Redacción Farmacosalud.com
La campaña de vacunación frente a la gripe en España ya está aquí y la incógnita está en saber cómo circulará el virus gripal esta temporada otoño-invierno, marcada por lo que empieza a ser una especie de era post-covid. De hecho, aunque por ahora se mantienen algunas medidas no farmacológicas que dificultan los contagios respiratorios, como es el uso de la mascarilla frente al COVID-19, las autoridades han relajado la aplicación de otras medidas como el distanciamiento social. Por otro lado, la inmunización vacunal frente al SARS-CoV-2 ya es mayoritaria, lo que podría dar más oportunidades a la gripe para su expansión al no encontrar ‘rival’ a la hora de transmitirse entre humanos. “Es bastante previsible que este año tengamos una temporada gripal más intensa que la anterior, cuando la gripe prácticamente no existió, y la cuestión es ver cómo de intensa va a ser”, señala el Dr. Jaime Pérez Martín, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
“Algunos estudios dicen que va a ser una temporada gripal más grave que en años normales, pero realmente es muy complicado saberlo”, admite Pérez Martín. Y es complicado porque, a su juicio, no está tan claro que la ausencia de gripe durante el anterior período otoño-invierno se explicara únicamente por el concepto de ‘ecología vírica’ o competitividad viral (cuando un virus tan potente como el SARS-CoV-2 circula, impide la circulación de los demás agentes virales). En este sentido, el experto recuerda que durante la pasada temporada se aplicaron rigurosas medidas anticontagio (uso masivo de mascarilla, endurecimiento de la distancia social, etc.) que dificultaron la circulación de todos los patógenos respiratorios.
Y ahora que “estamos en un momento en que las medidas de distanciamiento social están más relajadas”, también habrá que ver hasta qué punto se están cumpliendo las mínimas normas establecidas para evitar la transmisión del SARS-CoV-2, destaca el miembro de la AEV.
“Lo que sí sabemos es que ya tenemos la vacuna antigripal disponible”
Otro de los factores que pueden influir en el próximo comportamiento de la gripe remite al hecho de que este virus ha estado 2 años sin circular, o circulando muy poco (la pandemia de COVID-19 llegó con fuerza a España a principios de 2020 -primer año- y se ha mantenido activa a lo largo de 2021 -segundo año-, que está cerca de finalizar por faltar tan sólo 2 meses para la llegada de 2022). Eso quiere decir que existe un porcentaje de población más susceptible a contraer la gripe por tener menor inmunidad natural frente a esta enfermedad, es decir, por haberse registrado menos casos y, por lo tanto, por haberse generado menos defensas contra ella.
“Lo que sí sabemos es que ya tenemos la vacuna antigripal disponible y que, lógicamente, hay grupos de riesgo que tienen que vacunarse”, subraya. Esas personas son:
- gente mayor de 65 años
- sujetos con determinadas patologías crónicas (asma, enfermedades metabólicas, respiratorias, cardiológicas…)
- personas que mantienen un contacto diario con esos individuos en situación de riesgo. Entre el colectivo que debe vacunarse por razones de proximidad estarían, por ejemplo, los profesionales sanitarios (trabajan con ancianos y con los enfermos crónicos anteriormente descritos) y aquellos ciudadanos que conviven con sujetos en situación de riesgo (si alguien que no está en situación de vulnerabilidad convive con una persona de 80 años de edad, deben vacunarse ambos, también el individuo que no está incluido en los grupos de riesgo, para reducir así las posibilidades de transmitir la infección al anciano).
A la espera de que la gripe asome la cabeza -ya se verá hasta qué punto lo hace-, por el momento en este inicio de otoño-invierno “ya estamos viendo otros virus respiratorios, como el virus respiratorio sincitial en algunas zonas, y empezamos a ver más virus respiratorios”, asegura el Dr. Pérez Martín.
Un estudio permite predecir la mortalidad por COVID-19
Por otro lado, un estudio multicéntrico liderado por el Dr. Felipe Pérez García, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (HUPA) de Alcalá de Henares (Alcalá de Henares, en Madrid), ha demostrado que la aplicación de una novedosa metodología de clasificación de pacientes con COVID-19 permite predecir el riesgo de mortalidad por dicha afección, lo que lógicamente es de gran ayuda para el manejo de estos enfermos desde el momento en el que acuden al Servicio de Urgencias. El nuevo trabajo ha sido publicado en la prestigiosa revista 'Frontiers In Medicine' y ha contado con la colaboración de distintos grupos de investigación del Instituto de Salud Carlos III, el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, el Hospital Universitario Infanta Leonor, el Hospital Universitario de La Paz y el Hospital General de Villalba, así como la Universidad de Alcalá (UAH) y la Universidad Complutense de Madrid.
