Redacción Farmacosalud.com
La compañía GSK ha anunciado resultados positivos del estudio clínico de fase III en relación a RSVPreF3, su vacuna candidata frente al virus respiratorio sincitial (VRS) para adultos de 60 años de edad o mayores de esta franja etaria. El nuevo suero, que es seguro y apto para todos los rangos de edad avanzada, incluso si los ancianos presentan fragilidad, ha demostrado una eficacia global del 82,6% (96,95% IC, 57,9–94,1, n= 7 de 12.466 vs. 40 de 12.494) frente a la enfermedad por VRS del tracto respiratorio inferior, alcanzando el objetivo primario del estudio. Asimismo, se ha observado una alta eficacia frente a la enfermedad grave del tracto respiratorio inferior -TRI- (94,1%), consistente en adultos entre los 70-79 años (93,8%) y en adultos con comorbilidades subyacentes (94,6%).
“Con los datos del ensayo clínico se puede asegurar que la eficacia es comparable en todos los grupos de edad, si bien es cierto que en el grupo de más mayores, que es muy difícil que participen en los ensayos clínicos por razones de fragilidad en el desplazamiento, etc., no se ha alcanzado una medida de eficacia robusta (si hay pocos participantes los resultados pueden ser poco robustos)”, explica el Dr. Javier Díez Domingo, miembro del Área de Investigación en Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO), en Valencia.
Sin eventos adversos graves
RSVPreF3 fue bien tolerada, con un perfil de seguridad favorable. Los eventos adversos observados fueron, normalmente, de leves a moderados y transitorios, siendo los más frecuentes el dolor en el lugar de la inyección, la fatiga, la mialgia y el dolor de cabeza. “Lo más importante de una vacuna es que sea muy segura, ya que se va a administrar a personas ‘sanas’ para prevenir enfermedades. Por tanto, se hace un análisis exhaustivo de la seguridad de estos preparados antes y después de comercializarse. Con esta vacuna no se ha asociado ningún efecto adverso grave, por lo que con los datos que tenemos, es una vacuna que se puede administrar en personas mayores y frágiles”, afirma Díez Domingo.
Además, se observó una alta eficacia consistente para una variedad de criterios de valoración secundarios preespecificados, lo que destaca el impacto que el suero candidato podría tener en las poblaciones con mayor riesgo de sufrir las graves consecuencias de la infección por el VRS. La utilidad frente a la enfermedad grave del tracto respiratorio inferior (RSV-LRTD: lower respiratory tract disease, por sus siglas en inglés) se definía así cuando se presentaban al menos dos signos en el tracto respiratorio inferior, o cuando fue considerada como grave por parte del investigador y confirmada por el comité externo, siendo del 94,1% (95% IC, 62,4–99,9, n= 1 de 12.466 vs. 17 de 12.494). En pacientes con comorbilidades preexistentes, como patologías cardiorrespiratorias y endocrino-metabólicas subyacentes, la eficacia fue del 94,6% (95% IC, 65,9–99,9, n= 1 de 4.937 vs. 18 de 4.861), con un 93,8% (95% IC, 60,2-99,9, 1 de 4.487 vs. 16 de 4.487) de eficacia observada en adultos de 70-79 años de edad.
“Son resultados verdaderamente excepcionales”
La eficacia del nuevo preparado vacunal frente a la LRTD fue consistente en los subtipos de VRS-A y VRS-B (84,6%; IC 32,1–98,3, n= 2 de 12.466 frente a 13 de 12.494 y 80,9%; IC 49,4–94,3, n= 5 de 12.466 frente a 26 de 12.494, respectivamente), de acuerdo con la robusta respuesta de anticuerpos neutralizantes generada frente a ambos subtipos. Para Tony Wood, chief scientific officer de GSK, “estos son resultados verdaderamente excepcionales, dado que hoy en día el VRS sigue siendo una de las principales enfermedades infecciosas sin vacuna, a pesar de llevarse más de 60 años de investigación. Creemos que con la alta eficacia que se ha demostrado en este ensayo pivotal, nuestra vacuna candidata tiene el potencial de ayudar a reducir significativamente la carga global de la enfermedad asociada al VRS en adultos mayores, incluidos aquellos con mayor riesgo debido a su edad o las comorbilidades subyacentes que puedan presentar”.
Basándose en estos datos de fase III, la compañía prevé llevar a cabo las presentaciones a las agencias regulatorias antes de que acabe este 2022. El suero candidato de subunidades frente al VRS de GSK para adultos mayores contiene un antígeno de glicoproteína F de pre-fusión del VRS recombinante (RSVPreF3) combinado con el adyuvante patentado de GSK, el AS01E.
