Redacción Farmacosalud.com
Kyowa Kirin ha anunciado la inclusión de mogamulizumab en el Sistema Nacional de Salud de España, bajo el nombre comercial de Poteligeo®, para el tratamiento de Micosis Fungoide (MF), uno de los subtipos más comunes de los linfomas cutáneos de células T (LCCT)1. Los LCCT, una forma rara, en ocasiones grave y potencialmente mortal de linfomas no Hodgkin2,3, son procesos que pueden llegar a tener un profundo impacto en el bienestar físico y psicológico de los pacientes2, ya que las alteraciones en la piel y el picor provocan depresión, trastorno en el sueño y fatiga3. Mogamulizumab es el primer tratamiento biológico dirigido contra el receptor CCR4 y aprobado para la Micosis Fungoide y el Síndrome de Sézary (SS). Las Guías de Práctica Clínica señalan que esta terapia ha demostrado una eficacia clínicamente relevante, especialmente en pacientes con afectación sanguínea4.
Los LCCT se presentan principalmente en la piel, pero pueden afectar a la sangre, los ganglios linfáticos y las vísceras, de forma secundaria2,5. Las alteraciones en la piel y el picor provocan depresión, trastorno en el sueño y fatiga6. En palabras del Dr. Octavio Servitje, jefe de servicio en Dermatología Médicoquirurgica en el Hospital Universitari de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), “resulta muy esperanzador que sigamos evolucionando en este campo gracias a la llegada de nuevas terapias para pacientes con Micosis Fungoide, la forma más común de LCCT. Se trata de una cuestión relevante, ya que la calidad de vida de estas personas y de sus familias puede verse muy deteriorada, no sólo debido a las lesiones cutáneas, propias de la enfermedad, sino también a los efectos que puede llegar a tener sobre su salud mental”.
En sus formas iniciales, la MF puede confundirse con otras enfermedades cutáneas comunes
Los LCCT representan alrededor del 4% de todos los casos de linfomas no Hodgkin6 y hasta el 80% de todos los linfomas cutáneos primarios7. Afectan a cerca de 240 personas por cada millón en Europa7. La MF y el SS representan aproximadamente el 60% y el 5% de los LCCT, respectivamente8-9. “En sus formas iniciales, La Micosis Fungoide suele manifestarse con lesiones cutáneas de carácter inespecífico, que pueden confundirse con otras enfermedades cutáneas comunes, como por ejemplo los eccemas o la psoriasis. Por ello, es fundamental realizar una evaluación detallada y un diagnóstico de correlación clínico -patológica”, explica el Dr. Servitje.
La Micosis Fungoide con frecuencia sigue un curso clínico indolente pero un porcentaje de pacientes evolucionan hacia formas agresivas con afectación extracutánea10-11. Según el facultativo, “durante las primeras fases, la MF suele manifestarse en forma de parches y placas rojizas y descamativas que afectan de forma prioritaria las partes del cuerpo menos expuestas al sol. Algunos pacientes pueden evolucionar hacia la fase tumoral en donde aparecerán lesiones abultadas, induradas y con tendencia a la ulceración e infección secundaria”.
La supervivencia de esta enfermedad en estadios avanzados es de alrededor de 4,7 años12. Cuando hay alta carga tumoral en sangre es de 4,68 años frente a 29,28 años, cuando no la hay13. Hasta ahora, en la MF, la mayoría de los tratamientos disponibles rara vez son capaces de inducir remisiones a largo plazo12. Esta nueva alternativa terapéutica constituye el primer tratamiento biológico dirigido contra el receptor CCR4 con indicación para el tratamiento de la MF y SS, tras fallo de una terapia sistémica previa. Las Guías de Práctica Clínica resaltan la eficacia de esta terapia especialmente en pacientes con afectación sanguínea14.
Punto máximo de incidencia de los LCCT a los 80 años de edad
El diagnóstico de LCCT en estadios iniciales es difícil por la presencia de múltiples manifestaciones clínicas4. La mediana del tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico en series retrospectivas es 3-4 años, pero puede exceder las cuatro décadas. Existen publicaciones que indican que el 34% de los pacientes ha presentado una progresión de la enfermedad15.
La incidencia de los LCCT aumenta con la edad, alcanzando su punto máximo alrededor de los 80 años, con picos tempranos (50-60 años) y tardíos (70-80 años)15. Los LCCT son aproximadamente dos veces más comunes en hombres que en mujeres. Se han realizado muy pocos estudios epidemiológicos sobre los factores de riesgo de la MF y SS. Los únicos que se han identificado han sido el sexo masculino, la edad avanzada y la ascendencia afroamericana16. “El tratamiento multidisciplinar y la coordinación entre los distintos especialistas que tratan al paciente es fundamental para el correcto abordaje de la enfermedad y el impacto de la misma en la calidad de vida de quienes la padecen directa o indirectamente”, afirma Servitje.
