Redacción Farmacosalud.com
Evolución. Todo evoluciona. Y por supuesto, las soluciones diagnósticas también. La búsqueda de una respuesta rápida ante un posible problema dermatológico ha dado un paso hacia adelante con la irrupción de la Teledermatología, un servicio online que da al usuario la opción de fotografiar su piel, enviar las imágenes a un dermatólogo y obtener una respuesta diagnóstica en 24 horas. Todo, por un precio de 25 euros. Según el doctor Ramon Grimalt, profesor de Dermatología en la Universidad Internacional de Catalunya y bloguero en www.grimalt.net, este servicio es pionero en España.
Grimalt-Dermatología permite realizar consultas a través de internet de forma sencilla y anónima para obtener en 24 horas una respuesta científica sobre cualquier problema en la piel. “Este servicio pretende estar a medio camino entre lo que sería buscar una dolencia propia en internet e intentar autodiagnosticarse (consultando a lo que nosotros llamamos ‘doctor Google’) y tener la presencia en casa del dermatólogo. Hemos calculado que, en dermatología, en casi un 70% de los casos se puede hacer un diagnóstico delante de la historia clínica y unas imágenes sin necesidad de acudir a una consulta presencial con el dermatólogo”, explica Grimalt.
La terapéutica del nuevo servicio, acotada a los remedios que no exigen receta médica
La validez o eficiencia del nuevo método depende también del tipo de enfermedad cutánea a investigar, tal y como puntualiza el doctor: “Por ejemplo, los tumores o una patología puntual (circunscrita a una pequeña porción del organismo) son mucho más fáciles de transmitir por imágenes que aquella que afecta a partes grandes del cuerpo o que presenta una evolución más larga”. La Teledermatología se ha diseñado para que su proceso informativo sea rápido y fácil de ejecutar desde cualquier dispositivo, ordenador o teléfono móvil. Sólo son necesarias un par de fotografías de la piel (fotos que realiza el mismo paciente), una mínima información sobre síntomas y el pago a través de tarjeta. Con todo, “el servicio presenta un inconveniente legal: no hay emisión de recetas oficiales; por tanto, sirve como diagnóstico, orientación y en muchos casos ayuda al paciente, pero no con terapéutica”, indica. De todas formas, para dolencias muy leves sí se pueden recomendar tratamientos que en farmacia se suministran sin receta médica, “del mismo modo que hacemos a veces por teléfono con pacientes a los que ya conocemos”, señala el dermatólogo.
“La calidad de las imágenes obtenidas de los teléfonos móviles -prosigue el doctor Grimalt- es realmente espectacular y hoy en día no es por falta de calidad que no se pueda llegar al diagnóstico en los casos en los que no se llega. A veces las personas son incapaces de realizar una buena fotografía: son personas que no tienen una gran destreza, o son mayores, o no poseen la luz adecuada y a veces queman la imagen con el flash. En ocasiones nos vemos obligados a pedir a la gente que vuelvan a realizar las fotos. Si uno realiza correctamente la foto, en general el dermatólogo tiene suficiente material como para realizar el diagnóstico”.
Un sistema que no pretende sustituir en ningún caso la visita presencial
El servicio también requiere que el paciente cuente sus síntomas a través de una especie de pequeña historia clínica. Aquí la destreza del usuario cobra también mucha importancia, tal y como destaca el profesor de la Universidad Internacional de Catalunya: “A veces, en nuestras consultas presenciales (cuando el enfermo está físicamente en la consulta del médico) vemos que los pacientes necesitan ser guiados en el interrogatorio médico porque ellos solos no acaban de saber contar realmente lo que les ocurre, es decir, si no tienen a un dermatólogo al lado que les va pidiendo y sacando la información gota a gota, no nos cuentan bien lo que les pasa. Esto en la web no se puede hacer; por tanto, depende mucho de la habilidad del paciente a la hora de resumir o expresar realmente lo que le ocurre el que nosotros podamos llegar a ayudarle vía online”.
Sea como fuere, lo que Grimalt quiere dejar muy claro es que el nuevo servicio “no pretende sustituir en ningún caso la visita presencial, ya que, en muchas ocasiones, se da el consejo de ‘acuda a su dermatólogo’ una vez que se sospecha que la afección detectada puede tener importancia”. En otras palabras, lo que el experto está diciendo es que si lo visto en la consulta online permite pensar que puede estarse ante una afección grave, el médico anima al usuario a someterse a una exploración física, como se hace en una visita médica tradicional.