El artículo, titulado ‘El índice de estrés y activación endotelial ajustado por edad para COVID-19 en el momento del ingreso es un predictor confiable de mortalidad a 28 días en pacientes hospitalizados por COVID-19’, se basa en el uso del índice de activación y estrés endotelial (EASIX por sus siglas en inglés). El EASIX se desarrolló en un principio para predecir la supervivencia, así como diversas complicaciones, en los pacientes que habían sido sometidos a Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH), es decir, de médula ósea.
EASIX y aEASIX-COVID, con buen rendimiento para predecir la mortalidad a 28 días
El EASIX incluye tres parámetros muy simples y fácilmente obtenibles en las habituales analíticas de sangre pedidas en Urgencias (lactato deshidrogenasa, la creatinina y el recuento de plaquetas). Estos parámetros pueden estar relacionados con la activación endotelial, la coagulopatía y los fenómenos trombóticos, cuadros que están presentes tanto en los pacientes con trasplante de médula como en los que padecen COVID-19.
Este índice ha sido validado en otras enfermedades hematológicas más allá del trasplante, y, debido a que la coagulopatía y la disfunción endotelial se ha visto que son críticas en la evolución de los pacientes con COVID-19, este estudio quiso analizar si el EASIX podía predecir la mortalidad en el contexto de esta enfermedad infecciosa causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Para ello, se emplearon dos cohortes de estudio: una, con 1.200 pacientes, y otra con 1.830, y se evaluó si el EASIX podía predecir la mortalidad a 28 días tras el ingreso hospitalario. Puesto que la edad es también un factor determinante para la mortalidad en estos enfermos, se quiso además analizar el valor predictivo del EASIX ajustado por edad (que fue denominado aEASIX-COVID).
Los resultados mostraron que ciertos valores de EASIX y aEASIX-COVID se asociaron con un aumento del riesgo de letalidad en ambas cohortes. Asimismo, se demostró que tanto EASIX como aEASIX-COVID presentaban muy buen rendimiento para predecir la mortalidad a 28 días, pero que el nuevo índice ajustado por edad (aEASIX-COVID) era significativamente mejor que el EASIX original, siendo especialmente útil para descartar mortalidad.
En la actualidad, se han desarrollado diversas herramientas que son muy útiles para predecir la letalidad en personas con COVID-19, como por ejemplo el SEIMC Score o el PANDEMYC Score. Sin embargo, la mayoría de ellas son índices complejos que requieren un elevado número de parámetros (de 7 a 9 variables), su desarrollo se basa en cálculos más complejos y en ocasiones los datos de esas variables no están disponibles en el primer contacto con el paciente. En ese sentido, el índice validado por el Dr. Pérez García y sus colaboradores es sencillo de calcular y emplea cuatro variables muy accesibles en Urgencias, lo que facilita su implementación en el momento del ingreso del paciente.
Los trasplantados renales, con protección inferior de la vacuna antiCOVID
A todo esto, los sujetos trasplantados de riñón reciben de la vacuna antiCOVID-19 una protección muy inferior a la del resto de pacientes con enfermedad renal crónica. De hecho, en menos de 28 días, ya empiezan a perder los anticuerpos del preparado vacunal. Así lo ha revelado un artículo publicado en la revista científica ‘Nephrology, Dialysis and Transplantation (NDT)’, una de las de mayor impacto mundial en su ámbito, con los resultados intermedios del estudio SENCOVAC, promovido por la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) para investigar y conocer la eficacia y seguridad de la vacuna COVID-19 en las personas con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Este estudio, que cuenta con la participación de 50 hospitales y centros de diálisis españoles y una muestra de más 1.746 pacientes, es uno de los de mayor dimensión que se está realizando con ese objetivo a nivel internacional, y es pionero al analizar el efecto de la vacunación en todos los perfiles de pacientes con ERC: pacientes trasplantados, pacientes en diálisis peritoneal, pacientes en hemodiálisis y pacientes con enfermedad renal crónica avanzada sin tratamiento renal sustitutivo.