Redacción Farmacosalud.com
La firma Penumbra, Inc. (NYSE: PEN), especializada en terapias intervencionistas, ha anunciado la presentación de los resultados del ensayo ASTER, el primer ensayo independiente, prospectivo, randomizado que compara el uso del sistema de aspiración de Penumbra con stent retriever, en la Conferencia Internacional sobre ictus de Houston, Texas. El ensayo ASTER ofrece datos adicionales que respaldan el uso del sistema de aspiración de Penumbra como un método de trombectomía efectivo de primera línea para el ictus isquémico agudo como parte de la técnica ADAPT (Aspiración directa como primer paso, en sus siglas en inglés).
El Sistema Penumbra está constituido por catéteres de reperfusión de gran diámetro de guía, muy flexibles y navegables que utilizan la potencia de aspiración total de la bomba Penumbra Pump MAX™ a través de su tubo de aspiración Hi-Flow. El Sistema Penumbra permite a los médicos usar la aspiración, la cual actúa como un ‘vacío’ mínimamente invasivo en la arteria, para eliminar del cerebro los coágulos sanguíneos provocados por el ictus de manera segura y efectiva. El Sistema Penumbra es el único sistema de aspiración integrado aprobado por la FDA para la revascularización de pacientes con ictus isquémico.
La técnica ADAPT, un ahorro de tiempo
“El estudio ASTER demuestra que comenzar con el sistema de aspiración de Penumbra como parte de la técnica ADAPT es similar a la técnica de stent retriever, señala el Dr. Michel Piotin, investigador principal y neurorradiólogo intervencionista del Hospital Rothschild Fondation de París. “La técnica ADAPT ofrece la posibilidad de añadir de forma sencilla un stent retriever tras la aspiración de Penumbra en caso necesario, lo que ahorra tiempo”. Los datos muestran que la comparación de la técnica ADAPT es favorable: un 85,4% de los pacientes tratados con el sistema de aspiración de Penumbra cumplían el punto final primario de TICI 2b/3 al final del procedimiento en comparación con el 83,1% de los pacientes tratados con stent retriever (p=0,53). Además, el 63,0% de los pacientes tratados con el sistema de aspiración de Penumbra cumplían el punto final secundario de TICI 2b/3 después del tratamiento de primera línea en comparación con el 67,7% con stent retriever (p=0,33).
“El ensayo ASTER no muestra ninguna diferencia significativa en la tasa de revascularización ni en cuanto a seguridad entre el uso de la técnica de trombectomía, el sistema de aspiración de Penumbra y stent retriever, en pacientes con ictus isquémico agudo con oclusiones en grandes vasos”, sostiene el Dr. Bertrand Lapergue, de la División de Neurología del Centro del Ictus, en el Hospital Foch de la Universidad Versailles Saint-Quentin en Yvelines (Francia) y coordinador científico del estudio. “Los amplios criterios de elegibilidad logrados en el ensayo ASTER hacen generalizables los resultados para la mayoría de los pacientes con ictus con oclusiones en los grandes vasos”. Los puntos finales secundarios de seguridad presentados, que incluían embolización de nuevos territorios (ENT) y hemorragia intracraneal sintomática (sICH), no mostraban diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos.
El ensayo ASTER (ADAPT frente a stent retriever [Adapt versus StEnt Retriever]) es un estudio prospectivo, randomizado, controlado, que comparó la seguridad y eficacia del sistema de aspiración de Penumbra usado en primera línea como parte de la técnica ADAPT frente a los stent retrievers. El punto final primario fue la revascularización al final del procedimiento (TICI 2b/3). El estudio incluyó a 381 pacientes de ocho centros de Francia durante doce meses, desde octubre de 2015. Penumbra ofreció una financiación institucional para el apoyo del ensayo ASTER.
El ictus provoca dificultad para reconocer emociones en las caras
Dos estudios realizados en el Hospital Aita Menni, centro sanitario vasco dedicado a la atención de los enfermos mentales, personas con daño cerebral y el cuidado de personas mayores, han estudiado la irritabilidad y las dificultades para reconocer las emociones en las caras. Ambas investigaciones han sido presentadas en una sesión denominada ‘psicopatología del ictus’ en el XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psicogeriatría y Congreso de la Asociación Europea de Psiquiatría Geriátrica que se ha celebrado en Bilbao.
Así, se ha contestado que muchas de las personas que han padecido un ataque cerebral presentan irritabilidad, lo que conlleva que los afectados puedan mostrarse agresivos y enfadarse, haciendo muy difícil la convivencia. En cuanto a la capacidad de reconocimiento de las emociones de las caras en pacientes con ictus, los enfermos fueron sometidos a la Prueba de Evaluación de Reconocimiento de Emociones (PERE). La prueba está compuesta por 54 imágenes de sujetos que expresan facialmente las 6 emociones básicas (felicidad, tristeza, enfado, asco, miedo, sorpresa) y una expresión neutra. Este test ha sido probado en esquizofrenia pero nunca antes había sido usado en pacientes con ictus. En este contexto, se observó que el 70% de los enfermos de accidente cerebrovascular presentaban graves dificultades en el reconocimiento de emociones.