Redacción Farmacosalud.com
No es lo mismo una vida de ensueño que una vida marcada por el sueño. Ni de lejos es lo mismo. Eso lo sabe de sobras Miguel Amorós, quien ha vivido un montón de anécdotas a lo largo de su vida que dan de todo menos somnolencia cuando se escuchan. Si su vida ha sido de ensueño o no, es un asunto privado que sólo a él le corresponde explicar, si así lo desea. Lo que sí es seguro es que el sueño -mejor dicho, la pésima calidad del sueño- está detrás de ese montón de anécdotas. Miguel sufre apnea del sueño y, al echar la vista atrás, poco más puede hacer que recordar sus vivencias para, de esta manera, poder orientar a quien desconozca o a lo sumo sospeche que padece este mismo problema respiratorio. Y, ante la menor sospecha, una cosa es segura: hay que pedir asesoramiento médico.
La apnea de sueño o SAHS es un trastorno respiratorio que tiene lugar durante el descanso nocturno o reparador y que se caracteriza por la repetida obstrucción de las vías respiratorias. La obstrucción provoca paradas respiratorias que pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos, lo que impide que el sueño ejerza su función reparadora.
“De chiquillo, en los juegos, yo siempre era el último de la cola”
El particular vía crucis de Miguel empezó ya a los 7 años de edad, tal y como él mismo relata: “De chiquillo, en los juegos, yo siempre era el último de la cola. Incluso los más jóvenes estaban por delante de mí. La fatiga, la ansiedad, el hormigueo en los muslos, las piernas inquietas… Y los ronquidos, que cada día eran más frecuentes. Todo este cansancio me llevó a comer más de lo necesario para paliar la fatiga permanente. Y naturalmente me era imposible trasnochar. El problema fue creciendo con la edad: un primer hecho curioso lo viví a los 17 años, cuando me quedé dormido visitando a una amiga ‘especial’ (mi novia). Al trascurrir los años se produjeron más hechos curiosos, como por ejemplo quedarme dormido en el cine, el teatro, etc”.
Si uno duerme muy mal, no resulta extraño que los reflejos se resientan durante las horas diurnas, de manera que la velocidad con que se ejecutan los movimientos puede que no sea, en ocasiones, la misma que si uno ha dormido a pierna suelta. En otras palabras, una de las posibles repercusiones de la apnea del sueño es que el paciente de este trastorno se mueva con excesiva parsimonia. “Tengo infinidad de casos especiales -comenta este vecino de Palma de Mallorca de 63 años de edad-. En el trabajo fui tildado de vago por mi lentitud, lo que me causó problemas laborales. Tenía falta de concentración en la lectura y me quedaba dormido. Los problemas más peligrosos se dieron en la conducción, dado que yo era chófer profesional; inconscientemente, presentía que algo no funcionaba bien en mi cuerpo. La prudencia fue y es mi fiel compañera. Tanto es así, que nunca he sufrido un accidente, pero más de un susto me he llevado por quedarme dormido, se entiende que a la luz del día. En mi época de camionero los dispositivos sonoros que se colocan sobre el asfalto me alertaron varias veces de que me estaba saliendo de la carretera”.
Llegó un momento en que, a ojos de los demás, la conducta de Miguel inducía a pensar que algo iba mal, muy mal. “En una descarga de una mudanza en Ginebra (Suiza), yo trabajaba una hora y dormía dos. Los clientes de la mudanza, alarmados por si yo pudiera estar sufriendo algo grave, llamaron a un doctor, quien me recomendó acudir a mi médico de cabecera. Si yo, que por aquel entonces era trabajador autónomo, hubiera sido asalariado, hoy no podría escribir este relato. Me gustaría subrayar que las empresas, si son sabedoras de una patología como la mía, no te suelen contratar. En mi caso tengo que agradecer a CORREOS y TELÉGRAFOS, donde actualmente estoy empleado -Miguel ya no es camionero-, los años de contratación que he vivido y estoy viviendo”, explica este paciente de apnea.
Una vida lleva de anécdotas puede ser motivo de entretenimiento para quien quiera escucharlas. Pero hay anécdotas y anécdotas, y Miguel dijo basta en el mismo momento en que comprendió que las anécdotas al volante se estaban convirtiendo en veladas amenazas tanto para él como para el resto de usuarios de la carretera: “En las navidades del año 1995 pasé la noche en la frontera de Italia y Francia. Me sentía indispuesto y permanecí un día en el área de servicio. Tardé dos días en llegar a Barcelona, donde pasé solo la Nochebuena. Cuando llegué a mi ciudad, a Palma de Mallorca, dejé mi vida de camionero para preservar mi vida y la de los demás”.
