
Mary Shelley y Bram Stoker
Fuente: Folioscopio
Mary Shelley, autora de ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’ (edición de Folioscopio): Mary Wollstonecraft Godwin, que más tarde adoptó el apellido de su esposo, Percy Shelley, y pasó a llamarse Mary Wollstonecraft Shelley, nació el 30 de agosto de 1797 en Londres (Inglaterra) y falleció el 1 de febrero de 1851 en la misma ciudad / Abraham ‘Bram’ Stoker, autor de ‘Drácula’ (edición de Folioscopio): Bram Stoker nació el 8 de noviembre de 1847 en Dublín (Irlanda) y murió el 20 de abril de 1912 en Londres. Fue un novelista y también escritor de relatos cortos. Su libro más célebre, ‘Drácula’, fue publicado en 1897.
Redacción Farmacosalud.com
El período navideño puede ser una buena oportunidad para revisitar algunos de los clásicos de la literatura de terror fantástico, ya sea leyéndolos o regalándolos a los seres queridos. Lógicamente, la Navidad es más propicia a otro tipo de narraciones más familiares o tendentes a carecer de argumentos truculentos, pero eso, y más en tiempos modernos, no debe ser óbice para disfrutar de novelas que se mueven por los laberintos del miedo y que, no por consabidas, son menos amenas de leer. Ahí, en ese grupo literario, brillan con luz propia ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’, de Mary Shelley, y ‘Drácula’, de Bram Stoker.
‘Frankenstein o el moderno Prometeo’
Frankenstein ha aterrorizado y deleitado a los lectores desde su primera publicación en 1818. La criatura del científico Victor Frankenstein -cosida con miembros de muertos tomados de «las salas de disección y los mataderos»- es un ser grotesco que, rechazado por su creador y hambriento de compañía humana, emprende un viaje de venganza. En esta famosa historia de terror gótico, Mary Shelley se enfrenta a las limitaciones de la ciencia, a la naturaleza de la crueldad, la arrogancia y la ambición humanas, y al camino hacia el perdón. «La lluvia golpeteaba tristemente en las ventanas y mi vela estaba casi enteramente consumida cuando bajo su luz mortecina vi abrirse el ojo amarillento y opaco de la criatura», escribe la autora.

Fuente: Folioscopio
Cabe decir que el subtítulo de la obra, ‘o el moderno Prometeo’, alude al hecho de que el protagonista científico de la novela -Victor- intenta rivalizar en poder con Dios, como una suerte de Prometeo moderno que arrebata el fuego sagrado de la vida a la divinidad. En la mitología griega, Prometeo es conocido por desafiar a los dioses robándoles el fuego en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus, el Dios de Dioses.
Mediante ilustraciones originales y elementos interactivos, la venerada novela de Shelley cobra vida en una edición que se beneficia de la artística magia del estudio de diseño gráfico MinaLima. Así, con ingeniosos elementos de papel que dan vida a la historia, los lectores pueden desbloquear la máquina de Frankenstein para echar un primer vistazo aterrador a su creación, revelar la fotografía de la madre de Victor dentro del relicario de condena, e incluso desplegar un mapa de Europa para trazar el viaje vengativo del Monstruo (el ser creado en el laboratorio). La interpretación de MinaLima incluye una revelación del rostro de la Criatura, un extracto desplegable del diario de Victor, un mapa en expansión y mucho más, en una edición del libro apta para todas las edades.
«No tengo ningún amigo, Margaret»
La novela es narrada a través del diario del navegante Robert Walton durante su comunicación epistolar con su hermana Margaret. Walton, al igual que la criatura creada por Frankenstein, confiesa sentirse solo, como si su revelación fuera una especie de prefacio de lo que, en cierto modo, vendrá a ser la existencia del monstruo creado por la mano del hombre: «No tengo ningún amigo, Margaret: cuando esté radiante de entusiasmo debido al éxito, no habrá nadie con quien compartir esa alegría; y si me asalta la desilusión, nadie tratará de animarme. Es verdad que puedo fijar mis pensamientos en el papel, pero creo que es un medio muy pobre para comunicar los sentimientos.
Deseo la compañía de alguien que me comprenda, en cuya mirada encuentre una respuesta a la mía. Acúsame de romántico si quieres, querida hermana, pero en verdad me resiento de no tener un amigo. No tengo a nadie cerca que sea sereno, pero valiente, que posea una mente cultivada y capaz, que tenga gustos parecidos a los míos, que apruebe o mejore mis planes. ¡Qué bien compensaría ese amigo los defectos de tu pobre hermano! Actúo de forma impulsiva y soy muy impaciente cuando se presentan dificultades».
‘Drácula’
El mayor clásico de la narrativa vampírica, en esta ocasión ilustrado por el artista Christian Quesnel, se publica en una edición de lujo -y por tanto de coleccionista- que incluye un prólogo del escritor Stephen King y una introducción y un epílogo de Dacre Stoker, el sobrino bisnieto de Bram Stoker, autor de la novela ‘Drácula’.

