Dr. Sergio Vañó / Redacción Farmacosalud.com
Aunque intentar recuperar el cabello perdido pueda parecer una cuestión meramente estética, en algunos pacientes (especialmente mujeres) el hecho de padecer calvicie puede suponer un problema de autoestima muy importante que repercute muy negativamente en su calidad de vida. “Incluso en algunos casos puede producir problemas psiquiátricos como una depresión. En la Unidad del Hospital Ramón y Cajal he tenido casos de intentos de suicidio en mujeres jóvenes con alopecia”, asegura el Dr. Sergio Vañó, dermatólogo y tricólogo, coordinador de la Unidad de Tricología y estudio de las alopecias del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), y coordinador de Investigación clínica del Servicio de Dermatología de dicho centro hospitalario.
Hay distintos tipos de alopecia que tienen su origen en distintas causas y que se manifiestan de forma diferente en las personas que las sufren[1]. La alopecia, de la que existen más de 100 tipos diferentes, puede clasificarse en varios patrones atendiendo a la causa que la provoca:
Causas físicas
Entre las causas físicas estarían la alopecia de distribución masculina o androgénica (causa genética), alopecia de distribución femenina (causa hereditaria u hormonal), alopecia tóxica (tras fiebre elevada, enfermedad grave, toma de determinados fármacos a dosis elevadas, y por efecto de algunos medicamentos contra el cáncer), alopecia areata (parece que está asociada a enfermedades autoinmunitarias), y alopecia cicatricial (pérdida de folículos capilares que tiene lugar en áreas cicatrizadas; se caracteriza por la destrucción de los folículos pilosos y el reemplazo del tejido lesionado por tejido cicatricial[2]). El Dr. Vañó destaca varios avances terapéuticos registrados en el ámbito de la calvicie asociada a factores físicos:
• Alopecia androgénica: uso del fármaco dutasterida oral (más efectivo que finasterida a igualdad de seguridad), microinyecciones de dutasterida (tratamiento que puede evitar en algunos pacientes realizar tratamiento oral), uso de minoxidil oral a dosis bajas en hombres y mujeres con alopecia androgénica, láser de baja potencia, microneedling (rodillo con microagujas), y terapia con células madre mesenquimales de la grasa. Y por supuesto, los avances en el trasplante capilar con microinjertos, “que permite obtener un resultado totalmente natural”, asevera el facultativo.
• Alopecia areata: uso de fármacos inhibidores de la vía JAK (tofacitinib, ruxolitinib y baricitinib). “Son medicamentos en fase de ensayo clínico, pero que en un futuro serán una terapia muy importante para pacientes con alopecia areata. En la actualidad el tratamiento que usamos de elección en formas extensas de alopecia areata son los minipulsos orales de dexametasona, que es una forma de administrar corticoides que se tolera mejor que la administración continua”, precisa el experto.
• Alopecia frontal fibrosante (una forma de alopecia cicatricial): uso de antiandrógenos como el fármaco dutasterida, que ha demostrado ayudar en la estabilización de esta alopecia cicatricial. También el uso de isotretinoína oral a dosis bajas para mejorar las pápulas faciales.
• Liquen plano pilar (un tipo de alopecia cicatricial): uso de naltrexona oral a dosis bajas, láser de baja potencia y plasma rico en plaquetas.
Causas psicológicas
Entre las causas psicológicas figuran el arrancamiento del cabello o tricotilomanía (hábito nervioso de arrancarse pelo), y la alopecia por estrés.
• En el caso de la tricotilomanía, se ha comprobado que la terapia más efectiva es la terapia conductual, mediante la cual se educa al paciente para evitar que se tire del pelo. También es una buena opción solucionar el problema de base psiquiátrico, en caso de que exista. Algunos medicamentos como la N-acetil-cisteína pueden ser de utilidad.
• En el caso de la alopecia por estrés (llamada también ‘efluvio telógeno’), "es difícil de prevenir. Hay que explicar a los pacientes que es reversible y que el pelo mejora después de la fase de estrés”, indica el Dr. Vañó, a su vez director de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de la clínica Grupo Pedro Jaén, y coordinador electo del Grupo Español de Tricología, Board de la European Hair Research Society.
Varios tratamientos eficaces para la alopecia androgénica
En el terreno de la alopecia androgénica masculina, el tratamiento que ha demostrado mayor efectividad médica “es la combinación de antiandrógenos (dutasterida o finasterida) con minoxidil tópico. A esta terapia primaria se le pueden sumar otras terapias secundarias también efectivas, como las microinyecciones locales de dutasterida, finasterida tópico, láser de baja potencia, plasma rico en plaquetas o microneedling. En algunos casos usamos también el minoxidil oral con buenos resultados”, detalla.