“Conocí el caso de un paciente que dormía en la bañera”
Para Miguel, todo cambió gracias al dispositivo CPAP, que es un aparato que se utiliza mientras se duerme y que mediante una mascarilla ‘sopla’ aire manteniendo abiertas las vías respiratorias, No obstante, algunos pacientes de apnea no toleran del todo este aparato o bien no lo toleran. Incluso surgen problemas con las parejas de esas personas a la hora de intentar dormir. “Cierto es que pasaron tres meses para poder adaptarme a la CPAP… llegada esta tolerancia se crea un hermanamiento y ya no puedes prescindir del mismo. El cambio fue favorable, hubo un 50% de mejora. No tolerarlo hubiera supuesto seguir sufriendo”, señala Miguel.
“Tengo conocimiento de no tolerancia por parte de alguna pareja, pero en determinados casos esa persona puede que use la excusa de la CPAP para dormir en el sofá, con el televisor encendido. También conocí el caso de un paciente que dormía en la bañera para no molestar a su pareja con la CPAP. A los pacientes yo les digo que tienen que acostumbrarse a tolerar este aparato o bien acabarán comprándose un ‘traje de madera’. En cierta ocasión pernocté una semana en una pensión y la dueña del establecimiento me comentó: ‘Usted es el que tiene un aparato para no roncar’. Y yo le respondí: ‘Es para seguir viviendo…’ A los dos días ella me comentó que si esa conversación la hubiera mantenido cuatro meses antes, a su marido, que padecía apnea y no le gustaba llevar la CPAP, le hubiera colocado dicho aparato ‘a martillazos’”. De hecho, el marido había fallecido tras sufrir un ataque de apnea severo, especifica Miguel.
Paradójicamente, hoy en día Miguel trabaja en horario nocturno a pesar de que padece un trastorno que, sin tratamiento, afecta, y mucho, la calidad del sueño. Pero para él, la CPAP es mucha CPAP. O, dicho en otras palabras: su milagro se llama CPAP. “Desde octubre de 1996 me siento vivo y puedo trabajar en cualquier horario. No puedo ejercer la actividad de camionero porque me retiraron los carnets profesionales. Aunque no puedo conducir como chófer profesional, sí que puedo conducir como un usuario particular. Cuando uso mi vehículo no conduzco más de 20 kilómetros si es de noche, mientras que en otras distancias paro cada 50 kilómetros, por precaución”.
‘DORMIR BIEN ES UN SUEÑO ALCANZABLE’
Miguel, que tiene 2 hijos, 3 nietos y vive en pareja, es el cofundador y actualmente presidente de la Asociación de Pacientes de Apneas del Sueño de España (APNESUE). Una de las iniciativas de APNESUE es la activación de la tienda online de ensaimadas www.apnesue.mycomandia.com. Cuando las ventas lo permitan, la intención es abrir un obrador para la elaboración propia que emplee a personas con discapacidad.
‘DORMIR BIEN ES UN SUEÑO ALCANZABLE’ es el lema del Día Mundial del Sueño 2016, que se celebra el 18 de marzo, informa la Sociedad Española de Sueño (SES). El presidente de APNESUE considera que sí, que dormir bien es un sueño más o menos alcanzable para todos aquellos que actualmente padezcan problemas a la hora de conseguir un descanso nocturno o reparador: “Las personas que tenemos apnea reconocida y necesitamos la CPAP recuperamos, gracias a la CPAP, una parte de la calidad de vida que la naturaleza nos restringió y nos prevenimos del peligro de una muerte súbita”.
Con motivo del Día Mundial del Sueño, Miguel pediría a las autoridades sanitarias españolas que hubiera “más participación de los neurólogos y de los médicos que tratan las apneas en el seguimiento y control de las CPAP, en el marco de los trámites necesarios para la renovación del permiso de conducción a los pacientes de apnea. Para esa renovación, los médicos deben tener una constancia cierta de que el paciente de apnea cumple con el tratamiento prescrito, y supuestamente hoy en día esa constancia no les llega por parte de las empresas que suministran los tratamientos CPAP”. Según añade, los afectados de apnea que son chóferes profesionales deben renovar el permiso de conducción cada año, cada dos años en el caso de los pacientes que son conductores particulares.
El diagnóstico de apnea crecerá en España un 4,2% en los próximos 10 años
De acuerdo con el Libro Blanco de la Neumología en España publicado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la apnea del sueño mantendrá su crecimiento durante la próxima década con un incremento de la incidencia del 4,2%, solo 4 décimas por debajo del crecimiento experimentado en los últimos 10 años, que fue del 4,6%. Según SEPAR, en España como mínimo el 25% de la población adulta sufre una apnea relevante y muchos de los afectados no lo saben (a menudo son las parejas o personas que conviven con el paciente los que detectan los síntomas, dado que el enfermo duerme y no percibe sus propios ronquidos ni sus pausas respiratorias). "Tenemos un elevado infradiagnóstico, pero el conocimiento de la población en general y de los profesionales cada día es mayor, obligando a los expertos y a los médicos de Atención Primaria a estar atentos a la presencia de factores de riesgo y llevar a cabo estrategias para detectar esta patología", explica el doctor Carlos Egea, coordinador del Área de Sueño de SEPAR.