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En el libro, Jonathan Harker, un joven notario, es enviado a Transilvania (Rumanía) para reunirse con un cliente, el conde Drácula, nuevo propietario de una finca en Londres. «De repente tuve conciencia de que el conductor estaba deteniendo a los caballos en el patio interior de un inmenso castillo, ruinoso en parte, de cuyas altas ventanas negras no salía un solo rayo de luz, y cuyas quebradas murallas mostraban una línea dentada que destacaba contra el cielo iluminado por la luz de la luna», se lee en la novela.
«Parecía más la mano de un muerto que de un hombre vivo»
A su llegada, Harker descubre un país misterioso y amenazador, cuyos habitantes se santiguan en nombre de Drácula. A pesar de la amabilidad de su anfitrión, el joven no puede evitar sentir una angustia creciente. «Apareció un hombre alto, ya viejo, pulcramente afeitado, a excepción de un largo bigote blanco, y vestido de negro de la cabeza a los pies, sin ninguna mancha de color en ninguna parte. Tenía en la mano una antigua lámpara de plata, en la cual la llama se quemaba sin globo ni protección de ninguna clase, lanzando largas y ondulantes sombras al oscilar por la corriente de la puerta abierta. El anciano me hizo un ademán con su mano derecha, haciendo un gesto cortés […] No hizo ningún movimiento para acercarse, sino que permaneció inmóvil como una estatua, como si su gesto de bienvenida lo hubiese fijado en piedra.
Sin embargo, en el instante en que traspuse el umbral de la puerta, dio un paso impulsivamente hacia delante y, extendiendo la mano, sujetó la mía con una fuerza que me hizo retroceder, un efecto que no fue aminorado por el hecho de que parecía fría como el hielo, de que parecía más la mano de un muerto que de un hombre vivo […] La fuerza del apretón de mano era tan parecida a la que yo había notado en el cochero, cuyo rostro no había podido ver, que por un momento dudé si no se trataba de la misma persona a quien le estaba hablando, así es que, para asegurarme, le pregunté:
-¿El conde Drácula?
Se inclinó cortésmente al responderme.
-Yo soy Drácula, y le doy mi bienvenida, señor Harker, a mi casa».
Muy pronto, el joven Harker se dará cuenta de la aterradora verdad: es prisionero de un hombre que no es humano. Y que pronto comenzará a acechar las noches de Londres...
Los ilustradores
MinaLima (‘Frankenstein o el moderno Prometeo’): MinaLima Design es un estudio de diseño gráfico fundado por Miraphora Mina y Eduardo Lima, mejor conocido por su participación durante diez años en la franquicia de películas de Harry Potter, en la que establecieron el estilo gráfico visual de la serie cinematográfica. Desde su estudio de Londres, han continuado contando historias a través de imágenes, desde el diseño de libros como las aclamadas ediciones ilustradas de la serie 'Harry Potter', hasta la creación de accesorios gráficos para películas como 'Sweeney Todd', 'The Imitation Game' y 'Animales fantásticos'. 'Las Aventuras de Pinocho' es el nuevo título en español de la Colección Clásicos de MinaLima.
Christian Quesnel (‘Drácula): nacido en 1971 en la ciudad de Hull (actual Gatineau), en la región de Outaouais, Quebec (Canadá), Christian Quesnel cursó estudios técnicos de diseño gráfico en Algonquin College y la Cité collégiale de Ottawa. Más adelante consiguió contratos de diseño gráfico y dibujo, especialmente ilustrando novelas infantiles, y decidió dedicarse simultáneamente a sus dos áreas de interés: la historia y el cómic. Ha ilustrado más de un centenar de cómics, novelas y novelas gráficas, y ha expuesto su obra en numerosas ocasiones.

(imagen de la izq.) ilustración correspondiente a ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’; (imagen de la dcha.), ilustración correspondiente a ‘Drácula’
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