Redacción Farmacosalud.com
El 35 aniversario de la aprobación y registro de la ciclosporina a cargo de las autoridades sanitarias suizas es tema de conversación en el 47 Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), que se celebra en Burgos y que cuenta con una amplia cobertura informativa realizada por parte de www.farmacosalud.com. La ciclosporina es una sustancia producida naturalmente que se obtiene del microhongo filamentoso Tolypocladium inflatum. Este inmunosupresor fue diseñado específicamente para los receptores de trasplantes de riñón, corazón, pulmón, hígado e incluso de medula ósea. Una de las principales ventajas que aporta esta sustancia es que no suprime todas las células involucradas en la respuesta inmune de la misma manera, lo que implica que el sistema del paciente trasplantado sea capaz de combatir las posibles infecciones.
Décadas atrás, concretamente en 1962, se realizó el primer trasplante renal[1], y fue unos años después, el 16 de diciembre de 1966, cuando William Kelly y Richard Lillehei practicaron en la Universidad de Minnesota, el primer trasplante de páncreas[2]. Poco después, el doctor Thomas Starzl, pionero en el trasplante de hígado, realizó el primero con éxito en 1967[3]. Este mismo año, el Dr. Bernard realizaba en Sudáfrica la primera cirugía de trasplante cardiaco de forma exitosa[4]. La ciclosporina fue investigada por Sandoz como un antibiótico antifúngico, pero su espectro de acción era demasiado estrecho para tener un uso clínico. Sería en 1976 cuando el jefe del departamento de inmunología de Sandoz, Jean Borel, publicara acerca del efecto inmunodepresor observado en la ciclosporina.
La eficacia y seguridad del fármaco hizo realidad otras modalidades de trasplantes
El Dr. Federico Oppenheimer, jefe de la Unidad de Trasplante Renal del Hospital Clínic de Barcelona, menciona al respecto que “el avance conseguido al incorporar la ciclosporina cambió radicalmente la visión de un ‘tratamiento todavía en fase experimental’ como hasta entonces se venía considerando al trasplante renal por parte de muchos profesionales. La eficacia y seguridad aportadas por la ciclosporina contribuyó de tal manera a expandir la actividad de trasplante renal y a hacer realidad otras modalidades de trasplantes de órganos, que incluso observándolo desde la perspectiva actual, no deja de sorprendernos.”
La potencia inmunosupresora de la ciclosporina revolucionó el mundo del trasplante, obteniendo una acusada bajada en las tasas de rechazo de los órganos trasplantados. Sería a partir de principios de la década de los 80 cuando este medicamento comenzara a comercializarse en diferentes países del mundo. Para Antonio Tombas, presidente de la Asociación de Enfermos del Riñón de Cataluña (ADER) y primer paciente trasplantado de riñón -en 1984 en el Hospital Clínico de Barcelona- en tomar este medicamento en España, “la ciclosporina es el punto y aparte que permite afrontar el trasplante con una mayor seguridad de éxito, no sólo a nivel de duración del órgano trasplantado sino, principalmente, de la calidad de vida. Ello nos ha llevado a un cambio psicológico a la hora de afrontarlo. Además, añade que “podemos decir sin temor a equivocarnos que con la introducción de ciclosporina se produce un antes y un después en la historia de los trasplantes y, sobre todo, en la vida de los pacientes”. Sandoz actualmente comercializa el tacrolimus de liberación inmediata y micofenolato de mofetil, ambos fármacos en la terapia estándar utilizados para evitar el rechazo del injerto en el paciente trasplantado.
Los factores de riesgo cardiovascular y la ERC
La acumulación de Factores de Riesgo Cardiovascular (FRCV) eleva exponencialmente la posibilidad de sufrir Enfermedad Renal Crónica (ERC). Así lo muestra el análisis llevado a cabo sobre una muestra de 11.505 sujetos, representativa de la población española (Estudio ENRICA), realizado por especialistas de cuatro hospitales y dos universidades españolas: concretamente el Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús (Ávila), el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), la Universidad Europea y la Universidad Autónoma de Madrid, el Hospital Reina Sofía de Córdoba y el Hospital Torrecárdenas de Almería. Sus conclusiones serán debatidas en el Congreso de Nefrología.
La citada investigación ha analizado en concreto la relación de la ERC con diez factores de riesgo cardiovascular: edad, hipertensión arterial, obesidad, obesidad abdominal, tabaquismo, LDL colesterol elevado, HDL colesterol disminuido, hipertrigliceridemia, diabetes y sedentarismo. Sobre una muestra de 11.505 sujetos, el estudio arroja datos muy esclarecedores. Así, mientras que la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica en sujetos sin factores de riesgo cardiovascular apenas se sitúa en el 4,5%, ésta se elevó por encima del 52% en pacientes que presentan entre los ocho y los diez factores de riesgo analizados. La prevalencia además va subiendo de forma “progresiva y exponencial” de acuerdo con la acumulación de factores de riesgo. Y así alcanza ya al 10,4% de la población con sólo dos factores de riesgo, y así hasta llegar al mencionado 52,3% de sujetos con 8-10 FRCV.
