Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) ha sido el primer centro de Europa en incluir pacientes en dos ensayos clínicos que probarán la eficacia de un nuevo filtro sanguíneo para el tratamiento de infecciones como la COVID-19 o la sepsis. Este sistema, conocido como Seraph 100, es capaz de unirse a los microorganismos de la sangre y disminuir la cantidad de virus o bacterias que hay presentes. Ahora se estudiará su capacidad para mejorar la evolución clínica de los pacientes que tienen la infección. Esta tecnología ha sido desarrollada por ExThera Medical y se probó por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Ahora se validará en España en el Hospital Vall d’Hebron y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, juntamente con la empresa Cardiolink.
El nuevo sistema se basa en el hecho de que, en ocasiones, la gravedad de las infecciones se asocia a la cantidad de patógenos que hay en la sangre, ya que implica una respuesta inmunitaria sistémica muy intensa. “Se ha comprobado ya que Seraph 100 es capaz de reducir la carga viral en sangre. Ahora, en el caso de la COVID-19, queremos estudiar si eliminar el SARS-CoV-2 de la sangre es suficiente para disminuir la gravedad de los pacientes”, explica el Dr. Ricard Ferrer, jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebron y jefe del Grupo de Investigación Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). Los estudios que se han llevado a cabo hasta ahora han observado que en determinados casos este procedimiento puede mejorar la función pulmonar y la saturación de oxígeno en pacientes con COVID-19 que estaban críticos.
Partículas parecidas al sulfato de heparán celular
Cuando un patógeno infecta el organismo, en muchas ocasiones necesita unirse a una molécula llamada sulfato de heparán que se encuentra en la superficie de las células. El filtro Seraph 100 consiste en un conjunto de pequeñas partículas formadas por un material parecido a este sulfato de heparán celular. Así, se ha demostrado que muchos tipos de patógenos, entre los cuales se encuentra el SARS-CoV-2, pueden unirse al filtro igual que se unen a las células. Esta tecnología funciona de forma similar a un sistema de hemodiálisis, filtrando la sangre, con el objetivo de que los microorganismos se unan al depurador y se eliminen del torrente sanguíneo. Una sesión de unas 4-6 h sería suficiente para limpiar gran parte de los patógenos que se encuentran en el torrente sanguíneo.
Además de probar Seraph 100 en pacientes con COVID-19, un segundo ensayo analizará su eficacia para eliminar las bacterias en la sangre en casos de sepsis. En estos casos, se administran también antibióticos de amplio espectro. “Esperamos poder tratar la sepsis antes de saber qué patógeno específico está causando la infección, y, por lo tanto, antes de saber cuál es el antibiótico óptico”, comenta el Dr. Ferrer, quien añade, además, que “Seraph 100 nos permitiría ofrecer un tratamiento para las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos más habituales, ya que el filtro es completamente inespecífico”.
Un sistema capaz de unirse también a mediadores de la inflamación
El Seraph 100, como otros tipos de dispositivos depuradores que se utilizan desde hace años en las Unidades de Curas Intensivas (UCI), no solo es capaz de unirse a microorganismos, sino también a mediadores de la inflamación. Por ejemplo, es capaz de eliminar moléculas implicadas en la tormenta de citocinas que se relaciona con la gravedad de las infecciones. Hasta ahora, no se han observado efectos secundarios asociados al uso del novedoso sistema, por lo que los investigadores consideran que podría ser una oportunidad de tratamiento novedosa para todos aquellos pacientes críticos por infecciones de diferentes tipos.
Seraph 100 es una tecnología que ha sido desarrollada por ExThera Medical y se probó por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) del Departamento de Defensa de Estados Unidos. En Estados Unidos se ha probado en 300 pacientes con COVID-19. En Europa, ahora comienzan dos ensayos clínicos para comprobar el impacto del uso de este sistema en la evolución de pacientes tanto con COVID-19 como con sepsis, donde participan el Hospital Vall d’Hebron y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, juntamente con la empresa Cardiolink. En relación al estudio con COVID-19, participarán 42 pacientes. En el caso de la sepsis, se reclutarán 232 personas.