Un patógeno que se manifiesta en pulmones y vías respiratorias
El estudio de fase III AReSVi 006 (Adult Respiratory Syncytial Virus) es un estudio aleatorizado, controlado con placebo, ciego al observador y multinacional para demostrar la eficacia de una dosis única de la vacuna adyuvada en investigación RSVPreF3 OA de GSK en adultos mayores de 60 años. Aproximadamente han participado un total de 25.000 personas de 17 países, entre ellos España, donde han participado 1.087 personas en 16 centros. Este ensayo es parte de un programa integral de generación de evidencia de VRS realizado por GSK. Se continuará evaluando un esquema de revacunación anual y la protección a largo plazo durante varias temporadas después de una dosis del suero candidato contra el VRS.
El ensayo AReSVi 006 está siendo monitorizado de manera continua para valorar la seguridad, de tal modo que los datos obtenidos son revisados tanto interna como externamente, en este último caso por un Comité Independiente de Monitorización de Datos. El sistema adyuvante AS01 patentado por GSK contiene el adyuvante QS-21 Stimulon® con licencia de Antigenics Inc, una subsidiaria de propiedad total de Agenus Inc.
El virus respiratorio sincitial o VRS es un virus común que afecta a los pulmones y las vías respiratorias. Es una de las principales dolencias infecciosas para la que actualmente no existe ninguna vacuna ni tratamiento específico en adultos. Las personas mayores tienen un alto riesgo de enfermedad grave por VRS debido a la disminución de la inmunidad asociada a la edad y las comorbilidades médicas subyacentes que puedan padecer. El VRS puede exacerbar patologías, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma y la insuficiencia cardíaca crónica, y puede provocar complicaciones graves, como neumonía, hospitalización y muerte. Cada año, el VRS causa más de 420.000 hospitalizaciones y 29.000 muertes en adultos en países industrializados de todo el mundo. Los adultos con afecciones médicas subyacentes presentan tasas de hospitalización más altas que los adultos sin estas patologías.
Mantener una distancia física con respecto a los niños, una manera de prevenir el VRS en ancianos
“El VRS es un virus que afecta las vías respiratorias y es más grave en aquellas personas que están inmunocomprometidas, bien por la inmunosenescencia o bien por enfermedades crónicas -tales como diabetes, EPOC, cardiopatías, etc.- en las que se es más propenso a padecer este tipo de infecciones. Durante la pandemia por coronavirus se ha visto que las medidas de distanciamiento físico han ayudado a disminuir la circulación de virus como el de la gripe o el VRS. No está claro si este cambio en la circulación de virus ha sido solo por las mascarillas + distanciamiento o también por el fenómeno de interferencia viral, que significa que cuando un virus circula ampliamente compite con otros virus, que dejan de circular”, apunta el Dr. Díez Domingo.
A la espera de que pueda aprobarse una vacuna contra el VRS para sujetos de edad avanzada, en ancianos actualmente sólo se puede prevenir esta infección evitando el contacto con los niños, que son los grandes transmisores de dicho patógeno. Así pues, con respecto al virus respiratorio sincitial, y al contrario de lo que ocurre con el coronavirus SARS-CoV-2 (causante del COVID-19), “son los niños los grandes transmisores, por lo que las medidas de distanciamiento debería hacerse con respecto a ellos, como sería no ver o no besar a los nietos, por ejemplo… pero eso es algo a lo que la sociedad no está dispuesta. Por ello el impacto de las medidas no farmacológicas en la prevención de la infección por VRS podría tener un efecto muy limitado”, aduce el experto del FISABIO.
¿Por qué ha costado tanto encontrar vacunas candidatas para la inmunización en adultos?
El VRS es un virus que tiene una gran capacidad de escapar al sistema inmune del ser humano. Aunque se conocía que la proteína F (de fusión) es la más inmunógena, no ha sido hasta el desarrollo de la cristalografía de proteínas cuando se ha visto que esta proteína cambia su conformación tridimensional al unirse a la célula humana. “La conformación previa a la unión, llamada pre-F, presenta los sitios antigénicos mucho mejor, pero por el contrario es muy inestable. Por ello, hasta que no se ha conseguido estabilizar la proteína Pre-F, no se ha tenido una vacuna eficaz para el adulto mayor”, remarca Díez Domingo.
“También es de destacar que hasta hace unos 15-20 años se pensaba que el VRS afectaba exclusivamente al lactante, por lo que no se le prestaba atención en el adulto. No fue hasta la aparición de la PCR que se empezó a ver el gran impacto que este virus tiene en el adulto”, concluye.