Según el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España, si no se reponen con prótesis los dientes extraídos se suelen producir migraciones de los dientes adyacentes hacia el espacio libre y un crecimiento o extrusión del antagonista o antagonistas que mordían contra el ausente. Con el tiempo, esas disfunciones pueden causar defectos de ‘engranaje’ de los dientes que pueden limitar la masticación y provocar dolencias de las articulaciones de la mandíbula. Además, pueden generarse caries entre las piezas vecinas a la extraída y entre la antagonista y sus adyacentes, debido al desajuste de los puntos de contacto, que permiten el empaquetamiento y retención de alimentos entre ellos.
Expertos internacionales estiman que cada año 150 millones de personas en todo el mundo necesitan hacerse una dentadura postiza.
Prótesis removibles y no removibles
Desde un punto de vista meramente científico, una dentadura postiza no es más que una prótesis dental, de las que básicamente existen dos tipos: las removibles, que son aquellas que el paciente puede retirar de la boca y volver a colocar por sus propios medios y por lo tanto sin necesidad de acudir al dentista, y las no removibles, aquellas que se ponen fijas y que sólo puede colocar y retirar un odontólogo.
Recientemente se ha conocido el caso de una empresa israelita que es capaz de fabricar una dentadura postiza en pocos minutos gracias al uso de sistemas digitales y de la técnica 3D.
Limpieza para evitar mal aliento e inflamación de las encías
Se recomienda mantener limpia la dentadura postiza con el fin de evitar mal aliento o inflamación de las encías. En cuanto a las prótesis removibles, antes de dormir deben retirarse de la boca y ponerlas en agua o en un líquido específico para la limpieza de estos aparatos.