Con respecto a la alopecia androgénica femenina, “el tratamiento más efectivo, según mi experiencia, es el minoxidil. Clásicamente utilizábamos esta terapia vía tópica, pero ya desde hace unos años la usamos vía oral a dosis bajas con excelentes resultados y mejor adherencia terapéutica por parte de la paciente. Además de esta terapia, algunas mujeres se beneficiarán del tratamiento con antiandrógenos orales, así como de las terapias secundarias antes mencionadas, en especial las microinyecciones de dutasterida y el plasma rico en plaquetas”, señala Vañó.
A modo de resumen de las alternativas terapéuticas existentes para ambos sexos, cabe incidir en las siguientes terapias:
-Microinyecciones de dutasterida: procedimiento de infiltración local en el cuero cabelludo que se hace en consulta con anestesia local. Se realiza 2-4 veces al año y permite que el antiandrógeno llegue en concentración muy elevada a la raíz folicular, donde ejerce su efecto positivo. En algunos pacientes permite evitar que tomen tratamiento oral.
-Láser de baja potencia: terapia lumínica que estimula el engrosamiento folicular.
-Otras terapias: finasterida tópico, microneedling, plasma rico en plaquetas. Existen asimismo, nuevas terapias de medicina regenerativa, como el tratamiento con células mesenquimales de la grasa.
De hecho, hoy en día se están utilizando células madre mesenquimales extraídas de la grasa de un paciente para reinyectarlas en esa misma persona, con el fin de combatir algunos tipos de alopecia. “Esta terapia está en el punto inicial de su práctica -refiere el dermatólogo y tricólogo-. Ya se ha demostrado su efectividad y seguridad en ensayos clínicos, pero aún es necesaria más evidencia clínica para determinar qué perfil de pacientes se beneficiarán más de este tratamiento”.
Insistencia científica para ver si la clonación capilar puede ser útil en humanos
Una de las terapias más prometedoras para la alopecia androgénica, la clonación capilar, todavía tendrá que esperar unos años, ya que los resultados preliminares en humanos no han sido todo lo buenos que se esperaban[3]. Según el Dr. Vañó, la clonación capilar rindió mucho en estudios en ratones, “pero el ensayo clínico realizado en humanos fue decepcionante”, de manera que “se está investigando cómo realizar el procedimiento para mejorar esos resultados”.
La clonación capilar consiste en realizar una biopsia de la zona occipital del paciente, cultivarla in vitro para expandir las células madre foliculares, y posteriormente inyectarlas en cuero cabelludo. Parece que el problema en humanos radica en que, cuando se sacan las células madre foliculares de su nicho, pierden sus capacidades inductivas. Si bien existe una intensa investigación en este campo, el especialista cree que “aún quedan muchos años de investigación antes de poder utilizar esta terapia en nuestros pacientes”.
“Muchos pacientes vienen buscando el trasplante capilar, al que ven como su ‘panacea’”
El Dr. Vañó hace especial hincapié en la gran importancia que tiene el adecuado diagnóstico médico y el tratamiento específico para cada tipo de alopecia. “Muchos pacientes vienen a consulta buscando el trasplante capilar, al que ven como su ‘panacea’. Y en muchas ocasiones, no requieren un trasplante capilar, sino un adecuado tratamiento médico de su alopecia… ello será suficiente para mejorar mucho. En otros casos, no podrán realizarse el trasplante capilar por no ser (los pacientes) buenos candidatos. Un porcentaje importante de afectados sí que podrá someterse a este procedimiento, pero éste tendrá un resultado aún mejor si siguen el tratamiento médico que les indique su dermatólogo”, sostiene el galeno.
De acuerdo con el Dr. Vañó, la tricología vive en la actualidad un momento de gran auge investigador en diferentes países, entre ellos en España: “Desde nuestro país se han publicado importantes estudios en los últimos años (entre ellos algunos de nuestro grupo de investigación) en que se describen nuevas terapias, como los minipulsos orales de dexametasona para alopecia areata, las microinyecciones de dutasterida para alopecia androgénica, o el uso de dutasterida para alopecia frontal fibrosante”. De cara al futuro -pronostica el tricólogo- las áreas más relevantes de investigación serán las siguientes:
• Alopecia androgénica: medicina regenerativa, terapia con células madre
• Alopecia areata: nuevas terapias biológicas, como la molécula BNZ-1.
• Alopecia frontal fibrosante: será importante determinar la causa exacta de la enfermedad para poder orientar el tratamiento de forma específica.
Referencias
1. Benedía J., López Gasco P. ‘Alopecia. Tratamiento’. Farmacia Profesional. Vol. 22. Núm. 1. 2008. Difusión online Elsevier: http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-alopecia-tratamiento-13114985
2. Equipo del Instituto del Pelo. Institut Vila-Rovira. ‘Alopecia cicatricial’. 2013. https://www.institutodelpelo.es/alopecia-cicatricial/
3. Fundación Piel Sana de la AEDV. Sergio Vañó Galván. ‘Las diez novedades más importantes en tricología | 2017’. Enero 2018. https://fundacionpielsana.es/pelo/las-diez-novedades-mas-importantes-en-tricologia-2017