Redacción Farmacosalud.com
La denominada profilaxis pre-exposición (PrEP) consiste en medicar a una persona sin VIH que vaya a mantener una relación sexual de riesgo para evitar que se contagie con dicho virus. A juicio del Dr. Esteban Martínez, nuevo presidente de GeSIDA (Grupo de Estudio del Sida de la SEIMC [Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica]), esta estrategia preventiva “precisa de pedagogía y concienciación social” porque su aplicación puede contribuir al aumento de la incidencia de enfermedades venéreas por la posibilidad de que los usuarios de la PrEP tengan la tentación de no usar el preservativo en sus relaciones sexuales. Según Martínez, “la PrEP es una estrategia complementaria a las herramientas de prevención existentes, entre la que siempre hemos destacado el uso del preservativo”. La implantación en España de la profilaxis pre-exposición está pendiente de un estudio de factibilidad que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad y que debe concluir el próximo mes de octubre.
Mientras tanto, el Dr. Martínez advierte que, si bien hoy en día el VIH -virus causante del SIDA- ya no es inevitablemente mortal gracias a los avances terapéuticos conseguidos, “sigue siendo una enfermedad sin cura con la que se debe convivir toda la vida y que conlleva efectos para la salud. Existe gran desinformación al respecto; se le ha perdido todo el respeto a una infección de este calibre”. En relación a la polémica generada por el hecho de que el sindicato agrario UP (Unió de Pagesos [Unión de Agricultores]) haya tildado de ‘machista’ la creación de un gel de bajo coste que, aplicado en mujeres, tendría potencial para evitar el contagio del VIH, bajo el argumento de que el uso del gel responsabiliza sólo a las mujeres de la transmisión de la enfermedad, el nuevo presidente de GeSIDA recuerda que “el objetivo de cualquier profesional sanitario es siempre conseguir la mayor calidad de vida de sus pacientes, sin importar cuestiones de sexo o raza”.
-Una de sus prioridades frente al VIH (virus causante del SIDA) es avanzar en la prevención a través de estrategias como la profilaxis pre-exposición (PrEP). La PrEP ya está aprobada en varios países avanzados como Estados Unidos, Canadá o Francia. ¿Cómo está su implantación en España, ve posibilidades de que se aplique a corto plazo?
En un reciente acto de homenaje a compañeros que han dedicado su labor a la lucha contra el VIH en España, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, mostró su predisposición a financiar la PrEP en nuestro país, aunque también manifestó que esta estrategia no era la ‘panacea’ y que era necesario concretar su alcance y utilidad. Se supone que sobre ello ya está trabajando desde hace años el Ministerio, ya que impulsó en 2017 un estudio de factibilidad de la implantación de la PrEP en España, estudio que debe concluir en octubre de este año. Estaremos expectantes por su resultado y las decisiones que emanen del mismo. Con todo, desde GeSIDA venimos reiterando desde hace ya tres años que implantar la PrEP en España es costo-eficiente en grupos donde se ha detectado un mayor riesgo de infección, y así lo recogimos en un estudio elaborado por los profesionales que nos encargamos a diario de la atención a las personas con el virus del SIDA.
-¿La PrEP puede contribuir al aumento de la incidencia de enfermedades venéreas por la posibilidad de que los usuarios de la profilaxis pre-exposición tengan la tentación de no usar el preservativo en sus relaciones sexuales?
En efecto, es una cuestión que precisa de pedagogía y concienciación social. Por eso, desde GeSIDA siempre hemos remarcado que la PrEP es una estrategia complementaria a las herramientas de prevención existentes, entre la que siempre hemos destacado el uso del preservativo. Lo ideal sería poder completar todo eso con una correcta política de educación sexual e iniciativas de comunicación que insistan en estos conceptos. Hemos pasado de la contundencia de las campañas de los años 80 y 90 a, prácticamente, la nada. Entonces el VIH era un virus mortal, pero hoy en día sigue siendo una enfermedad sin cura con la que se debe convivir toda la vida y que conlleva efectos para la salud. Existe gran desinformación al respecto; se le ha perdido todo el respeto a una infección de este calibre.
-Usted aspira también a disminuir los casos de diagnóstico tardío del VIH aprovechando todas las oportunidades de detección que se presentan tanto en la Atención Primaria como en la hospitalaria. ¿En este sentido, qué habría que hacer?
