Redacción Farmacosalud.com
El ámbito de la Anatomía Patológica está viviendo el avance imparable de la denominada patología digital, una nueva metodología de trabajo que se caracteriza por sus soluciones y procedimientos avanzados. Un ejemplo de esta nueva manera de trabajar es la obtención, mediante escaneo, de muestras para el análisis. Según la Dra. Maite Fernández Figueras, directora del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital General de Cataluña del Grupo Quirónsalud (Sant Cugat del Vallés, en Barcelona), este procedimiento de recogida es muy seguro: “Los errores en la recogida digital de la muestra son muy improbables. Los errores de identificación son los mismos que podrían ocurrir en la patología tradicional y se sitúan básicamente en la fase preanalítica, como consecuencia de un etiquetado incorrecto. Por otro lado, la posibilidad de ver en una misma pantalla el escaneado y el número de biopsia y vincularlo al programa informático con que se elabora el dictamen, ayuda a disminuir errores”.
“Es importante que la biopsia esté bien muestreada para que podamos sacar todo el partido a la patología digital”, precisa el Dr. Pablo Cannata, patólogo del Hospital Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y coordinador de sus áreas de Nefropatología, Uropatología y Patología Digital. “Al principio, el principal escollo para la adopción de la patología digital puede ser la fase preanalítica, la preparación de las muestras para su escaneo”, admite Fernández Figueras, quien no obstante matiza que “nadie quiere volver al microscopio cuando tienes la calidad de imagen y las posibilidades que brinda la patología digital”.
¿El principio del fin de los microscopios ópticos?
“Desde el año pasado el 100% de nuestros patólogos utilizan la plataforma de patología digital IMS de Philips como primera opción diagnóstica”, sostiene Cannata. A su juicio, el uso del novedoso instrumento “está demostrando que, en algunos aspectos, la patología digital es superior al análisis por microscopio óptico”. A este respecto, Fernández Figueras destaca que la calidad de imagen de la solución avanzada es “superior”. De todos modos, la consolidación definitiva de la patología digital no marca, ni mucho menos, el principio del fin de los microscopios ópticos, tal y como viene a decir la experta: “Los microscopios ópticos tienen muchas aplicaciones en el laboratorio de Anatomía Patológica: permiten una evaluación inmediata de las preparaciones, ya sea para valorar de forma inmediata el resultado de una técnica, ya sea para no perder tiempo en un estudio intraoperatorio cuando el patólogo está ahí, presencialmente. También son útiles cuando una preparación se rompe y no es adecuada para ser introducida en el escáner”.
“Además -explica la Dra. Fernández Figueras-, la patología digital no ha resuelto el escaneado rutinario a diferentes niveles para ver de forma adecuada imágenes muy pequeñas o muestras gruesas. Ejemplos de estas situaciones serían tinciones para detección de infecciones cuando los gérmenes son muy escasos y pequeños, o algunos estudios citológicos. Finalmente, en los estudios para FISH e inmunofluorescencia, la patología digital está entrando con fuerza, pero todavía tienen que mejorarse sus prestaciones y hacerse asequible a todos los laboratorios”.
Sinergia entre Inteligencia Artificial e Inteligencia Humana
Sea como fuere, la nueva metodología avanzada permite trabajar “de forma más eficiente, segura y rápida”, asegura mediante un comunicado la Dra. Fernández Figueras. “La patología digital nos abre la puerta a la patología computacional y a la aplicación de algoritmos e Inteligencia Artificial (IA) para lograr diagnósticos aún más precisos”, afirma por su parte Cannata.
Por el momento, la IA necesita ser guiada por humanos, si bien la relación que existe entre ambas inteligencias es sinérgica. En algunos casos el humano proporciona material seleccionado y monitoriza los resultados de las tareas de ‘machine learning’, o aprendizaje automático de las máquinas (la IA aprendiendo de sí misma). En otros casos, es importante dejar que la IA identifique cambios morfológicos distintivos en procesos con comportamientos diferentes. “Es probable que la IA sea capaz de detectar alteraciones sutiles -que hasta ahora habían pasado inadvertidas- que puedan proporcionar información útil para el diagnóstico y el pronóstico… o incluso permitan predecir resultados de estudios moleculares y sensibilidad a fármacos”, subraya en declaraciones a www.farmacosalud.com Fernández Figueras.
Otra de las ventajas de la patología digital es que ofrece la posibilidad de comparar varias muestras a la vez, lo que hace el proceso de diagnóstico más ágil y eficiente. “El uso de una pantalla para visualizar muestras nos permite que varios patólogos puedan ver la imagen a la vez e intercambiar opiniones”, comenta la especialista del Hospital General de Cataluña. Esta tecnología también permite “compartir casos con expertos y ayudar a aquellos hospitales donde no hay tantos recursos”, agrega.
“La patología digital nos permite identificar variables histológicas con impacto clínico que no siempre están incluidas en las clasificaciones de las enfermedades”, apunta Cannata. “Gracias al visor IMS de Philips, podemos asignar anotaciones con diferente código de colores a cada tipo de lesión y catalogarlas según su gravedad y actividad. Esto nos facilita ver enseguida el grado de cronicidad y actividad en las lesiones renales, por ejemplo”, detalla el patólogo del Hospital Fundación Jiménez Díaz.
Sin papeles y sin cristales
Aparte de fomentar la interacción científica entre profesionales, la patología digital da la oportunidad de trabajar en condiciones de mayor confort y con más eficiencia, dado que, según remarcan ambos facultativos, se reducen los tiempos para la elaboración de informes. Ello es debido a que se eliminan procesos manuales y de gestión de cristales prediagnóstico. Los cristales prediagnóstico son las preparaciones histológicas teñidas y etiquetadas, listas para ser evaluadas por el patólogo. Tradicionalmente, se entregaban en bandejas junto con las peticiones de biopsia, ambas colocadas en el mismo orden. “Esto suponía un trabajo lento que debía realizarse de forma minuciosa para evitar posibles errores. Actualmente se puede trabajar con ordenación automática, sin papeles y sin cristales”, explica la Dra. Fernández Figueras.
¿Así pues, cuánto tiempo puede ahorrarse por muestra gracias a la solución digital con respecto a los métodos tradicionales de análisis? Parece algo fácil de determinar, pero la verdad es que el cálculo resultante no puede concretarse en cifras exactas porque el desarrollo de cada procedimiento depende del tipo de biopsias y de la experiencia del ‘diagnosticador’. “Así, un patólogo experto suele hacer el diagnóstico con una visión general a pequeños aumentos… y en la patología de rutina se puede ser muy rápido, al tiempo que seguro, ya que se puede reconocer de una mirada las áreas de interés que se salen de lo normal”, establece la experta de Anatomía Patológica.
La pandemia de COVID-19 y el confinamiento derivado de ella han supuesto un gran impulso para la adopción de la patología digital en muchos hospitales españoles. “Gracias a la patología digital hemos podido seguir trabajando al mismo ritmo que antes e incluso seguir formando a residentes”, revela el Dr. Cannata. “Durante la pandemia mi equipo tuvo que confinarse y, gracias a la patología digital, hemos podido seguir trabajando desde casa con la misma eficiencia -o incluso mayor-, algo que no habríamos podido hacer con las técnicas tradicionales”, manifiesta Fernández Figueras.
De todo ese conjunto de avances tecnológicos se ha hablado en el webinar ‘Patología Digital: ¿qué mejoras aporta?’, celebrado recientemente bajo la batuta de la firma Philips Ibérica.