Redacción Farmacosalud.com
Por piel seca se entiende aquella piel caracterizada por falta de humedad y por la presentación de un aspecto escamoso, todo ello debido a un funcionamiento defectuoso de la matriz intercelular. Esta afección, cuya primera manifestación clínica es el picor o prurito, puede presentarse acompañando a muchas enfermedades generales y otras dermatológicas como la anorexia, la deshidratación por diferentes motivos, problemas de tiroides, tipos de ictiosis, dermatitis atópica, etc. “Aquellas personas con piel seca o con enfermedades inflamatorias deben disminuir en lo posible el uso del jabón y emplearlo solo en las áreas de mayor sudoración”, destaca la doctora Montserrat Pérez, dermatóloga de la Clínica Dermatológica de Moragas (Barcelona).
“El frío y la contaminación ambiental influyen en la piel de forma importante debido a la vasoconstricción, es decir, los capilares se contraen y disminuye la afluencia de sangre, la irrigación. Llega menos cantidad de oxígeno y sustancias nutritivas para las células, con lo que su recambio se retarda y se acumulan las células muertas, dando un aspecto anacarado y grisáceo. Sentiremos la piel tirante, mientras que la capa formada por las células muertas impide que la secreción sebácea llegue a la superficie para lubricar y nutrir la epidermis, dejando la piel seca y más sensible”, indica Pérez.
La sequedad cutánea difiere si es en la cara o en el cuerpo, “ya que en la cara hay glándulas sebáceas que normalmente no encontramos en ciertas partes del cuerpo como extremidades superiores e inferiores”, precisa la facultativa.
Las horas de sueño, importantes a la hora de prevenir la sequedad cutánea
Dado que en la aparición de esta alteración dermatológica influyen muchos factores, para prevenirla es primordial adoptar “una alimentación sana y equilibrada” y mantener una “ingesta importante de líquidos”, además de procurarse unas “horas de sueño o de descanso necesarias, escoger un buen producto de limpieza adecuado para nuestro tipo de piel y usar productos hidratantes principalmente después de la ducha o del baño”, indica la dermatóloga.
“Es muy importante -comenta la experta- la hidratación de nuestra piel, básicamente de brazos y piernas, con una sustancia hidratante. Por otro lado, es básico no deshidratar nuestra piel excesivamente con el uso de agua muy caliente en el baño o la ducha y con el uso de jabones agresivos, utilizados frecuentemente en zonas en que no son necesarios; aquellas personas con piel seca o con enfermedades inflamatorias deben disminuir en lo posible el uso del jabón y emplearlo solo en las áreas de mayor sudoración. Nuestra recomendación, en general, es utilizar un jabón con un pH neutro. Por otra parte, hay que evitar el uso de esponjas o guantes si no es con la intención de realizar un efecto ‘peeling’, que en ocasiones puede ser beneficioso. También pueden ser útiles las aguas termales y las curas en balnearios. La piel seca es un síntoma de edad madura, por lo que otra recomendación importante es el uso de fotoprotectores solares durante todo el año”.
En cuanto a las personas que se quejan de piel seca porque lavan los platos con detergentes, la doctora Pérez argumenta que “lavar los platos no es el problema; el problema es hacerlo con frecuencia sin proteger nuestras manos y con jabones agresivos e irritantes. Hay que intentar utilizar guantes para ello. Este desengrase excesivo de nuestras manos se ve incrementado en ocasiones por la manipulación de muchas sustancias y alimentos que también agreden nuestra piel: tomates, cebollas, frutas, etc… El uso de guantes, el secado detallado y minucioso de las manos después de su lavado y la aplicación de cremas hidratantes tantas veces como sea posible impedirá y/o aliviará el cuadro”.
“El uso de suavizantes para la ropa puede agravar la sequedad cutánea”
En paralelo, es obligado preguntarse si determinados detergentes que se utilizan para lavar la ropa pueden agravar la piel seca. La especialista contesta lo siguiente: “Los detergentes per se, no. Lo que puede agravar la sequedad cutánea es el deficiente aclarado y la utilización de acondicionadores o suavizantes que, al impregnar las prendas, se liberan sobre la superficie cutánea”.
Cuando la sequedad cutánea es fruto de la edad y del lógico proceso de envejecimiento, deben tenerse en cuenta los consejos apuntados anteriormente, si bien “quizás necesitaremos sustancias más cremosas y aceites que nos ayuden a lubricar” la piel, sostiene la dermatóloga. Pérez considera que “en ocasiones” la urea puede ser una solución eficaz para combatir la piel seca, en tanto que “acompañando a algunos productos puede ser útil, dependiendo de las concentraciones. De todas formas, si la piel está muy seca, la urea puede incrementar el prurito e irritar”, advierte.