Aprovechar lo mejor que ofrece cada ámbito asistencial. A finales del pasado mes de marzo celebramos una jornada junto a semFYC en la que sentamos las bases de cómo nos gustaría relacionarnos y sumar frente al VIH. De ahí salió una pequeña hoja de tareas, que plantea el establecimiento de protocolos de actuación conjunta, circuitos de atención compartida, historia clínica compartida o herramientas de comunicación entre niveles asistenciales, propuestas igualmente exportables a diversos ámbitos médicos que nacen del planteamiento y el empuje de los propios profesionales sanitarios y que tendrían un coste mínimo de aplicación en las estructuras del SNS (Sistema Nacional de Salud).
-Otro de sus retos pasa por estudiar nuevas estrategias de tratamiento en la lucha contra las comorbilidades y coinfecciones asociadas al VIH…
La efectividad, mayor simplicidad y menor toxicidad de los tratamientos antirretrovirales ha conseguido que las personas con VIH alcancen una esperanza de vida similar a la de la población general, lo que nos está llevando a conocer nuevos escenarios que precisan de un profundo estudio y sobre los que ya estamos trabajando. Diabetes, tumores no definitorios de SIDA o patologías cardiovasculares son comorbilidades que presentan una prevalencia especial en personas con VIH y edad avanzada, y es ahí donde muchos compañeros estamos poniendo el foco. Otras comorbilidades ‘históricas’, por decirlo de alguna manera, vinculadas desde sus orígenes al VIH, como es el caso del VHC (virus de la hepatitis C), están llamadas a desaparecer gracias a la efectividad de tratamientos como los antivirales de acción directa. Desde GeSIDA publicamos anualmente los resultados del estudio nacional de coinfección VIH/VHC, y estamos próximos a anunciar la erradicación del virus de la hepatitis C en personas seropositivas.
-¿Qué avance terapéutico para combatir el VIH le parece más prometedor?
Son varios. Por poner algunos ejemplos: el inicio del tratamiento antirretroviral tan pronto sea posible, la simplificación del tratamiento en fármacos y en dosis con la posibilidad de tratamientos de larga duración, y el hecho de que indetectable signifique intransmisible creo que son tres de los avances que más impacto tienen y tendrán en la disminución de la incidencia de nuevas infecciones y en la mejora del pronóstico de los pacientes diagnosticados y tratados, así como en la reducción del estigma asociado a la patología y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes en general.
-Por cierto, según publica el diario SEGRE, el sindicato agrario UP (Unió de Pagesos [Unión de Agricultores]) censura un ensayo científico destinado a combatir el SIDA por ‘machista’. El estudio, que tiene como objetivo crear una alternativa de bajo coste para frenar la expansión de esta afección en África, consiste en trabajar en torno a un arroz genéticamente modificado que contiene tres microbicidas, con el fin de crear un gel que sería útil para evitar contagios y que las mujeres se tendrían que aplicar antes de tener relaciones sexuales. Según UP, la investigación considera a las mujeres como ‘las únicas responsables’ de la transmisión del VIH. ¿Qué opina?
Si nos hubiésemos guiado por ese mismo enfoque a la hora de abordar la transmisión vertical, jamás hubiésemos reducido la tasa de contagio por esa vía de forma abrumadora, como sucede hoy en día. Algo similar hubiese ocurrido con la infección por vía parenteral. El objetivo de cualquier profesional sanitario es siempre conseguir la mayor calidad de vida de sus pacientes, sin importar cuestiones de sexo o raza, por ejemplo. Y para alcanzar ese propósito no se sigue una sola estrategia, sino que se sigue un enfoque multilateral, protegiendo y a la vez actuando sobre todos aquellos actores que puedan tener alguna implicación en la transmisión de una patología.
-Y una vez más, se está pendiente del reconocimiento de la Especialidad de Enfermedades Infecciosas en España…
Ese es otro caballo de batalla sobre el que venimos trabajando todos los infectólogos y microbiólogos de nuestro país, liderados por nuestra sociedad matriz, la SEIMC. Consideramos que es la única vía válida para conseguir que todo el poso de conocimiento y experiencia acumulado en estos años por los profesionales que nos dedicamos al abordaje de las enfermedades infecciosas no caiga en saco roto, garantizándose, además, un correcto relevo generacional y que los pacientes sean atendidos por profesionales formados específicamente en el ámbito de su patología.