Redacción Farmacoalud.com
Los avances en la investigación del cáncer de los últimos años han servido para caracterizar de una forma cada vez más precisa los diferentes tipos de tumor que existen. Esta es una información clave para la medicina de precisión, que busca atacar dianas específicas y mejorar los resultados de los tratamientos. Es el caso, por ejemplo, del cáncer de mama HER2 positivo, que se da en aproximadamente 1 de cada 6 casos de cáncer de mama y que tiende a ser más agresivo que otros subtipos de cáncer.
Una de las estrategias terapéuticas en las que se está trabajando en este tipo de tumores es la inhibición del receptor de HER2 a nivel del dominio de la tirosina quinasa. Ahora se exponen los resultados del ensayo NALA en una publicación en ‘Journal of Clinical Oncology’, cuya primera autora e investigadora principal del estudio es la Dra. Cristina Saura, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron (HUVH) y líder del Grupo de Cáncer de Mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO, en Barcelona). En la publicación también ha participado la Dra. Mafalda Oliveira, oncóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora del Grupo de Cáncer de Mama del VHIO. Ambas Dras. son miembros de la Junta Directiva de SOLTI.
Pacientes que ya habían recibido previamente tratamientos dirigidos anti-HER2
Se trata de un ensayo fase III multicéntrico de registro en pacientes con cáncer de mama HER2+ que ya habían recibido previamente tratamientos dirigidos anti-HER2. El estudio compara neratinib con lapatinib –ambos inhibidores del receptor HER2 a nivel de la tirosina quinasa, el primero de forma irreversible y el segundo de forma reversible– en combinación con capecitabina. Estos resultados ya se habían avanzado en la edición del año pasado del Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y, en base a esto, la combinación de tratamiento cuenta ya con la aprobación en EE.UU. y se espera que este estudio suponga su luz verde en Europa, a la vez que representa una nueva opción terapéutica para las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo.
En total, participaron en el ensayo 621 pacientes a nivel mundial, demostrándose que el tratamiento combinado de neratinib y capecitabina mejora significativamente el tiempo libre de progresión de enfermedad frente a la combinación con lapatinib. Así lo indica la Dra. Saura, quien concreta: “Se ha visto que es posible reducir en un 24% el riesgo de progresión de la enfermedad en pacientes que ya habían sido tratadas previamente al menos con otros dos tratamientos anti-HER2”.
Este ensayo también demostró ser capaz de retrasar la necesidad de tratamiento por aparición de síntomas neurológicos derivados de las metástasis cerebrales de las pacientes, por la buena llegada del fármaco a nivel de sistema nervioso central. “Se trata de una molécula muy pequeña, lo que ayuda a que atraviese la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro. Esto hace que este tratamiento haga efecto sobre los síntomas de las metástasis cerebrales y retrase el tiempo de intervención sobre ellas”, indica. La principal toxicidad de este tratamiento es la digestiva, especialmente la diarrea, que, aunque podría ser una limitación y requiere tratamiento específico para ello, es manejable con los tratamientos actuales.
Coordinación de esfuerzos entre 23 hospitales
El grupo SOLTI ha actuado como coordinador nacional del estudio, en el que han participado 20 hospitales españoles y 3 en Portugal, con una cifra muy destacada de 63 pacientes participantes, lo que supone un 10% de todo el reclutamiento a nivel mundial. La Dra. Saura, que es vocal de la Junta Directiva del grupo de investigación académica, resalta el esfuerzo titánico entre los centros reclutadores del estudio, además del papel de liderazgo del VHIO como grandes reclutadores para este ensayo en España.
Las muestras recogidas en este ensayo NALA, además, están siendo utilizadas para identificar biomarcadores que puedan predecir qué pacientes podrían beneficiarse más de recibir este tipo de tratamientos. En el congreso virtual de cáncer de mama de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que tuvo lugar los días 23 y 24 de mayo se comunicaron estos resultados. En este trabajo, además de la Dras. Saura y Oliveira, también han participado la Dra. Ana Vivancos, jefa del Grupo de Genómica del Cáncer del VHIO y Judit Matito, del mismo grupo, en cuyo laboratorio realizó el análisis en búsqueda de mutaciones mediante NGS con un panel de 57 genes, ejerciendo así de laboratorio de referencia del análisis genómico de todas las muestras del ensayo a nivel internacional. “Este es un claro ejemplo de la investigación traslacional que se realiza en Vall d’Hebron, donde investigadores del VHIO y oncólogos médicos del Hospital trabajamos conjuntamente para ofrecer una medicina personalizada y cada vez más precisa a los pacientes”, comenta la Dra. Vivancos.
“Conseguimos extraer la información genómica de las muestras a pesar de que el material disponible para el estudio era muy limitado. Este trabajo de investigación nos ha permitido explorar de forma retrospectiva múltiples biomarcadores que en un futuro pueden ser importantes a la hora de decidirse por un tipo u otro de tratamiento, y ya ha servido para revelar información interesante y significativa”, explica Vivancos, quien ha coordinado el estudio genómico de todas las muestras de este ensayo. “Así pues, hemos hallado datos que esperamos que puedan ser aplicados a la práctica clínica, como por ejemplo una de las conclusiones que se apuntan: que aquellas pacientes con mutaciones del gen PIK3CA, implicado en el proceso de multiplicación y supervivencia celular, tuvieron un pronóstico adverso, a diferencia de las mutadas en ERBB2 (codificante de la proteína HER2), con un pronóstico más favorable”. En esta misma línea, “hemos podido ver además cómo la expresión cuantitativa de la proteína HER2 estaba relacionada con mejores resultados en las pacientes que recibían neratinib”, apunta Saura.
Ácidos grasos saturados y trans y riesgo de cáncer de mama
Tener altas concentraciones en sangre de la mayoría de los ácidos grasos saturados, algunos monoinsaturados y algunos ácidos grasos trans se relaciona con una mayor densidad mamaria, uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio liderado por investigadores del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, cuyos resultados ha publicado la revista científica ‘The Journal of Nutrition’1. En contraste, los resultados de esta investigación también han revelado que mayores niveles en sangre de ciertos ácidos grasos omega-6 están ligados a una menor proporción de tejido mamario denso.
“Los mecanismos biológicos por los que los ácidos grasos podrían influir en la densidad mamográfica son todavía desconocidos, pudiendo mediar en esta asociación los procesos inflamatorios o un efecto directo sobre el tejido graso de la mama”, explica Virginia Lope, una de las coordinadoras de este estudio epidemiológico. La densidad mamográfica es la cantidad relativa de tejido fibroglandular que se aprecia en color claro en la mamografía, y constituye un importante factor de riesgo de cáncer de mama. El desarrollo de este tejido mamario denso puede verse influenciado por factores dietéticos, por lo que la identificación de los nutrientes que puedan influir en su mayor desarrollo es de especial interés para la prevención de este tipo de neoplasias.
Referencias
1. Lope V, del Pozo M, Criado-Navarro I, Pérez-Gómez B, Pastor-Barriuso R, Ruiz E, et al. Serum Phospholipid Fatty Acids and Mammographic Density in Premenopausal Women. The Journal of Nutrition, 2020; nxaa168, https://doi.org/10.1093/jn/nxaa168