Guillermo Castilla
Un 15% de la población española padece algún tipo de artrosis. Su prevalencia es tres veces superior en mujeres que en hombres y su incidencia es extraordinariamente elevada entre los 60 y 70 años. “Debemos considerar la artrosis como un verdadero paradigma de enfermedad crónica y el problema irá en aumento si no se adoptan medidas urgentes frente a ella, ya que la mayor esperanza de vida y la tendencia al aumento del índice de masa corporal condicionarán un crecimiento muy significativo en la prevalencia de la artrosis en las próximas décadas”, ha afirmado el Dr. Rafael Micó, vicepresidente de SEMERGEN, en el marco de un Foro de debate organizado conjuntamente por la Universidad Europea y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina en Madrid bajo el título de ‘La artrosis como paradigma de cronicidad en España’.
Los expertos han coincidido en reclamar medidas urgentes para afrontar esta situación, como el impulso a la investigación en el primer nivel asistencial, la información y formación al paciente, la correcta y fluida comunicación entre todos los especialistas involucrados en el manejo de la artrosis o la equidad entre comunidades autónomas en el acceso a los mismos fármacos.
El paradigma de enfermedad crónica
Según datos presentados en la jornada, la artrosis es una enfermedad crónica que representa el segundo motivo de consulta en Atención Primaria y el 15% de todas las asistencias en urgencias. Supone el 50% de las consultas relacionadas con el aparato locomotor y hasta un 80% de los pacientes han sido sometidos a pruebas diagnósticas de imagen en menos de 6 meses, lo que supone un coste total de 4.738 millones de euros para la Administración cada año (un 0,5% del PIB nacional).
Además de su impacto económico, la artrosis plantea otros importantes retos. A juicio de Sergio Calvo, director de la Escuela de Doctorado e Investigación de la Universidad Europea, “la adecuada y constante formación del profesional de Atención Primaria, que es a quién acuden en primer término los pacientes, es una obligación y una necesidad”. Sin embargo, como critica el Dr. Rafael Micó, “aún debemos superar numerosas dificultades en comparación con otros países europeos para formarnos y para poder realizar investigación en Atención Primaria en España”.
Resultados del estudio EMARTRO
Una de las investigaciones más ambiciosas que se han realizado en España en el ámbito de la artrosis en Atención Primaria es el estudio EMARTRO (siglas de Estudio para evaluar la coMorbilidad en pacientes afectos de ARTrosis sintomática de ROdilla). Un estudio epidemiológico, observacional, multicéntrico, transversal y comparativo entre pacientes con y sin artrosis, el primero de estas características realizado a nivel nacional por SEMERGEN, con la colaboración de Bioibérica, en el que participaron 1.371 pacientes (tanto de ámbito rural como urbano) y 61 médicos de Atención Primaria de 13 comunidades autónomas.
Gracias a los resultados de este estudio, presentados en este Foro por la Dra. Milagros González, se concluye que el paciente artrósico suele ser mujer (71’4%), con una media de 68 años, jubilado, con un sobrepeso importante (75%) y obesidad (50%), con artrosis en diversas localizaciones y con casi el doble de probabilidad de sufrir otras enfermedades respecto a pacientes sin artrosis de sus mismas características. Sobre todo, presenta hipertensión arterial (62’1%), colesterol (58’3%), diabetes mellitus tipo II (22’1%), reflujo (19%) y osteoporosis (12’2%).
Además, son pacientes que presentan un dolor de moderado a severo y, a pesar de ello, alrededor del 14% no recibe ningún tratamiento para la artrosis. De los que sí lo reciben, el 50% está siendo tratado principalmente con paracetamol. “Este dato es especialmente relevante pues, tal y como demuestran recientes publicaciones, este fármaco no ha demostrado tener eficacia en el tratamiento de la artrosis. También hemos detectado que el 30% de los pacientes toma antiinflamatorios a pesar del elevado riesgo cardiovascular detectado”, explica la Dra. González, que concluye: “La artrosis es una enfermedad inflamatoria crónica y no puede tratarse sólo en sus fases agudas. Estamos ante pacientes polimedicados y de edad avanzada y, por eso, es importante optar por tratamientos, como el condroitín sulfato, que actúen sobre la progresión y los síntomas de la enfermedad pero que, además, sean muy seguros”.