Redacción farmacosalud.com
El dolor sufrido en algunos casos de neuralgia postherpética, una de las complicaciones de la infección por Herpes Zóster, “lleva incluso a los pacientes a desear la muerte”, ha explicado la doctora y médico de familia María José Álvarez Pasquín. Se trata de un dolor “muy potente” que “se alivia poco con la medicación” existente, según ha destacado Álvarez Pasquín. Estos métodos terapéuticos tienen “bastantes efectos secundarios”, hasta tal punto que “a veces no se sabe si invalida más el propio dolor o la propia medicación”, ha revelado la doctora.
Las molestias invalidantes de la neuralgia postherpética irrumpen con posterioridad a los tres meses de haber desaparecido las lesiones agudas de la infección.
La incidencia de Herpes Zóster, 4 casos por cada mil habitantes
La mejor manera de prevenir la infección por Herpes Zóster es vacunarse. Para esta patología, la vacuna tiene una eficacia que ronda el 70% en población menor de 70 años de edad, mientras que por encima de esa edad el porcentaje oscila entre el 40-50%. En este último caso no es tan eficaz para prevenir la aparición de la infección, sino para proteger de complicaciones tipo neuralgia postherpética. Aunque la edad indicada para vacunarse de Herpes Zóster oscila entre los 60-70 años, Álvarez Pasquín apuesta por los 65 años, sobre todo en “población de más riesgo como pacientes diabéticos, o con enfermedades reumáticas o patología inflamatoria-intestinal”.
La infección por Herpes Zóster, cuya incidencia es de 4 casos por cada 1.000 habitantes, afecta habitualmente a población inmunodeprimida (por cáncer, población sometida a tratamiento con corticoides o a tratamientos por enfermedades reumatológicas, entre otras dolencias). La infección incide primordialmente en personas mayores de 50 años (a partir de esa edad comienza la llamada inmunosenescencia, o menor funcionalidad del sistema inmunológico), según ha detallado la facultativa.
La infección puede llegar a provocar ceguera
Aparte de la ya referida neuralgia postherpética, otras complicaciones que con frecuencia se derivan del Herpes Zóster son la infección de vesículas, la infección oftálmica (puede llegar a provocar ceguera), infecciones sistémicas (suelen ocurrir en pacientes inmunodeprimidos) e infecciones en órganos internos como el pulmón y el hígado.