Redacción Farmacosalud.com
Muchos son los profesionales de la salud que están lanzando un grito de alarma en España ante la escasez de material para protegerse del contagio frente al coronavirus o enfermedad COVID-19. Por ejemplo, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) asegura que, según una encuesta realizada entre profesionales de Atención Primaria, sólo el 50,8% de ellos dispone de dispensadores de solución hidroalcohólica, sólo el 42,4% tiene contenedores de residuos adecuados en su centro laboral, sólo un 14,9% dispone de mascarillas FFP2 y FFP3 (las mascarillas quirúrgicas no protegen, sólo evitan que se pueda transmitir la enfermedad), hasta un 30% no tiene guantes de protección y sólo un 15% tiene batas impermeables y el 16,2% protectores oculares. ¿Ante este panorama, los guantes de vestir, los pañuelos anudados a la cara, etc. podrían servir como utensilios alternativos de protección? El Dr. Boi Ruiz, doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona (UB), no los ve aconsejables ni para el personal sanitario ni para la población general.
Y es que, según asegura Ruiz, “no parece recomendable utilizar material -de tela el más habitual- que requiera su limpieza continua o periódica después de su uso. Tampoco nadie parece garantizar que complementos de vestir puedan mantener la protección sin su higienización continua. Tampoco sus características son comparables a los materiales que sí ejercen de barrera protectora”.
En caso de recurrir a prendas alternativas: lavado con agua a 60º y jabón tras su uso
Si alguien usara esos recursos alternativos (guantes no sanitarios y pañuelos de vestir) frente al coronavirus y quisiera desinfectarlos, “el lavado con agua a 60º y jabón parece lo recomendable. Pero la frecuencia con que deberían ser higienizados, después de cada uso, y las medidas y controles de seguridad necesarios suponen una importante limitación”, subraya Ruiz, a su vez diplomado en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Alta Dirección y Administración, y director del Instituto Universitario de Pacientes de UIC Barcelona (Universidad Internacional de Catalunya).

Dr. Boi Ruiz
Fuente: UIC Barcelona
De acuerdo con el experto, esos complementos de vestir no son recomendables para el personal sanitario ni tampoco “parecen serlo” para la población general. “Debemos insistir en que el lavado de manos continuo, el evitar tocarse la cara, mantener una distancia social entre las personas de 1’5 m o más y evitar el contacto físico son, hoy por hoy, las medidas más eficaces para evitar el contagio del coronavirus. Pero la mayor de todas es el confinamiento”, recuerda.
En cuanto a las existencias de guantes desechables y mascarillas sanitarias que ahora mismo podrían quedar a disposición de los profesionales de la salud y del sector asistencial, la situación es, a tenor de las palabras del Dr. Ruiz, más que preocupante, dramática: “Por la información que tenemos, se dispone de material de protección como mucho para un par de días más en los centros sanitarios, y no se cuenta con el material necesario en muchas residencias. La falta de material obedece a tres factores: el primero, y principal, es el brusco incremento de la demanda fruto de la necesidad. El segundo, la no disponibilidad de stocks suficientes, y el tercero, las restricciones a la importación”.
“Por lo que parece, y se anuncia -señala-, ahora la oferta para cubrir la demanda es suficiente y el material va a llegar. Pero los procesos administrativos centralizados están retardando algunos aprovisionamientos que la compra directa desde los centros parecía tener solucionados”.
Indignación de los farmacéuticos
En relación con la comparecencia del director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ‘en la que ha descartado públicamente que sea necesario suministrar material de protección para los más de 71.000 profesionales sanitarios de las farmacias’, el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), en consonancia con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, traslada en una nota de prensa ‘la profunda indignación de todos los farmacéuticos españoles’ por considerar a los 71.000 farmacéuticos que trabajan en las 22.071 farmacias comunitarias ‘como profesionales sanitarios no incluidos en los grupos de riesgo’.
Según el comunicado del CACOF, “cada día visitan las farmacias comunitarias de nuestro país 2,3 millones de personas, siendo en muchas ocasiones el farmacéutico el profesional sanitario más cercano a la población, por lo que siempre y en especial en situaciones como la crisis de salud que estamos viviendo, los farmacéuticos atendemos en primera línea y diariamente a miles de ciudadanos, en muchas ocasiones enfermos’.
‘Ya tenemos profesionales contagiados e incluso se ha procedido ya al cierre de algunas farmacias’, se lee en el texto, donde se añade que las farmacias comunitarias son ‘un nivel asistencial más, imprescindible en nuestro Sistema Nacional de Salud’, por lo que los farmacéuticos piden ‘al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas la adecuada protección para nuestros profesionales, tal y como venimos pidiendo desde hace 10 días en diferentes comunicaciones remitidas. Este material será para uso exclusivo de los profesionales que trabajan en las farmacias comunitarias, además de para una reserva, si se considera de ayuda, para personas con síntomas de COVID-19 detectadas en la farmacia, como eficaz y elemental medida de salud pública para evitar contagios’.