Redacción Farmacosalud.com
La infradotación de recursos humanos en la Atención Primaria (AP) es un grave problema estructural que genera gran preocupación entre los agentes que conforman el sistema sanitario, y que necesita de respuestas urgentes, valientes y disruptivas para poder ofrecer la mejor atención y tratamiento posible a los pacientes y seguir cubriendo las necesidades de la población. Se trata de un problema que se va agravando cada año, ya que no se incorporan suficientes nuevos profesionales especialistas vía MIR (Médico Interno Residente) para cubrir las jubilaciones que se producen, lo que pone en peligro la calidad de este nivel asistencial.
No sólo existe la necesidad de atraer un mayor número de médicos en formación a la Medicina de Familia, sino que una vez completada su etapa formativa, es vital que esos facultativos permanezcan en este nivel asistencial. Por ello, desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) se hace un llamamiento a la acción, para que desde los diferentes ámbitos de decisión se apueste por la adopción de medidas verdaderamente innovadoras que aseguren el futuro de la especialidad y de la AP, tal y como la conoce el Sistema Nacional de Salud español (SNS).
Ofrecer una carrera profesional atractiva
Como sociedad científica pionera de la AP en España comprometida con la promoción y defensa de la Medicina de Familia (MF), SEMERGEN presenta el documento ‘Cómo atraer y retener el talento en Atención Primaria’. El nuevo consenso recoge un conjunto de propuestas de intervención, dirigidas a captar un mayor número de profesionales en el primer escalón asistencial del sistema sanitario y ofrecerles una carrera profesional atractiva que asegure su permanecía en este ámbito.
Según el Dr. José Polo, presidente de SEMERGEN, “todos los actores del ámbito sanitario -los profesionales, los gestores, los pacientes, los representantes políticos- coincidimos en la necesidad urgente de reforzar la AP, tanto en recursos como en capacidades y competencias… pero más allá de los discursos públicos y las promesas electorales, la realidad es que las soluciones no llegan. Hay que pasar a la acción: nuestro sistema sanitario necesita urgentemente un pacto de Estado entre las Comunidades Autónomas (CCAA) y el Gobierno de España”, concluye Polo.
El SNS necesita de una transformación a muchos niveles, y la AP es, probablemente, el ámbito que necesita estos cambios estructurales de manera más evidente y con mayor premura. En los últimos años, se han puesto en marcha distintos planes de actuación para mejorar la dotación de recursos de la AP por parte de las CCAA con el liderazgo del Ministerio de Sanidad. “Sin embargo, y a la vista de la situación actual, se ha demostrado que estas medidas no son suficientes para hacer frente a la crisis del escaso número de facultativos que sufre la AP en nuestro país. Desde SEMERGEN, consideramos que es necesario establecer una hoja de ruta de consenso, en la que se impliquen los máximos decisores en todos los niveles de la Administración, del Gobierno de España y de las CCAA”, apunta el Dr. Rafael Micó, vicepresidente 1º de dicha organización médica. “Pero, además, este consenso debe contar con la participación, implicación y compromiso de las sociedades científicas, las organizaciones colegiales y las asociaciones de pacientes. Sólo a través de este gran acuerdo se conseguirá implantar el cambio disruptivo que la AP y el sistema en su conjunto necesitan”, remarca Micó.
Propuestas de intervención
Las diferentes propuestas consensuadas por los expertos se han organizado en siete áreas de actuación:
1. Formación de Grado, posgrado y formación continua. Necesidad de mejorar la capacitación que reciben los estudiantes de Medicina sobre la especialidad. Entre otros aspectos, se propone incrementar la presencia y el peso de la MF en la etapa de grado, incorporando una asignatura específica, y aumentar el período de rotación en los Centros de Salud. Para todo ello, es necesario implicar a la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades Españolas de Medicina.
2. Puesta en marcha de incentivos integrales que hagan más atractiva la especialidad de MF. Es necesario conocer qué resulta realmente motivador para los médicos jóvenes, mediante un macroestudio cualitativo específico dirigido a conocer la visión y las necesidades que los médicos más jóvenes tienen sobre la AP.
3. Volver a prestigiar la especialidad de MF y el papel del médico de AP. Cambiar el discurso en torno al papel de la AP y de la MF, evitando los mensajes que trasladan una imagen de especialidad saturada y sin recursos y fortaleciendo los mensajes positivos. Igualmente se propone, incentivar a los tutores de los médicos residentes en MF, de forma que participen en esta labor de hacer más atractiva la formación. También se plantea, entre otras medidas, poner en marcha medidas reales que hagan la especialidad más atractiva como propiciar una mayor autonomía de agenda, asignar más tiempo para formación continuada y fomentar la investigación clínica en AP.
Asimismo, cabría la posibilidad de ofrecer tiempo dentro del horario laboral para dedicarlo a la investigación, o mejorar la capacidad de resolución del MF, habilitando un mayor y mejor acceso a pruebas diagnósticas o dotándole de mayor papel en valoración y seguimiento de los tratamientos a pacientes crónicos polimedicados.
4. Revisión y reformulación de la dotación y tareas asignadas a los distintos perfiles del equipo de AP. Entre otras cuestiones, se propone: incrementar la dotación de profesionales de Enfermería y valorar la implementación de un triaje por parte de Enfermería en las consultas de AP, tal y como sucede en Urgencias; asegurar la incorporación de otros perfiles profesionales, como los farmacéuticos comunitarios, los psicólogos o los fisioterapeutas; incorporar el uso de la medicina digital, la telemedicina y la Inteligencia Artificial (IA), especialmente en la tareas repetitivas y que aportan poco valor; seguir avanzando en la implementación completa de la historia clínica única en todo el SNS, y establecer medidas que doten de estabilidad y continuidad a las plantillas de profesionales de AP.
5. Revisar y actualizar el actual sistema MIR para ajustarlo al contexto y necesidades del SNS, dado que en la actualidad está en profunda transformación. Además, se considera necesario debatir acerca del sistema de acceso al grado de Medicina.
6. Establecer un plan específico para zonas rurales o puestos de difícil cobertura, teniendo en cuenta no sólo el salario, sino también otro tipo de ayudas e incentivos, por ejemplo, a la vivienda, así como medidas que permitan la conciliación familiar, una valoración distinta de la antigüedad, impulsar la telemedicina y mejorar la valoración del tiempo ejercido en estas zonas en el apartado de méritos en los concursos de oposición.
7. Establecer indicadores y criterios de medición y evaluación. Para asegurar la implantación efectiva de las medidas que finalmente se decida implementar, es necesario establecer un mecanismo de evaluación del cumplimiento de éstas, liderado por el Ministerio de Sanidad.
En el documento también se plantea la necesidad de trasladar todas estas propuestas a un Plan Integral por la AP que, además de las Administraciones sanitarias, implique a todos aquellos ámbitos y organismos involucrados. En opinión de la Dra. Lourdes Martínez-Berganza, vicepresidenta 2ª de SEMERGEN, “la definición y puesta en marcha de medidas urgentes para la transformación de la AP requiere del compromiso de las distintas Administraciones, para que la implementación de estas medidas sea real en un período de tiempo razonable. Pedimos a los gestores que piensen de manera diferente y favorezcan el diálogo para llegar a un consenso sobre soluciones eficaces, capaces de atraer y retener talento. Sólo de esta forma podremos ofrecer a los MF una carrera profesional atractiva para asegurar su permanencia en este ámbito asistencial”.