La prevalencia de ERC pasa del 10% al 15% en 6 años
Uno de cada siete adultos padece Enfermedad Renal Crónica en España, una prevalencia del 15,1%, más elevada de la estimada en estudios previos (alrededor del 10%, según EPIRCE 2010), y similar ya por tanto a la de Estados Unidos. Así lo muestra un estudio que ha sido presentado con motivo de la celebración del Congreso S.E.N. La investigación, cuyo objetivo era estimar la prevalencia de Enfermedad Renal Crónica (ERC) en el territorio español, se ha realizado mediante el análisis de la información recogida en el mencionado estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), un estudio epidemiológico de ámbito nacional con una muestra poblacional de 11.505 sujetos, realizado por el Departamento de Medicina Preventiva y Salud de la Universidad Autónoma de Madrid y dirigido por los Profesores José Ramón Banegas y Fernando Rodríguez-Artalejo, y en el que especialistas en Nefrología han colaborado en el análisis e interpretación de los datos relacionados con la presencia de ERC.
Los resultados de este trabajo, presentado por Manuel Gorostidi, nefrólogo del Hospital Universitario Central de Asturias, revelan que la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica es de un 15,1% y afecta mayoritariamente a varones de edad avanzada y con enfermedad cardiovascular. Así, la investigación arrojó que la prevalencia de la ERC en varones fue del 23,1% frente al 7,3% en mujeres. También mostró que la prevalencia crece con la edad (4,8% en sujetos menores de 44 y 37% en sujetos de más de 65 años). “Estos datos son una prueba más de que es necesario un mayor esfuerzo en el abordaje de la ERC”, afirma la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), la doctora María Dolores del Pino, quien opina que España cuenta con una estrategia acertada que debe ser ejecutada en su integridad. “De poco sirve tener clara la hoja de ruta, si no se sigue y no se realiza un seguimiento permanente de la ejecución de las medidas necesarias”.
Avalado el trasplante renal en mayores de 70 años
Por otro lado, el trasplante renal en receptores de más de 70 años se ha asociado a una supervivencia de injerto similar a la de receptores más jóvenes. Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio basado en 889 casos de trasplantes renales que se presenta durante el 47º Congreso de la Sociedad Española de Nefrología, y que sostiene que el trasplante renal sí es una opción adecuada para los pacientes de edad más avanzada. Según los registros de la S.E.N., 55.000 personas se encuentran en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) en España, de los que aproximadamente la mitad han recibido un trasplante. Sin embargo, esta medida no suele considerarse como una opción de TRS en pacientes de edad tan avanzada, incluyéndose en lista de espera sólo entre el 1,5 y 3,4% de los mayores de 70 años. El objetivo de este estudio ha sido comparar la evolución tras el trasplante renal de receptores de más de 70 años de edad (R>70) con receptores adultos de menor edad, cuyo seguimiento se ha llevado a cabo a lo largo de 7 años y cuyos donantes fueron, en su mayoría, donantes con criterios expandidos de edad elevada.
El trabajo demuestra que, aunque los pacientes R>70 presentaron mayor número de incompatibilidades, el rechazo agudo en el postrasplante inmediato fue menor en estos pacientes que en aquellos menores de 70 años, cuya tasa de rechazo fue de un 14,2% en comparación con el 4,3% de los pacientes más mayores. Por su parte, la creatinina sérica (un compuesto orgánico producido por la degradación de la creatinina, uno de los principales nutrientes de los músculos) fue ligeramente mayor en los pacientes R>70 durante los dos primeros años, aunque la supervivencia de injerto fue similar, siendo las principales causas de fracaso del injerto en pacientes mayores de 70 años las mismas que la de los pacientes más jóvenes.
Referencias
1. Hatzinger M, e. (2017). The history of kidney transplantation - PubMed - NCBI. [online] Ncbi.nlm.nih.gov. Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27518791
2. Organización Nacional de Trasplantes. Ont.es. (2017). Trasplante de páncreas. [online] Available at: http://www.ont.es/home/Paginas/Trasplantedepancreas.aspx
3. Organización Nacional de Trasplantes. Ont.es. (2017). Trasplante de hígado. [online] Available at: http://www.ont.es/home/Paginas/Trasplantedehigado.aspx [Accessed 26 Sep. 2017].
4. Organización Nacional de Trasplantes. Ont.es. (2017). Primer trasplante cardiaco. [online] Available at: http://www.ont.es/home/Paginas/Primertrasplantecardiaco.aspx [Accessed 26 Sep. 2017].