Guillermo Castilla / Redacción Farmacosalud.com
“Debemos diferenciar los tratamientos farmacológicos de primera línea de los dispositivos que liberan nicotina, como son los cigarrillos electrónicos”, aconseja el Dr. José Luis Díaz-Maroto, coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de SEMERGEN, quien reconoce que “a pesar de que hay mucha publicidad sobre que el cigarrillo electrónico sirve para dejar de fumar, en este momento hay pocos estudios serios y científicos que avalen esta hipotética eficacia”. Cuando el doctor dice dejar de fumar, por supuesto se refiere a dejar de fumar tabaco convencional.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), en el marco de su congreso nacional que se ha celebrado en Valencia, se subraya la necesidad de diferenciar entre los tratamientos convencionales, que tienen validada su capacidad para facilitar la deshabituación tabáquica y que están soportados por una sólida evidencia científica, y los e-cigarrillos; la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que no hay evidencia que demuestre que el cigarrillo electrónico ayude a los fumadores a abandonar el consumo de tabaco e, incluso, la Agencia Americana del Medicamento (FDA) advierte que el consumo de cigarrillos electrónicos podría aumentar la adicción entre los jóvenes y estimularles a fumar cigarrillos tradicionales.
Si se quiere dejar de fumar sin terapia, las posibilidades de éxito son del 5-10%
Los tratamientos convencionales o tratamientos farmacológicos de primera línea para dejar de fumar (terapia sustitutiva con nicotina, bupropión y vareniclina) tienen desde hace años una eficacia comprobada. “Cuando un paciente fumador quiere dejar de fumar sin ningún tratamiento, las posibilidades de éxito se sitúan en torno a un 5-10%, pero cuando se utiliza tratamiento farmacológico adecuado las posibilidades de éxito se multiplican por tres y hasta por cuatro, es decir, se alcanza una tasa de éxito del 30 al 40%”, asegura el Dr. Díaz-Maroto, que ejerce como médico de Familia en el Centro de Salud Guadalajara – Periférico (Guadalajara).
Sin embargo, dentro de los recursos actualmente disponibles para ayudar a abandonar este hábito aún no pueden incluirse a los cigarrillos electrónicos, han indicado fuentes de SEMERGEN. En este sentido, SEMERGEN está preparando un documento para apoyar que el cigarrillo electrónico sea considerado como un medicamento y, por lo tanto, debería aportar todos los estudios y ensayos clínicos pertinentes y después tendría que ser aprobado por las agencias de medicamentos. En la actualidad, los cigarrillos electrónicos son dispositivos que en el 90% contienen nicotina y “no pueden situarse dentro de ningún esquema terapéutico posible, ya que no son medicamentos”, recuerda el Dr. Díaz-Maroto.
Lo que sí se asume es que, al menos, “es mejor fumar cigarrillo electrónico que cigarrillo tradicional, debido a que el primero no tiene combustión y contiene menos sustancias tóxicas”, destaca el coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de SEMERGEN, quien aclara que “si se comparan, los cigarrillos electrónicos resultan menos dañinos para el organismo, si bien lo ideal es no fumar”. Se estima que un fumador promedio toma cerca de 15 bocanadas en un cigarrillo, lo cual va de 1 a 2 mg de consumo de nicotina por cigarrillo. Comparativamente, 15 bocanadas en un cartucho de 16 mg de un e-cigarrillo equivaldrían a 0,15 mg de nicotina. Por lo tanto, la absorción de nicotina es relativamente menor en un cigarrillo electrónico que en uno normal.
“Se echa en falta campañas sanitarias al estilo de las de Tráfico”
En la actualidad, hay un proyecto de Real Decreto del gobierno que tiende a aclarar la situación de los e-cigarrillos. Se intentan equiparar al tabaco convencional para que cumplan con la legislación vigente en materia de publicidad y venta. En los últimos años se observa que la prevalencia del consumo de tabaco en la población española ha disminuido de forma ostensible, en gran parte debido a “la legislación vigente sobre espacios sin humo”, opina el Dr. Díaz-Maroto, dado que “ha permitido mostrar a la población que lo normal es no fumar, y no como ocurría hace poco tiempo, cuando se fumaba en todos los lugares”. Sin embargo, aún queda margen de mejora. “Se echa en falta la realización de campañas sanitarias por parte de las administraciones sanitarias, al estilo de las campañas que se realizan desde la Dirección General de Tráfico”, exige el representante de SEMERGEN.
Los residentes piden la palabra y adquieren protagonismo
Más de un 60% de las comunicaciones científicas originales que se han enviado al 37º Congreso de SEMERGEN las han firmado residentes; en concreto, del total de 2.469 comunicaciones hay 1.553 que llevan la firma de un residente. Además, de los 3.800 congresistas registrados, casi una cuarta parte eran jóvenes que están en periodo de formación como residentes (unos 800). Desde el punto de vista más académico e investigador, la mesa del estudio PYCAF (estudio acerca de la Prevalencia y características socio-sanitarias del anciano frágil atendido en Atención Primaria) se advierte como un buen punto de encuentro entre residentes, puesto que éste supone el primer estudio diseñado por y para residentes de MFyC en España. Durante el Congreso, además, se ha presentado el manual ‘RESIMECUM’, una guía de bolsillo, práctica y sencilla para facilitar la labor formativa y clínica del residente de Medicina Familiar y Comunitaria y que ha sido elaborada por residentes y tutores de SEMERGEN.