Redacción Farmacosalud.com
Según revela un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg de Baltimore, presentado recientemente en el encuentro anual de la Asociación Americana de Salud Pública de Chicago y que ha analizado 500 sitios online de colectivos antivacunas, más de dos tercios de las webs antivacunas utilizan falsas evidencias científicas y anécdotas personales para convencer de que los preparados vacunales son peligrosos. El estudio ha constatado que estas webs contienen una cantidad considerable de desinformación y pseudociencia y recurren a anécdotas personales para generar polémica y lanzar falsas evidencias sobre los peligros de las vacunas, han apuntado desde la compañía Sanofi Pasteur MSD.
Las vacunas son uno de los métodos preventivos preferidos por los profesionales sanitarios. Han salvado millones de vidas a lo largo de la historia y han cambiado el patrón epidemiológico de numerosas enfermedades infecciosas. Para la Organización Mundial de la Salud las vacunas son la herramienta de salud pública más relevante y que más vidas ha salvado después de la potabilización del agua, han indicado las mismas fuentes. De hecho, este mismo estudio revela que los sitios webs destinados a informar acerca de los beneficios de las vacunas se basan en investigaciones científicas contrastadas y avaladas. El estudio también revela que el 66% de las webs antivacunas analizadas utilizan alusiones a evidencias científicas que en realidad no lo son. Y 3 de cada 10 recurre a anécdotas para apoyar estas afirmaciones.
Varias fuentes de influencia en la toma de decisiones a la hora de vacunar
Las vacunas son una de las herramientas que más satisfacción produce a los profesionales sanitarios, tanto porque han contribuido decisivamente a mejorar la salud de la población, como por su capacidad de modificar el patrón epidemiológico de múltiples enfermedades. Además, los especialistas destacan su carácter coste-eficiente, ya que además de aportar amplios beneficios sobre la salud, ahorran costes al sistema nacional de salud derivados del tratamiento de la enfermedad que previene.
A pesar de que en España las coberturas vacunales en niños son altas, los profesionales sanitarios reconocen que no pueden relajarse, dado que “la implicación del profesional sanitario en la promoción de la vacunación es fundamental para garantizar las actuales coberturas por encima del 95%. Si nos relajamos, es previsible que disminuyan significativamente y no podemos permitir que eso ocurra. Se podría decir que actuamos como muro de contención ante los mensajes desafortunados y cuestionables de las campañas antivacunas que lamentablemente tienen repercusión mediática”, reconoce el Dr. Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS), con motivo de la XVI Jornada de avances en vacunología.
Según declara el Dr. García Pérez, “las vacunas han supuesto para la salud de la población una medida de control fundamental. Gracias a ellas hemos conseguido disminuir la morbilidad y mortalidad de enfermedades infecciosas que causan graves consecuencias antes de iniciarse las campañas sistemáticas de vacunación. Esta situación nos sitúa en una posición de máxima responsabilidad en relación a la salud pública”.
¿Padres más o mejor informados?
La tecnología ha favorecido una mayor accesibilidad a la información y una mayor inmediatez. “Si bien desde un punto de vista cuantitativo es indudable que los padres tienen más amplio y fácil acceso a diferentes fuentes de información, cualitativamente otorgan mayor peso y credibilidad a la información que les facilita su médico”, señala Esteban Bravo, periodista y director general de Cícero Comunicación. “Se podría decir que hoy en día los padres están más informados porque acceden a la información de forma más sencilla, pero es discutible que estén mejor informados, ya que en muchas ocasiones las fuentes de información que consultan no ofrecen información contrastada con base científica. Por ello, es importante conocer las fuentes de información de consulta habitual por los padres. No obstante, en líneas generales, los padres tienen plena confianza en los consejos de los profesionales sanitarios y toman decisiones responsables en materia de prevención”, añade el Dr. García Pérez.
Según pone de manifiesto Esteban Bravo, “el nivel de influencia de los medios de comunicación, redes sociales y profesionales sanitarios es, cada uno en su medida, muy alto. Por ello han de ser especialmente sensibles en todo lo referente a la información en materia de vacunas. En el caso concreto de los medios de comunicación, la norma común es informar desde la responsabilidad y el rigor; el problema es que cuando se da una información frívola, ausente de rigor, sin contrastar, negativa… tiene un impacto muy importante entre la opinión pública”.