Redacción Farmacosalud.com
La compañía biotecnológica Biogen ha anunciado la aprobación, por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), de peginterferón beta-1a (▼PLEGRIDY®)[1] para el tratamiento de la Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente (EMRR) en adultos, la forma más frecuente de la enfermedad, dado que afecta al 85% de los pacientes[2]. Esta aprobación se basa en los datos positivos extraídos del primer año del estudio ADVANCE[3] que muestran que el tratamiento con peginterferón beta-1a 125 microgramos cada dos semanas reduce significativamente la tasa anual de brotes en un 36%, en comparación con placebo[3].
La pegilación es una de las diferencias más notables de este nuevo tratamiento en comparación con otros interferones. “La pegilación consiste en la modificación de una molécula biológica, conjugándola con un polímero hidrosoluble. Mediante el proceso de pegilación se consigue el cambio en las propiedades de la molécula inicial, mejorando su solubilidad, disminuyendo su capacidad para ocasionar respuestas alérgicas y haciendo posible una menor frecuencia de administración sin pérdida de eficacia. Por ello determinados medicamentos se someten al proceso de pegilación para mejorar sus propiedades”, explica el Dr. Xavier Montalbán, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CEM-CAT) y jefe de Servicio de Neurología-Neuroinmunología del Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona.
Beneficios a corto y largo plazo
Una de las grandes novedades que aporta este medicamento es la reducción significativa en la frecuencia de la administración, un aspecto que influye notablemente en el cumplimiento terapéutico y en la calidad de vida de los pacientes en los que son frecuentes las recaídas que, por lo general, suelen durar algunos días o semanas para luego volver a desaparecer. “Peginterferón beta-1a aporta ventajas fundamentales. El estudio pivotal ADVANCE demostró una mejoría del 54% en el riesgo de progresión de la discapacidad[1] sostenida confirmada a las 24 semanas (análisis post-hoc). En segundo lugar, cabe señalar la comodidad de su administración al tratarse de una inyección subcutánea cada dos semanas. Por último, la baja frecuencia de administración haría que la adherencia fuese muy elevada. Además, es un tratamiento muy bien tolerado”, apunta el Dr. Óscar Fernández, director de Investigación de la UGC Neurociencias.
De la misma opinión es la Dra. Celia Oreja-Guevara, jefa de Sección de Neurología y coordinadora de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, quien destaca la importancia de la comodidad en la administración para una buena adherencia. “Otros interferones se administran en días alternos, tres veces o una vez por semana. Con peginterferón beta-1a los pacientes se lo administran solo dos veces al mes ahorrándose entre doce y quince pinchazos mensuales. El estudio pivotal ADVANCE demostró un perfil de seguridad similar al resto de los interferones en el tratamiento de la esclerosis múltiple remitente recurrente. Asimismo, la adherencia mejora muchísimo, con ella, la eficacia del tratamiento y, por tanto, la calidad de vida de los pacientes”, afirma esta especialista.
La eficacia del fármaco se mantiene a los tres años
La baja frecuencia en la administración de este medicamento refuerza los datos de eficacia del estudio ADVANCE. En la fase controlada con placebo de este estudio clínico aleatorizado, doble ciego, de dos años, en pacientes con EMRR se redujo significativamente la tasa anualizada de brotes en un 36%, en comparación con el brazo de tratamiento con placebo. También disminuyó el riesgo de progresión de la discapacidad sostenida confirmada a las 24 semanas (análisis post-hoc) en un 54% (p=0,0069), el número de nuevas lesiones o lesiones que crecen nuevamente en T2 en un 67% (p<0,0001), el número de lesiones realzadas con Gd en un 86% (p<0,0001) y el número de lesiones hipointensas en T1 en comparación con el brazo de tratamiento con placebo en un 53% (p<0,0001)[1,3].
Del mismo modo, los datos extraídos de otro estudio, el ATTAIN[4], confirmaron que la eficacia de este fármaco se mantiene a los tres años. En este sentido, el 48,7% de los pacientes que recibieron este medicamento de forma continuada cada 2 semanas alcanzaron NEDA (no evidence of disease activity, en su traducción en castellano) definida como ausencia de actividad medible de la enfermedad, en el tercer año. Este parámetro engloba la ausencia de brotes, la ausencia de progresión de la discapacidad confirmada a las 12 semanas y la ausencia de nuevas lesiones en T2 o GD+ en T1[5].
Referencias
1. Ficha técnica Plegridy ®
2. Atlas of MS background: http://www.msif.org/about-us/altas/atlas-of-ms/
3. Calabresi PA, et al.Lancet Neurol 2014; 13: 657–65.
4. Kremenchutzky M, et al. Long term safety and tolerability of peginterferon beta 1-a: interim analysis from ATTAIN, a phaseIII extension study. Presented at the67th Annual Meeting of the American Academy of Neurology.April18-25, 2015, Washington DC
5 ArnoldDL, et al. BMC Neurology2014; 14:240