Redacción Farmacosalud.com
“‘¿Para qué va a hacer falta una asociación de pacientes si la obesidad no se reconoce como enfermedad?’”. Con esta pregunta atribuida imaginariamente a una persona con exceso severo de peso, la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ejemplifica una de las razones por las cuales “hay muy pocas asociaciones de pacientes” que reúnan a personas aquejadas de este problema metabólico, siendo “quizás la razón más importante” de ello el hecho de que en España, hasta el momento, la obesidad no haya sido categorizada oficialmente como una enfermedad.
Según informa el Foro Español de Pacientes (FEP), en territorio español únicamente constan dos organizaciones que, como entidades que agrupan a ciudadanos afectados por la obesidad, se enfoquen exclusivamente en dicha condición metabólica, si bien existen otras asociaciones de pacientes (como las de diabetes o cáncer de tiroides) que tienen en cuenta los problemas de salud vinculados al exceso severo de peso.
“Recetar asociacionismo”
Otro de los motivos que explicarían la escasa tendencia al asociacionismo entre las personas obesas es el estigma y la vergüenza que estos pacientes suelen sufrir, ya que son individuos que se sienten observados por los demás y que acostumbran a culparse a sí mismos de su condición, cuando la obesidad es una afección multicausal en la que pueden confluir factores genéticos y ambientales de diversa índole, más allá de los hábitos personales de cada uno. “‘¡Pero si esto es culpa mía!... ¿cómo voy a ir yo pidiendo que me ayuden o que se reconozca [la enfermedad], o que me traten?’”, exclama la Dra. Bretón parafraseando a personas obesas, en un intento por ilustrar el abanico de sentimientos y sensaciones que les afligen.
Para Andoni Lorenzo, presidente del FEP, “es muy importante” que los profesionales sanitarios “receten asociacionismo” porque “se nota muy claramente cuando un paciente ha pasado por una asociación: esa persona está mucho más implicada en su patología; el médico no tiene que estar tan encima de su caso; el paciente ya empieza a preguntar más, empieza a implicarse más… y eso es muy importante”.
Primera edición del premio-beca Rey Sancho I de León
En este contexto, la SEEN y la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) convocan la primera edición del premio-beca Rey Sancho I de León, dirigida a una asociación dedicada a la obesidad. Este monarca español, conocido como Sancho el Craso (935-966) por su destacado exceso de peso, es uno de los primeros registros históricos en los que se menciona un enfoque médico para tratar la obesidad.
La convocatoria del premio-beca pretende promover acciones dirigidas a favorecer la profesionalización de las asociaciones de pacientes dedicadas al exceso severo de peso, contribuir al empoderamiento de estas organizaciones y reclamar el reconocimiento de la obesidad como patología crónica.
La instauración del galardón “es una forma de transmitir a la sociedad en general, y a los pacientes y a los profesionales sanitarios en particular, que la obesidad es una enfermedad crónica, compleja, recidivante, progresiva, sin tratamiento actual definitivo y que, por ello, los pacientes no deben sentirse culpables de sufrirla”, apunta el Dr. Albert Lecube, miembro de SEEDO. “Ni los profesionales sanitarios ni la sociedad debemos culpar a los pacientes por tener exceso de adiposidad: uno no escoge tener obesidad, sino que la obesidad te escoge a ti”, agrega.
Se calcula que, hoy en día, en España un 22% de la población adulta padece problemas ponderales. En concreto, según el Informe Nacional de Salud 2022 y el estudio ENPE (2020), el 53,6% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, y, según el Estudio Aladino 2022, del Ministerio de Sanidad, el 40,6% de los niños españoles de entre 6 y 9 años presentan sobrepeso u obesidad. En el marco de la Atención Primaria, según datos aportados por el estudio IBERICAN, un 33% de los pacientes que acuden a consulta presentan exceso severo de peso (tasa que asciende a más del 55% si se tiene en cuenta la obesidad abdominal).
“Hay que mejorar las estrategias de coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria”
“El médico de Familia es clave en la detección, valoración y seguimiento de las comorbilidades que padecen las personas que viven con obesidad, y también en su prevención y tratamiento”, sostiene la Dra. María Luisa López Díaz-Ufano, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
López Díaz-Ufano, además, pone en valor “no sólo la accesibilidad y conocimiento del entorno familiar que tienen estos profesionales, sino también las actividades comunitarias que pueden realizar, aportando gran valor al paciente y a la comunidad en la que éste vive. Es necesario mejorar las estrategias de coordinación en la asistencia clínica entre Atención Primaria y Hospitalaria, e implicar a los pacientes”.
A juicio de la presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT), Arantxa Sáez Sánchez, “la colaboración entre sociedades científicas y representantes de pacientes aporta un enorme valor, porque combina el conocimiento técnico y médico con la perspectiva y experiencia directa de quienes viven la enfermedad; sin una acción conjunta es más difícil lograr cambios estructurales en la manera en que se aborda la obesidad”.
“El asociacionismo es bajo” en el ámbito del exceso severo de peso, recalca Sáez Sánchez, “especialmente si consideramos la alta prevalencia de la enfermedad. Por eso, este tipo de iniciativas (organizarse mediante una entidad) son esenciales para fortalecer el tejido asociativo y fomentar la participación activa de las personas obesas en la defensa de sus intereses”.