El Libro Blanco indica, en este sentido, que el número creciente de visitas en los servicios de neumología relacionadas con la apnea de sueño se debe a una mayor sensibilidad hacia esta patología por parte de otras especialidades médicas y muy concretamente de Atención Primaria, pero también por una mayor demanda de los pacientes que poco a poco conocen mejor esta enfermedad y requieren un mejor diagnóstico y posterior tratamiento.
La causa de la apnea del sueño radica en la alteración de la vía aérea, especialmente la faringe/laringe, que se estrecha e impide el paso del aire, lo que produce el cierre de la vía respiratoria. Este fenómeno se produce por la debilidad o excesiva relajación de la musculatura, por alteraciones anatómicas, factores hereditarios u otras causas desconocidas. “Al cabo de un tiempo más o menos largo, la respiración (cuando se sufre un episodio de apnea) recupera la normalidad con un ronquido fuerte o con un sonido gutural que puede incluso despertar a la persona afectada, impidiendo un sueño continuado”, explica Egea.
Dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el sobrepeso y el alcohol y dejar el tabaco
Las consecuencias de la apnea del sueño pueden dividirse en dos grandes áreas. Por un lado, los efectos físicos derivados de la hipoxia, es decir, de la bajada de los niveles de oxígeno en sangre y en otros órganos debidos a las paradas respiratorias, y que diferentes estudios relacionan con enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la trombosis cerebral, la angina de pecho, el infarto de miocardio y, más recientemente, incluso se está valorando la asociación con cáncer. Por otro lado, los efectos de la falta de un sueño reparador, lo que comporta que las personas que padecen apnea del sueño sientan fatiga, pérdida de concentración, somnolencia diurna e irritabilidad. Todo ello puede desembocar en una mayor siniestralidad laboral o en una mayor incidencia de accidentes de tráfico.
El paciente tipo suele ser un varón con sobrepeso, roncador y mayor de 65 años. Sin embargo, también afecta a las mujeres, especialmente a partir de la menopausia. El facultativo señala que “actualmente los tratamientos que usamos son muy efectivos". Egea se refiere a "la CPAP" y también a "los dispositivos intraorales, por si no se tolera la CPAP o el paciente los demanda como primera opción”. Además, para prevenir la apnea de sueño, el doctor recuerda que adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, hacer ejercicio físico de forma regular, abandonar el tabaco y evitar el alcohol son también pilares principales del tratamiento.
Estrés y preocupaciones, principales causas de los problemas para dormir
Dormir de forma adecuada es, aparte de uno de los placeres más extendidos entre buena parte de la población, un hábito vital si tenemos en cuenta que un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo. Así, un correcto descanso tiene efectos muy positivos para el organismo, ya que reduce la depresión, mejora la memoria, protege el corazón o incrementa la creatividad, entre otros muchos. Pero, ¿cómo duermen los españoles? IMOP y Berbés Asociados han querido conocer, en una nueva edición de la pregunta IMOP-Berbés, la opinión de la población sobre la calidad de su sueño y sobre los problemas que afectan a un adecuado descanso.
Según los resultados obtenidos, un 58% de la población afirma dormir bien, mientras que un 42% reconoce tener problemas para conciliar el sueño (de ellos, un 16% considera que duerme mal y un 26% tiene problemas de forma ocasional). Por lo general, es mayor el número de mujeres que tienen problemas para conciliar el sueño (46%) que el de los hombres (38%). De entre aquellos que tienen dificultad para conciliar el sueño, casi un 50% lo achacan al estrés y las preocupaciones. También afectan a un correcto descanso los problemas derivados de padecer dolores y enfermedades (10%) y tener horarios laborales que complican el sueño (9%).
Entre otros factores que obstaculizan el dormir de forma apropiada destacan estar a cargo de bebés o hijos (5%), la edad (5%), angustia o ansiedad (4%), dormir en otras horas del día (3%), disponer de pocas horas para ello (3%), o ruidos y sonidos externos (2,5%). Otras respuestas señaladas en menor medida por los españoles en este sentido han sido tener una micción frecuente, menopausia, problemas respiratorios o apnea, malas digestiones y padecer el síndrome de las piernas inquietas. Además, un 5% de la población ha apuntado otros factores y un 10% no sabe o no quiere contestar a la pregunta.