cobertura en el tratamiento de lesiones hepáticas, hepatocarcinomas, metástasis hepáticas o colangiocarcinomas periféricos. “El tratamiento se ofrece para lesiones con un tamaño pequeño y en zonas muy localizadas y no comprometidas, hasta tumores de un volumen importante y con una ubicación compleja. La tecnología de microondas también se puede utilizar en lesiones tumorales situadas en pulmón, riñón o hueso”, declaran Vicente, Quijano y Muro.
La técnica se compone de un generador, una bomba de refrigeración y un aplicador para uso terapéutico bien por vía percutánea, abierta o mediante técnicas de cirugía mínimamente invasiva. Y es que, tal y como señalan los especialistas, “el significativo avance en tratamientos ablativos percutáneos con control ecográfico y de la cirugía mínimamente invasiva en los últimos años hace que muchas de estas lesiones puedan ser tratadas”. Además, dentro de la misma la cirugía robótica, ocupa un lugar de auténtico privilegio. Por ello, la aplicación de este nuevo tipo de tratamiento ablativo con técnicas mínimamente invasivas representa un gran avance. La realización de la misma con técnicas robóticas supone una importante innovación con un carácter inédito nacional e internacional. Los doctores Vicente, Quijano y Muro afirman que “con la combinación de ambos sistemas se incrementa la seguridad del procedimiento (control visual de la zona de punción en el hígado) y se minimiza la morbilidad del mismo”.
Ventajas del sistema de microondas frente a otras técnicas
En el caso concreto de los tumores hepáticos primarios o secundarios (metástasis hepáticas de cualquier origen), el sistema de microondas -plataforma para la ablación térmica- está indicado en aquellos tumores que por su número, tamaño y/o localización no se consideran adecuados para efectuar una resección quirúrgica. Según los expertos, la ablación por microondas “representa una excelente alternativa terapéutica para este tipo de pacientes, en los que sin esta opción de tratamiento se limitarían de una forma muy importante las posibilidades de un tratamiento local”. Se utiliza igualmente en pacientes con múltiples lesiones tumorales hepáticas distribuidas en ambos lóbulos del hígado. En ellos se combina la resección quirúrgica y el tratamiento ablativo local. “Con ambos procedimientos terapéuticos -señalan los médicos- se puede dejar al paciente libre de enfermedad tumoral. Es evidente que esta circunstancia modifica en gran medida el pronóstico del enfermo”.
Las ventajas de esta técnica sobre la radiofrecuencia, la electroporación y la crioterapia son: es un procedimiento más rápido y de utilización más simple, permite realizar ablaciones de lesiones de mayor tamaño (se pueden tratar con eficacia lesiones con un diámetro superior a 5 cm) y está dotado de unas excelentes condiciones de velocidad y potencia ofreciendo, además, un mayor control del margen de seguridad con un tratamiento local prácticamente esférico. Este sistema tiene una excelente gama de aplicadores para el tratamiento de lesiones en hígado que permiten una estabilidad de la zona deseada a tratar en función de la potencia y el tiempo de emisión, llegando a poder tratar una lesión de 5x4 cm en tan sólo 6 minutos a 140W de potencia y con una sola punción hepática, efectuada siempre bajo control ecográfico.
Se evita la ‘refrigeración fisiológica’
“El circuito integrado de refrigeración incorporado al sistema mantiene una temperatura controlada, lo que permite trabajar con una potencia de hasta 140W. Esta circunstancia lo convierte en un sistema muy rápido. Por otra parte, al ser un sistema más rápido, evita la ‘refrigeración fisiológica’ existente durante el tratamiento de lesiones en íntima vecindad a vasos de un importante diámetro, como la vena cava inferior, venas hepáticas o venas portales. Todo ello incrementa la eficacia de la técnica”, concluyen los especialistas.