Redacción Farmacosalud.com
Con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Depresión, este 13 de enero la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), patronal de los cuidados a personas mayores, destaca el papel fundamental de los recursos asistenciales como las residencias, centros de día, ayuda a domicilio o teleasistencia para prevenir la soledad no deseada y la depresión en la población de edad avanzada.
En España, un 20% de las personas mayores de 65 años declara niveles altos de soledad, un 25% de aislamiento social y una de cada cuatro sufre depresión1. La soledad puede afectar a la calidad de vida y la salud de los ancianos considerablemente y, en este sentido, el secretario general de AESTE, Jesús Cubero, afirma que “la soledad no deseada es una experiencia muy frecuente entre aquellos que acuden a centros de mayores, muchas veces para conseguir el acompañamiento y calidez que ofrecen los centros y el sector de los cuidados en general”. Además, añade que el número de centros residenciales en territorio español es de “aproximadamente 5.567, lo que se traduce en 384.251 plazas residenciales que ayudan a evitar este aislamiento social y mejorar la calidad de vida de los mayores”.
Trabajadores cualificados
Los sujetos con más 65 años de edad representan en España casi el 20% de la población y se prevé que este porcentaje crezca significativamente en los próximos años; por ello, “contar con un modelo asistencial que fomente la sociabilización y el envejecimiento activo es clave para prevenir la soledad en los mayores y garantizar su autonomía personal y capacidad de decisión durante el mayor tiempo posible”, apunta Cubero.
Para las personas de avanzada edad, los vínculos sociales constituyen un factor de protección importante frente a la depresión y al deterioro cognitivo. “Para evitar que se den estos escenarios, en las residencias los usuarios tienen acceso a terapias y actividades de ocio y tiempo libre con las que trabajan su bienestar físico, social y emocional”, afirma Cubero. Por otro lado, los centros de día también permiten a los mayores mantenerse socialmente activos y mejorar su estado emocional ante situaciones de ansiedad, depresión o duelo.
Contar con profesionales cualificados y con formación específica en las residencias es fundamental para que los residentes puedan ser atendidos en todo momento y reciban la atención más adecuada a su situación, necesidades y preferencias. Desde AESTE reafirman la necesidad de que se alcance un sistema de cuidados accesible para los ancianos que requieran esos servicios, flexibles según varíen las necesidades y de libre elección para los usuarios.
Referencias
1. Datos del proyecto de investigación Quality of Life and Ageing in Spain, Sweden and Portugal (QASP), del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).