La terapia estimula la liberación de enzimas tóxicas para las células malignas
El receptor CCR4 ha sido identificado como uno de los principales responsables de la infiltración de los clones malignos de células T a nivel cutáneo17. Esta novedosa terapia se une al receptor CCR4 expresado en la superficie de las células malignas y hace que estas sean reconocidas por las células efectoras de la inmunidad, que liberan enzimas tóxicas que destruyen las células malignas18. En otras palabras, cuando la célula tumoral y la célula efectora se encuentran unidas a esta nueva terapia, las células efectoras liberan gránulos tóxicos que destruyen estas células malignas.
“Esta innovación terapéutica permite ofrecer una alternativa a un grupo de pacientes muy complejo con muy pocas opciones terapéuticas hasta el momento”, comenta el Dr. Servitje. Este novedoso fármaco se ha producido mediante la tecnología Potelligent®, propiedad de Kyowa Kirin. Esta tecnología permite aumentar la efectividad del ataque a las células cancerígenas.
Referencias
1. Wilcox RA. Cutaneous T-cell lymphoma: 2017 update on diagnosis, risk-stratification , and management. Am J Hematol. Oct 2017;92(10):1085–102.
2. Sampogna F, et al. British Journal of Dermatology 2009 160, pp815–822 Cutaneous lymphomas may have a profound impact on patients’ health-related quality of life (HRQoL) and psychological well-being.
3. Vij A, Duvic M. Prevalence and severity of pruritus in cutaneous T cell lymphoma. Int J Dermatol. Aug 2012;51(8):930–4.
4. Willemze R, et al. Ann Oncol. 2018;29(suppl 4):iv30–iv40.
5. Willemze R, et al. Blood. 2019;133(16):1703–1714.
6. Leukaemia and Lymphoma Society. https://www.lls.org/sites/ default/files/file_assets/cutaneoustcelllymphoma.pdf. Accessed: June 2020.
7. Orphanet. https://www.orpha.net/orphacom/cahiers/docs/GB/Prevalence_of_rare_diseases_by_decreasing_prevalence_or_ cases.pdf. Accessed: June 2020.
8. Krejsgaard T, et al. Semin Immunopathol. 2017;39(3):269–282.
9. Trautinger F, et al. Eur J Cancer. 2017;77:57–74.
10. Kim EJ, et al. J Clin Invest. 2005;115:798–812.
11. Wilcox RA. Am J Hematol. 2016;91(1):151–165.
12. Agar NS, Wedgeworth E, Crichton S,Mitchell TJ, Cox M, Ferreira S, et al. Survival Outcomes and Prognostic Factors in Mycosis Fungoides/Sézary Syndrome: Validation of the Revised International Society for Cutaneous Lymphomas/European Organisation for Research and Treatment of Cancer Staging Proposal. J Clin Oncol. 1 Nov 2010;28(31):4730–9.
13. Talpur R, Singh L, Daulat S, Liu P, Seyfer S, Trynosky T, et al. Long-term outcomes of 1,263 patients with mycosis fungoides and Sézary syndrome from 1982 to 2009. Clin Cancer Res. 15 Sep 2012;18(18):5051–60.
14. Dippel E, Assaf C, Becker JC, Bergwelt‐Baildon M, Bernreiter S, Cozzio A, et al. S2k‐Guidelines – Cutaneous lymphomas (ICD10 C82 ‐ C86): Update 2021. J Deutsche Derma Gesell. 2022 Apr;20(4):537–54.
15. Bradford PT, et al. Blood. 2009;113(21):5064–5073.
16. Aschebrook-Kilfoy B, Cocco P,La Vecchia C, Chang ET, Vajdic CM, Kadin ME, et al. Medical history, lifestyle, family history, and occupational risk factors for mycosis fungoides and Sézary syndrome: the InterLymph Non-Hodgkin Lymphoma Subtypes Project. J Natl Cancer Inst Monogr. Aug 2014;2014(48):98–105
17. Duvic M, Evans M, Wang C. Mogamulizumab for the treatment of cutaneous T-cell lymphoma: recent advances and clinical potential. Ther Adv Hematol. Jun 2016;7(3):171–4.
18. Yoshimitsu M, Arima N. Mogamulizumab for the treatment of adult T-cell leukemia/lymphoma. Blood Lymphat Cancer Targets Ther. 18 Dec 2014;5:17.