Redacción Farmacosalud.com
Todo el personal sanitario español está esperando como agua de mayo que lleguen los test rápidos de detección del coronavirus, que es el virus causante de la enfermedad COVID-19. En sus formas más graves, el COVID-19 degenera en neumonía -un problema neumológico o respiratorio-, complicación que puede llegar a ser mortal. Así las cosas, ¿qué podemos esperar de las nuevas pruebas diagnósticas? El Dr. Enric Barbeta, presidente de la Societat Catalana de Pneumologia (SOCAP) de l’Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya [Sociedad Catalana de Neumología de la Academia de Ciencias Médicas de Catalunya], se encarga de arrojar luz sobre los pros y contras de cada uno de los sistemas de diagnóstico existentes.
Test PCR
De entrada, cabe decir que la única técnica de detección del coronavirus que se está aplicando por ahora en territorio español es -por calificarla de alguna manera-, la prueba ‘lenta’ o ‘no rápida’, los conocidos como test PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés). Se trata de una técnica de diagnóstico que permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno1, es decir, en este caso identifica directamente el ARN del coronavirus. Los resultados se obtienen en unas 2-3 horas.
“El test PCR es una prueba muy específica, o sea, que si el resultado es positivo, quiere decir que el enfermo está infectado; en otras palabras, que todos los positivos lo son realmente. En cambio, es relativamente poco sensible, dado que su sensibilidad oscila entre el 40 y el 60%, lo que puede dar lugar a falsos negativos. En este sentido, si la prueba da negativo, hay alrededor de un 50% de posibilidades de estar infectado (por más que el resultado sea negativo)”, argumenta Barbeta. "Cuando sospechamos de la presencia del COVID-19 en alguno de nuestros pacientes, le repetimos el test varias veces y, en ocasiones, no sale positivo hasta el tercero porque antes han sido falsos negativos", precisa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ‘período de incubación es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días'2. Una de las grandes ventajas de los test PCR es que son útiles durante el período de incubación, de manera que “pueden detectar enfermos de coronavirus asintomáticos”, afirma el presidente de SOCAP.
Tests rápidos
Las pruebas diagnósticas más ‘veloces’ para el coronavirus son de dos tipos: las serológicas (se basan en una muestra de sangre) y el exudado nasofaríngeo (las muestras se obtienen mediante un frotis de las cavidades nasales o de la boca). Ambos procedimientos pueden tener los resultados en cuestión de unos 10-15 minutos. Para el Dr. Barbeta, estas pruebas son muy útiles porque “si podemos identificar rápidamente los casos positivos y por tanto potencialmente contagiosos, podemos aislarlos inmediatamente del ambiente laboral, familiar, etc con el fin de evitar la transmisión del coronavirus”.
a) Test rápido serológico
En vez de detectar el ARN del virus, el test rápido serológico detecta los anticuerpos que el paciente ha desarrollado contra el virus. Esta prueba presenta una sensibilidad del 97,4%, por lo que prácticamente no da lugar a falsos negativos, y una especificidad del 99%, de ahí que la tasa de falsos positivos sea casi inexistente. No obstante, tiene el hándicap de que no es útil para ‘descubrir’ a enfermos de coronavirus en la fase inicial de la infección, cuando la inmensa mayoría de pacientes son asintomáticos, ya que “se necesita como mínimo una semana desde el momento de la infección para que el paciente desarrolle anticuerpos”, explica al experto. Así pues, esta técnica no es útil al menos durante la primera semana de incubación del coronavirus.
b) Test rápido de exudado nasofaríngeo
El test rápido de exudado nasofaríngeo detecta antígenos o proteínas del coronavirus. Su especificidad es buena y, según tiene entendido el Dr. Barbeta a partir de las fuentes que él mismo ha consultado, “es más sensible que el PCR”, de lo que se deduce que reduce la posibilidad de obtención de falsos negativos, si bien ese porcentaje de sensibilidad le es desconocido por el momento.
Dado que esta prueba reconoce proteínas del propio virus, se está en disposición de detectar a personas con coronavirus aún asintomáticas, igual que la prueba de PCR. Esto diferencia a estos dos test de la técnica rápida serológica, que recordemos que está invalidada como método diagnóstico durante la primera semana de incubación del coronavirus.
¿Qué utilidad tienen los test cuando el enfermo ya se ha curado?
La verdad es que el coronavirus es, en la última etapa de su propia existencia, un patógeno realmente recalcitrante. Tanto es así, que los enfermos de COVID-19 que se curan deben seguir aislados 15 días tras recuperarse, ya que aún pueden contagiar a otras personas; un riesgo poco probable, pero factible. E incluso ese período puede alargarse algo más.
En el caso de los pacientes curados, si los test PCR y de exudado nasofaríngeo salen positivos quiere decir que esas personas siguen teniendo el virus y, por tanto, todavía pueden transmitir la afección. Si salen negativos, es que los pacientes ya pueden volver a la normalidad y dar por acabado su aislamiento, puesto que ya no pueden contagiar el coronavirus. “Algunos individuos siguen dando positivo más allá de los 15 días porque no han eliminado del todo el virus. Lo que hacen en Italia, donde tienen más experiencia que nosotros en esta crisis, es mantener el aislamiento mientras no haya dos test PCR negativos. Nosotros en el hospital tenemos una compañera que se infectó. Una vez recuperada, le repetimos el test antes de su vuelta al trabajo y, a pesar de que llevaba ya 15 días curada, volvió a dar positivo, con lo cual tuvo que seguir aislada. En Italia, para volver al trabajo, exigen dos test negativos con más de 24 horas de diferencia: hoy debe salir negativo y pasado mañana otra vez negativo”.
Sin embargo, la prueba rápida serológica -basada en la detección de anticuerpos desarrollados contra el coronavirus ‘invasor’- arrojará siempre resultados positivos tras la curación porque la persona ya ha incorporado a su sistema inmune los anticuerpos generados contra el COVID-19. Por lo tanto, aquí el test carece de utilidad diagnóstica.
Investigadores del Centro Nacional de Microbiología explican paso a paso cómo funciona el test rápido de exudado nasofaríngeo / Vídeo: Óscar Zaragoza / Fuente: Instituto de Salud Carlos III
¿Tests rápidos en farmacias y en casa?
En principio, los test rápidos de coronavirus son de uso médico y hospitalario, por lo que sólo pueden ser aplicados en centros sanitarios. Barbeta no es partidario de que puedan usarse en farmacias e incluso libremente, es decir, en el propio domicilio manipulados por los propios ciudadanos y sin supervisión médica: “No sería muy adecuado que los usaran los particulares, ni tan siquiera en las farmacias, porque todas las pruebas médicas o análisis tienen una especificidad y sensibilidad y esto varía mucho en función de la probabilidad que tiene el usuario de tener una enfermedad. O sea, que si esta prueba se hiciera en farmacias o en casas de particulares, los resultados obtenidos podrían ser interpretados erróneamente en función de las patologías o no que presentara la persona. Y todo ello podría llevar a mucha confusión… podría llevar a resultados que nos confundieran más que nos ayudasen”.
Referencias
1. Instituto de Salud Carlos III. Pruebas de diagnóstico del coronavirus: ¿qué es la PCR?, ¿qué son los test rápidos? ¿en qué se diferencian? Marzo 2020. Difusión online: https://www.isciii.es/InformacionCiudadanos/DivulgacionCulturaCientifica/DivulgacionISCIII/Paginas/Divulgacion/COVID19_PCR_test.aspx
2. OMS. Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19). 2019-2020. Difusión online: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses