Redacción Farmacosalud.com
El reconocimiento facial, los asistentes para las compras online, los navegadores y los pagos digitales son algunos de los sistemas de inteligencia artificial (IA) con los que interaccionamos diariamente y que, cada vez estarán más presentes. En la práctica clínica, la aplicación de la IA es ya una realidad tanto en la prevención como en el diagnóstico y tratamiento, tal como se ha evidenciado durante los últimos dos meses debido a la crisis provocada por el coronavirus.
En línea con su objetivo de divulgar y generar conocimiento sobre la medicina del futuro, la Fundación Instituto Roche (FIR) ha elaborado el documento ‘Hablando sobre Inteligencia Artificial’, segundo de esta colección, que pretende acercar esta nueva disciplina a la población general.
La Inteligencia Artificial, tiene como objetivo desarrollar sistemas inteligentes, capaces de aprender y adaptarse, tomando como referencia la inteligencia humana, para identificar patrones y tendencias que permitan tomar decisiones. “Para la Fundación Instituto Roche, contribuir al desarrollo de un sistema sanitario innovador y sostenible es fundamental y la IA es una herramienta clave con numerosas aplicaciones en ámbitos diversos como educación, formación, comercio y, cómo no, salud y biotecnología”, afirma la directora gerente de la Fundación Instituto Roche, Consuelo Martín de Dios.
Con este telón de fondo, la Fundación recuerda los beneficios que se pueden extraer de la utilización de la IA, cuyo potencial se irá demostrando en el futuro, tal y como se recoge en la tercera de las reflexiones virtuales de la iniciativa #FIRmásallá de la Fundación Instituto Roche, en la que el subdirector general de Inteligencia Artificial y Tecnologías Habilitadoras Digitales de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Fernando Martín, a propósito de la pandemia por Coronavirus, revisa el papel de la Inteligencia Artificial en la Salud Pública.
Aplicaciones de la IA en Salud
Hasta hace relativamente poco tiempo, había dificultades para el almacenaje y análisis de grandes cantidades de datos que permitiesen nutrir a los diferentes sistemas de Inteligencia Artificial y, por tanto, obtener conclusiones de valor. Hoy en día, el contexto es incomparable y no solo será posible almacenar y procesar todos los datos disponibles en relación con un individuo y generar información basada en sus características, sino que conseguirá que las intervenciones médicas preventivas, diagnósticas y terapéuticas sean más eficaces y seguras. Una realidad que se traducirá en la implantación de una verdadera Medicina Personalizada de Precisión.
La Inteligencia Artificial tiene numerosas aplicaciones:
a) en la práctica clínica, para la realización de diagnósticos más precisos y la elección de tratamientos específicos
b) en la investigación biomédica y traslacional, para la identificación y desarrollo de nuevos fármacos
c) en salud pública, para el hallazgo y la predicción de riesgos, como ya se está llevando a cabo en algunos países para el rastreo de contactos de personas infectadas por coronavirus
Sin embargo, como resalta la directora gerente de la Fundación, “a pesar del gran desarrollo de tecnologías basadas en Inteligencia Artificial en Medicina, debemos ser cautos y recordar que todavía queda mucho para su absoluta implantación en la clínica de forma generalizada”.