Redacción Farmacosalud.com
Un equipo de investigadores del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona ha conseguido reproducir en ratones de laboratorio un tumor pediátrico en las diferentes etapas de su evolución, temprana (en el momento del diagnóstico) y tardía (cuando la enfermedad reaparece), con el fin de analizar cómo se producen las resistencias a la medicación. Se trata del sarcoma de Ewing, un tumor que se diagnostica cada año a unos 50 niños y adolescentes en España. Este tipo de tumor suele responder bien a la quimioterapia, pero un elevado porcentaje de pacientes recae tiempo después y los tumores tardíos se muestran más resistentes a los tratamientos.
Después de años de investigación para conseguir establecer parejas de avatares tumorales de varios pacientes en dos fases de su enfermedad, los investigadores han utilizado una técnica llamada microdiálisis, que permite recolectar muestras del interior de los tumores y analizar in situ si los fármacos acceden dentro de la célula cancerígena. Este tipo de estudio en muestras emparejadas, que se hace por primera vez en el mundo, ha permitido descubrir que en la etapa temprana de la enfermedad el fármaco consigue acceder al interior de las células cancerígenas y destruirlas, mientras que en la etapa de recaída algunos de estos tumores generan un escudo, la glicoproteína P (relacionada con la resistencia a los fármacos), que impermeabiliza a la célula.
La proteína ‘resistente’, 10.000 veces más abundante
Los investigadores han observado que en algunos de estos tumores en recaída esta proteína llega a ser hasta 10.000 veces más abundante que en el tumor temprano. Los resultados de este estudio han sido publicados en una de las revistas más importantes en el ámbito de la farmacología, ‘Journal of Controlled Release’.
El líder del trabajo, Ángel Montero Carcaboso, resalta que estos estudios pueden traducirse en un futuro en una aplicación clínica. "Hemos encontrado que la mayoría de los tumores en recaída se asemejan mucho genéticamente a los tumores tempranos, pero están en cierto modo aislados de la quimioterapia, porque se arman de bombas para ‘achicar’ el fármaco hacia fuera de las células tumorales. Es por eso que debemos aplicar nuevos tratamientos que mejoren la penetración de los fármacos en los tumores", señala.
Una de las principales dificultades con las que se han encontrado los investigadores es la de generar los avatares de los tumores de los pacientes. "Este estudio nos ha costado años porque solo uno de cada tres tumores se consigue injertar con éxito en los ratones. Haber obtenido modelos de avatares emparejados de un mismo paciente es un gran éxito, nunca descrito antes en cáncer pediátrico, y puede resultar muy útil en el futuro para entender cómo cada paciente evoluciona ante los tratamientos, y para poder seleccionar tratamientos personalizados", explica Helena Castillo Écija, primera autora del estudio. Los investigadores están estudiando actualmente qué propiedades de los tumores favorecen la penetración selectiva de los fármacos, para poder desarrollar tratamientos más activos y seguros.