Redacción Farmacosalud.com
Según el Prof. Raúl Ortiz de Lejarazu Leonardo, consejero científico del Centro Nacional de Gripe de Valladolid y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), es posible que una persona pueda enfermar al mismo tiempo de gripe y COVID-19 tras haberse contagiado por partida doble en un mismo período de tiempo. Con todo, precisa Ortiz de Lejarazu, “lo más frecuente es que se infecte de manera consecutiva en un espacio breve de tiempo a partir de dos personas diferentes. Es decir, que se infecte de coronavirus y, por las mismas prácticas de riesgo (proximidad, aglomeraciones, no protección con mascarilla, manos contaminadas, etc.) se contagie de gripe, o viceversa, que primero se contagie de gripe y después de coronavirus. En ambos casos la evolución clínica podrá estar influida por ambos virus. Estos contagios pueden ocurrir también en el ámbito sanitario si no se respetan las medidas de prevención”. Con la coinfección, “hay muchas posibilidades” de que el paciente presente un estado “más grave, pero no siempre” tiene que ser así, puntualiza el Prof.
“En el caso de la COVID-19, las publicaciones no son muy numerosas y pueden tener sesgos. Hay que pensar que en el mundo sanitario real sólo los casos graves o los que requieran hospitalización serán estudiados con técnicas virológicas exhaustivas que permitan diagnosticar más de un virus. En muchos de los cuadros leves o moderados se hará solamente un diagnóstico de SARS-CoV-2. La SEIMC ha publicado en su página web documentos al respecto. A menudo, en los inviernos pasados se han visto coinfecciones (infecciones simultáneas) de virus de la gripe y otros virus respiratorios: no en todos los casos son más graves, depende también de factores como la edad, estado inmune del paciente, etc.”, explica el facultativo.
Mediante la vacunación de la gripe se intenta disminuir la probabilidad de coinfecciones
“El caso de coinfección por SARS-CoV-2 y el virus de la gripe podría ser distinto -prosigue el Prof. Ortiz de Lejarazu-. En primer lugar, los dos virus producen una tormenta de citoquinas inflamatorias que podría tener un efecto sinérgico más desfavorable. Hay algún artículo, pendiente de revisión, que sugiere una mayor susceptibilidad a la infección por el nuevo coronavirus en pacientes previamente infectados de gripe debido a una regulación al alza de los receptores ACE2, que son los que emplea el nuevo coronavirus para invadir nuestras células. Ambos patógenos comparten órganos diana comunes (pulmón y otros órganos), de ahí que mediante la vacunación de la gripe se intente limitar las infecciones por este virus y disminuir la probabilidad de coinfecciones con el nuevo SARS-CoV-2”.
En caso de coinfección de virus de la gripe y el coronavirus causante del COVID-19, cabe preguntarse si un patógeno suavizaría al otro (por ejemplo, el COVID-19 deja en un segundo plano a la gripe, algo así como el resultado de una ‘batalla supremacista’ entre virus para adueñarse del enfermo). Para esta hipótesis “no existe evidencia científica”, advierte el experto. Así las cosas, el orden de las infecciones o lo que podría denominarse como virus driver (conductor principal de la infección), ya fuera gripe o coronavirus, podría tener alguna influencia hipotética en el estado del paciente.
La ageusia y la anosmia son más frecuentes en COVID-19 que en gripe
La gripe y el COVID-19 comparten muchos síntomas. La aparición de fiebre sin otro motivo que la explique es el síntoma más frecuente y precoz, tanto en la gripe como en el COVID-19. La tos es el siguiente síntoma, quizás de aparición algo más precoz en COVID-19 que en gripe. “Sin embargo, ambos síntomas no son tan patognomónicos como para permitir diferenciar clínicamente a los pacientes de gripe o COVID-19 al inicio de los síntomas”, comenta el portavoz de SEIMC. “La disnea (dificultada al respirar) es más frecuente en COVID-19 que en gripe, y también la ageusia (pérdida del gusto), sobre todo, y la anosmia (pérdida del olfato) son más frecuentes en COVID-19 que en gripe, aunque hay otras viriasis respiratorias que, de igual modo, pueden causar anosmia y cierta ageusia (los rinovirus del catarro común). Por todo ello es necesario el diagnóstico microbiológico (virológico) e identificar el virus responsable. Los hospitales cuentan con recursos para diferenciar ambos patógenos y los nuevos test de antígenos para diagnóstico de SARS-CoV-2 son especialmente útiles en los casos sintomáticos de COVID-19”, detalla el consejero científico del Centro Nacional de Gripe de Valladolid.
Si una persona contrae la gripe y el COVID-19 simultáneamente puede ser tratada con los protocolos terapéuticos establecidos para el nuevo coronavirus dependiendo de la gravedad de la infección, y además beneficiarse de tratamientos específicos frente al virus de la gripe. Hoy existen distintos fármacos específicos antigripales como oseltamivir, peramivir o baloxavir, que inhiben la replicación del virus gripal. Estos fármacos deben ser administrados preferentemente a las 24-72h desde la aparición de los síntomas. Por eso, es importante que el diagnóstico llegue lo más rápidamente posible.