La Teledermatología ha surgido como solución a las necesidades de países donde la superficie geográfica es enorme y la población se encuentra muy dispersa, como en Finlandia y Australia. Distintos trabajos científicos avalan la calidad del servicio. En consonancia con lo apuntado anteriormente por el doctor Grimalt, la experiencia de estos países ha demostrado que aspectos como el trato personal y el poder mirar a los ojos y palpar la piel de los pacientes no pueden ni deben sustituidos por una consulta electrónica, si bien en ocasiones concretas la Teledermatología puede resultar muy útil. Así, el sistema online sería ideal para aquellos usuarios que exigen inmediatez o aquellos pacientes que no pueden desplazarse por problemas de movilidad, por falta de tiempo o porque están demasiado lejos de la consulta.
La Teledermatología contribuye al diagnóstico precoz de patologías graves
El nuevo servicio, asimismo, puede contribuir a la detección precoz de graves patologías dermatológicas, como por ejemplo un melanoma. De hecho, está más que demostrado que la vía electrónica agiliza mucho la comunicación entre médicos, algo que permite “disminuir muchísimo las listas de espera al tiempo que permite hacer un diagnóstico mucho más precoz de muchos tumores cutáneos, incluidos el melanoma. Por ejemplo, un médico de cabecera que ausculta a un paciente ve por causalidad una mancha en la espalda y duda de si aquello es importante o no. Entonces, el propio médico de cabecera saca una foto de la mancha, la manda al dermatólogo y éste, en dos minutos y tras observar la imagen, responde al médico de cabera, ahorrando así listas de espera y un desplazamiento al paciente”, comenta el especialista. “La gente muchas veces tiene como miedo de ir al médico por si les dicen que pueden tener algo grave… con la Teledermatología esto no ocurre tanto, dado que la persona es más valiente a la hora de mandar una imagen. Por tanto, el diagnóstico precoz mejora con la Teledermatología”, agrega.
Además, Grimalt-Dermatología ha optado por un sistema de consulta anónima, de modo que el usuario no tiene por qué revelar, si así lo desea, quién es. De acuerdo con el bloguero en www.grimalt.net, este método “permite a los pacientes pudorosos o que tienen miedo de padecer una infección venérea hacer una consulta anónima. Si alguien quiere, puede darse de alta en un correo electrónico en el que no pueda identificarse su nombre, correo en el que recibirá nuestra respuesta a su consulta”.
Una de las clases de patologías que más ansiedad crean -sólo con su sospecha- son las enfermedades venéreas o de origen sexual. Es muy habitual que en recepción de una consulta dermatológica se detecte enseguida a la persona que pide cita por un problema de este tipo. Presionar para ser visitado el mismo día, “aunque sea a las 9 de la noche” y alegando que dicha visita “no puede esperar ni un minuto” son algunos de los signos identificables de estos pacientes, describe el doctor. Así pues, todo parece indicar que las afecciones de origen sexual estarán muy presentes en la Teledermatología, en tanto que este sistema ofrece una respuesta rápida a la demanda de información diagnóstica, celeridad que obviamente calma la ansiedad del usuario. “Veremos un poco la evolución y las estadísticas… al cabo de un año podremos ver cuál es el tipo de patología que más se ha consultado, pero por la sensación que tenemos ahora, creo que, sin duda, las enfermedades venéreas ocuparán una parte importante de las consultas”, certifica Grimalt.
Y no solamente eso. El doctor opina que el nuevo servicio puede contribuir a disminuir la venereofobia (fobia a sufrir una enfermedad venérea), un trastorno[1] que afecta más a hombres que a mujeres en una proporción de 10 a 1: “En efecto, creemos que el hecho de poder consultar de forma rápida y recibir una explicación científica sobre qué enfermedades se pueden llegar a coger o a transmitir en una relación sexual comportará, seguramente, que los pacientes tiendan a preocuparse menos, y de este modo que la venereofobia disminuya”.
Referencias
1. ‘La venereofobia afecta más a hombres que a mujeres en una proporción de 10 a 1’. Declaraciones del doctor Ramon Grimalt. www.farmacosalud.com. http://farmacosalud.com/la-venereofobia-afecta-mas-hombres-que-mujeres-en-una-proporcion-de-10-1/