Ramon Grimalt
¿Por qué un 70% de los pacientes no cumplen con las prescripciones médicas?
Durante este fin de semana hemos tenido la suerte de poder organizar en Barcelona la reunión anual del Skin Academy. El Skin Academy es una asociación de investigación dermatológica formado por un puñado de dermatólogos europeos que nos reunimos varias veces al año para discutir y consensuar tratamientos y novedades de investigación dentro de la dermatología.
Este año nos ha tocado hacer la reunión anual a nosotros y dentro del espacio extraordinario del Palacio de Congresos de Cataluña: más de 500 dermatólogos europeos hemos podido discutir sobre diferentes patologías. Este año, como novedad, los organizadores y patrocinadores han utilizado técnicas de tipo televisivo con realidad virtual, cromas y hologramas para transmitir mejor el conocimiento.
Yo he tenido la suerte de ser el ‘Chairman’ del congreso y he podido compartir mesa y discutir con ilustres dermatólogos de todo el mundo. En la primera parte de las sesiones discutieron sobre queratosis actínicas, y cáncer de piel y de mutaciones genéticas relacionadas con la radiación solar.
En una segunda sesión tuvimos la suerte de poder escuchar al Dr. Steven Feldman de North Carolina (USA), que nos habló del cumplimiento de los tratamientos por parte de los pacientes. Es frustrante y sorprendente ver que sólo un 30% de los pacientes dermatológicos cumplen los tratamientos prescritos por su médico. Y este investigador ofrecía diversas técnicas y estrategias para mejorar este seguimiento y, de esta manera, lograr una mejoría terapéutica.
Muchas veces, en enfermedades largas y crónicas en las que parece que el medicamento deja de hacer efecto, en realidad nos encontramos con que el enfermo se cansa y deja de hacer el tratamiento y este es el motivo por el que el tratamiento deja de funcionar. En un estudio reciente los investigadores daban un bote de crema a los pacientes y pedías que aplicaran la crema dos veces al día y que volvieran al cabo de 15 días para ver qué resultados se habían obtenido.
Antes de saber el resultado los enfermos eran interrogados sobre si habían aplicado correctamente el tratamiento y la mayoría respondían positivamente: que se habían aplicado la crema de forma religiosa. Pero los pacientes no sabían que en el tapón de la crema había un chip que contaba las veces que los pacientes abrían el tapón y se veía como una parte muy importante de los pacientes, un 70%, no cumplían lo que el médico les había contado.
Y lo más sorprendente es que ante su médico el paciente no osaba confesar la falta de cumplimiento dermatológico.
Mejorando la relación médico-paciente, dando un poco de confianza, dando muchas explicaciones sobre el tratamiento y sobre los eventuales efectos secundarios y respondiendo a todas las preguntas y dudas que los enfermos puedan presentar, se puede conseguir una mejor respuesta y un mejor cumplimiento por parte de todos los enfermos.
En resumen, la relación médico paciente está muy lejos de ser ideal y la falta de cumplimiento del tratamiento prescrito por el médico puede ser no sólo culpa del paciente.
Ramon Grimalt
Grimalt Dermatología
Marzo de 2014