Redacción Farmacosalud.com
El doctor Guillermo Álvarez Calatayud, pediatra especialista en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid, es el nuevo presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP). Una de sus prioridades al frente de esta sociedad científica es mantener el carácter multidisciplinar de la SEPyP, lo que abre las puertas a buscar entre la clase médica nuevos ‘invitados’ que quieran recomendar el uso de probióticos. “Con la aparición de nuevas evidencias científicas” en relación al uso de los probióticos, “sería lógico que otros profesionales como dermatólogos, psiquiatras o geriatras se sumen a su empleo”, aduce el doctor. Estos complementos nutricionales están en una clara fase de expansión, tanto por sus indicaciones terapéuticas como por sus formas de presentación. De hecho, Álvarez Calatayud opina que los chicles con probióticos “pueden ser una excelente forma de administrar estas bacterias beneficiosas para, por ejemplo, la prevención de la caries”.
Los probióticos son seres vivos, microrganismos (bacterias o levaduras) que ejercen efectos beneficiosos en nuestro organismo, generalmente en el intestino. Los prebióticos son ingredientes de la comida que se ha visto que alimentan selectivamente a algunas de estas bacterias ‘buenas’, mientras que los simbióticos se definen como una mezcla de probióticos y prebióticos que aportan ventajas para la salud del huésped. Si bien los “prebióticos y simbióticos son los grandes desconocidos del mundo de la microbiota”, ello no impide que “ya se están realizando investigaciones” con ellos “en campos tan importantes como el cáncer o la enfermedad cardiovascular”, revela el nuevo presidente de la SEPyP.
-Usted quiere mantener el carácter multidisciplinar de la SEPyP, con cabida para clínicos de distintas especialidades, e investigadores básicos y de la industria. Dado que la investigación sobre probióticos y prebióticos está dando sorpresas continuamente, ¿qué nuevas disciplinas médicas deberían sumarse a la senda de la SEPyP?
Si bien el empleo de probióticos ha sido recomendado, clásicamente, por especialidades concretas como gastroenterólogos y pediatras, desde hace unos años se ha incorporado la prescripción por otros especialistas médicos como los ginecólogos y alergólogos. Esta paulatina implantación en la práctica clínica también ha repercutido en otras disciplinas como los farmacéuticos, matronas o nutricionistas. Con la aparición de nuevas evidencias científicas sería lógico que otros profesionales como dermatólogos, psiquiatras o geriatras se sumen a su empleo.
-Entre sus nuevos proyectos figura la edición del libro ‘Probióticos, Prebióticos y Salud. Evidencia Científica’. ¿Cómo definiría este trabajo? ¿Cuándo se publicará?
El libro de la SEPyP es un fiel reflejo del carácter multidisciplinar de nuestra sociedad científica, tanto por la participación de diferentes expertos en el mismo -tanto clínicos como investigadores-, como por los profesionales a quien va destinada la obra, cuya finalidad es la divulgación de los conocimientos actuales sobre la microbiota autóctona y su aplicación clínica con el empleo de probióticos y prebióticos. Saldrá a la calle esta primavera con toda probabilidad.
-¿Qué otros proyectos tiene en mente para llevar a cabo durante su mandato?
Creo que muy importante consolidar lo que hasta ahora ha realizado la Junta Directiva fundadora de la SEPyP, que ha estado presidida de manera excelente por el Dr. Francisco Guarner. Sólo el hecho de conseguir que profesionales sanitarios de distintas disciplinas e investigadores compartan sus conocimientos y experiencias en un Workshop anual es un reto difícil de igualar. De esta manera pueden salir adelante proyectos como el libro referido anteriormente, los cursos de formación a diferentes profesionales, la realización de estudios de postgrado o la aplicación clínica de los estudios realizados en el laboratorio.
-¿Qué avances y novedades destacaría del ‘VII Workshop Probióticos, Prebióticos y Salud. Evidencia Científica’, celebrado recientemente?
Creo que las conferencias impartidas en el Workshop celebrado en Sevilla han reforzado el papel que pueden jugar los alimentos funcionales en la nutrición en las diferentes etapas de la vida. Es de agradecer a los organizadores la oportunidad de haber contado con un excelente panel de expertos en distintos temas como lo acredita la ponencia sobre psicobióticos que impartió Timothy Dinan.
-¿Existen evidencias científicas de que los probióticos puedan ayudar a las personas con autismo?
Cada vez son más numerosos los estudios que intentan relacionar la disbiosis de la microbiota intestinal que ocurre en los pacientes con trastornos del espectro autista con las alteraciones en su comportamiento, si bien son necesarios más estudios para considerar el empleo de probióticos de una manera sistemática en estos pacientes.
-En cuanto a la enfermedad celiaca, el único tratamiento existente es una dieta exenta de gluten. Sin embargo, se comenta que en un futuro la administración de bifidobacterias podría producir efectos beneficiosos en los pacientes. ¿Hay estudios realizados o bien en proyecto que vayan en esa dirección?
Desde hace unos años existen varios estudios que han confirmado que los pacientes celiacos presentan una microbiota intestinal distinta a los no celiacos, lo que ha abierto muchas expectativas en pacientes y familiares. Sin embargo, en la actualidad la mejor terapia y, muy efectiva por cierto, sigue siendo la dieta sin gluten.
-De resultas de un estudio[1], se llegó a la conclusión de que los chicles probióticos se conservan bien, lo que podría atraer a nuevos consumidores como adolescentes, jóvenes, personas que evitan el consumo de lácteos, etc. ¿Ha llegado el momento del ‘boom’ de los chicles probióticos?
Los chicles con probióticos pueden ser una excelente forma de administrar estas bacterias beneficiosas para, por ejemplo, la prevención de la caries, pero no creo que deban ser la alternativa al poco consumo de lácteos por parte de la población adolescente.
-Un simbiótico se define como una mezcla de probióticos y prebióticos que afecta beneficiosamente al huésped[2]. ¿En qué punto se encuentra actualmente la investigación sobre los simbióticos?
Prebióticos y simbióticos son los grandes desconocidos del mundo de la microbiota. Ya que su uso puede incrementar la diversidad de especies favorables en nuestro intestino, se nos abre un amplio abanico de posibilidades por descubrir sobre sus futuras aplicaciones. De hecho, ya se están realizando investigaciones en campos tan importantes como el cáncer o la enfermedad cardiovascular.
Referencias
1. http://farmacosalud.com/chicles-probioticos-se-conservan-bien-lo-que-podria-atraer-nuevos-potenciales-consumidores/
2. Burns AJ, Rowland IR. Northern Ireland Centre for Diet and Health. School of Biomedical Sciences.University of Ulster.GastroenterolHepatol 2003;26(Supl 1):73-84 http://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-prebioticos-probioticos-prevencion-del-cancer-13043248