Redacción Farmacosalud.com
La firma GenesisCare ha incorporado una tecnología pionera en España que permite llevar a cabo tratamientos oncológicos de radioterapia sin necesidad de realizar los tatuajes que, tradicionalmente, se aplican para monitorizar los movimientos del paciente durante la sesión. Gracias a la técnica SGRT (Radioterapia Guiada por Superficie), el paciente no queda tatuado de por vida, con lo que se libra de tener que recordar su enfermedad cada vez que visualiza las marcas. De acuerdo con Francisco Góngora Ariza, jefe de Física Médica de GenesisCare España, el novedoso sistema es inocuo para el enfermo y totalmente fiable a la hora de monitorizar la parte del cuerpo que recibirá la radiación.
Hasta ahora, el posicionamiento de una persona en radioterapia se había basado en la coincidencia espacial de tres o cuatro puntos tatuados en la piel del área tratada. “En general, estos tatuajes (algunas veces visibles y otras veces ocultos por el cabello, vestimenta, etc.) son permanentes y, una vez terminado el tratamiento y transcurrido el tiempo, representan un golpe psicológico cuando son visualizados, ya que recuerdan al paciente su enfermedad”, explica Góngora Ariza. De ahí que la aplicación de la SGRT suponga una valiosa ayuda psicológica para el sujeto sometido a radioterapia.
Millones de puntos virtuales constantemente monitorizados por seis cámaras de alta resolución
La SGRT permite usar millones de puntos virtuales sobre la piel que son constantemente monitorizados por seis cámaras de alta resolución ubicadas alrededor del paciente. Esto evita la necesidad existente hasta ahora de tatuar a los usuarios y, a la vez, “aumenta muy significativamente la calidad del tratamiento”, afirma Góngora Ariza.
Otra de las ventajas de la nueva tecnología es su precisión, hasta ahora inalcanzable, ya que determina qué zona del cuerpo se desea observar de forma constante. La SGRT utiliza la superficie externa del paciente para garantizar que la dosis de radiación se aplique de manera reproducible de acuerdo con el plan de tratamiento. Durante el procedimiento, se realiza un seguimiento del movimiento del usuario y el haz de radiación se activa una vez que el paciente se encuentra en la posición correcta, deteniéndose automáticamente si el órgano se mueve sobrepasando los parámetros mínimos de movimiento previamente fijados. Para lograrlo, esta herramienta utiliza las mencionadas cámaras que monitorizan miles de puntos en la piel.
Así, estos seis dispositivos de alta resolución mapean continuamente la superficie del paciente y, al mismo tiempo, el sistema SGRT realiza comparaciones con las imágenes de referencia, lo que permite detectar variaciones submilimétricas tanto en desplazamientos (con una precisión de décimas de milímetro) como en rotaciones (con una precisión de décimas de grados). “Obviamente -destaca el experto-, con esta precisión en el posicionamiento durante todo el tiempo que dura el tratamiento, la fiabilidad es absoluta. Cualquier desviación por encima de los márgenes de tolerancia implica la interrupción del tratamiento de forma automática. Y, también automáticamente, el tratamiento es reactivado en el momento en que el paciente vuelve a estar posicionado exactamente como estaba previsto”.
Adquisición, en tan sólo 10 segundos, del patrón respiratorio
Además, la SGRT es capaz de adquirir, en tan sólo 10 segundos, el patrón respiratorio del paciente, de forma que el sistema puede adaptar el mapa de la superficie para que la referencia sea el punto medio de la respiración. En caso de que este valor aumente o disminuya, el acelerador se para automáticamente. La mayor parte de los tratamientos se realizan mientras el paciente está respirando, lo que comporta la existencia de movimientos que se pueden apreciar tanto externamente como en órganos internos. La variación en el patrón respiratorio (que puede estar motivada por golpes de tos, estornudos, alteraciones respiratorias debidas a la fatiga, estado del paciente, estado de ansiedad, etc.) alteran inmediatamente la posición tanto de la piel como de los órganos y tejidos internos circundantes a la zona a irradiar.
“Cuando se planifica el tratamiento, el movimiento de la piel y de los órganos tomada como referencia es usada para determinar las dosis recibidas, por lo que, en caso de existir una variación en el patrón respiratorio, pueden existir variaciones entre las dosis calculadas y las recibidas realmente por el paciente. Si determinamos y monitorizamos el patrón respiratorio, tratando únicamente cuando es el correcto, la calidad de la terapia aumenta de una forma muy significativa”, argumenta Góngora Ariza.
Según el técnico de Física Médica, la SGRT no comporta ningún tipo de molestia para el paciente: “El sistema le monitoriza constantemente adquiriendo, por así decirlo, miles de fotografías por minuto y generando modelos tridimensionales que un software específico se encarga de monitorizar y comparar. La única diferencia, por ser muy escrupulosos, que puede notar el paciente es que se ve iluminado por una luz rosácea totalmente inocua (este color favorece específicamente la generación de modelos tridimensionales de la piel debido al color de ésta, y, cuando hayan de tratarse distintos colores de piel, el sistema altera ligeramente el color para obtener la mayor resolución posible)”.
Con esta tecnología, que puede utilizarse en la mayoría de los distintos tipos de cáncer, GenesisCare continúa siendo un referente en la innovación en los tratamientos oncológicos, de ahí que se busque siempre la forma de garantizar a los usuarios la máxima seguridad y la mejor calidad de vida posible. Además, la compañía ha establecido una asociación estratégica global que contempla la incorporación de varios equipos a los centros de EE.UU., Australia, Reino Unido y España con el objetivo de poder aplicar la novedosa técnica en un mayor número de ciudades y ayudar así a un mayor número de pacientes.