Redacción Farmacosalud.com
Las setas no son únicamente un manjar o un motivo lúdico de salida al bosque para quien las busca en su medio natural. También son terapéuticas… en el terreno oncológico, nada más y nada menos. Para el doctor Pere Gascón, consultor sénior del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clinic de Barcelona, los hongos medicinales -o micoterapia- “deben ser parte del tratamiento integral del paciente con cáncer, ya que inducen la apoptosis o muerte de las células cancerígenas y actúan sobre el sistema inmune del paciente”. Según Gascón, todo tipo de tratamiento antitumoral puede admitir como terapia coadyuvante las setas medicinales: “En un estudio realizado por la Fundación Medina se vio que la ingesta de extractos de hongos no compite con los citocromos hepáticos y por tanto se pueden administrar concomitantemente con la quimioterapia”. Y, si bien “cualquier complemento alimentario puede presentar efectos indeseables a quien los toma, afortunadamente casi se desconocen efectos secundarios de los extractos de hongos… se han descrito la aparición de náuseas y heces menos sólidas en casos aislados”.
“Existen más de 5.000 publicaciones en la literatura anglosajona que indican un efecto beneficioso del extracto de ciertos hongos en cáncer. Se ha descrito mejoría de la calidad de vida, reducción de los efectos secundarios inducidos por los tratamientos anticancerosos y mejoría de la supervivencia cuando se administran con la quimioterapia o la radioterapia. Se han identificado y caracterizado la mayoría de principios activos de los hongos; entre ellos se encuentran los terpenoides, los beta-glucanos, los fenoles, los esteroles y complejos polisacárido-proteína como el PSK. La literatura describe propiedades inmunomoduladoras e incluso anticancerosas para ciertos extractos de hongos. Se ha descrito un aumento de los linfocitos citotóxicos y de la actividad de las células NK, entre otros efectos inmunes”, asegura el doctor Gascón, que también es director del Laboratorio de Oncología Molecular y Translacional del Instituto de Investigaciones Biomédicas IDIBAPS (Universidad de Barcelona).
Hay unas setas que lideran a otras en número de estudios contra el cáncer
Gascón ha intervenido en el III Congreso Internacional de la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO) ofreciendo una charla titulada ‘Visión integrativa del oncólogo en el cáncer’. En declaraciones a www.farmacosalud.com, el experto comenta que resulta “muy difícil asignar unas propiedades anticancerosas a una seta en particular para un determinado tipo de tumor. En la literatura hay unos hongos que lideran a otros en número de estudios contra el cáncer; éstos serían: el Ganoderma Lucidum o Reishi, el Corioulus Versicolor o Cola de Pavo, la Grifola frondosa o Maitake, la Lentinula edodes o Shiitake y el Agaricus blazei o Champiñón del Sol”.
Algunos laboratorios han elaborado concentrados de cinco o seis de los hongos que más actividad antitumoral han mostrado ante un determinado tumor, todo en función de la literatura publicada. Ya se pueden adquirir preparados específicos para el cáncer de mama, de próstata, de pulmón y de colon y recto. Así, el tratamiento con extractos de setas medicinales ha demostrado, por ejemplo, inhibir un 40% el crecimiento de las células de carcinoma de colon en humanos, informa mediante un comunicado la firma Hifas da Terra.
Los hongos medicinales, efectivos incluso en casos de tumor avanzado y metastásico
“Los hongos medicinales actúan a distintos niveles, teniendo efectos antimutagénicos -protegen las células sanas de daños genéticos-, de inmunomodulación -favorecen los procesos de inmunovigilancia-, antitumorales -ayuda a frenar la progresión de la masa tumoral-, antiangiogénesis -inhiben la creación de vasos vasculares nuevos que nutren al tumor- y antimetastásicos -dificultan la invasión de las células tumorales a tejidos vecinos-”, señala el especialista. El oncólogo explica que la micoterapia genera “estimulación linfocitaria (aumenta los linfocitos CD8 que actúan contra los tumores) dosis-dependiente, ligada a la prevención de metástasis por el sistema linfocitario y la inducción de apoptosis tumoral en colaboración con los tratamientos de quimioterapia y radioterapia”.
Por todo ello, está claro que las setas medicinales pueden ser útiles en todos los estadíos del cáncer, incluso en fases avanzadas de la enfermedad, tal y como certifica Gascón: “Si uno analiza la literatura, se encontrará que, efectivamente, los hongos se han utilizado para la prevención, como tratamiento adyuvante y contra el tumor avanzado y metastásico. Citaré dos ejemplos: hay un estudio australiano del año 2009 en mujeres chinas que demostró que aquellas que tomaban 4 gramos de Shiitake y Maitake seco al día presentaban un 89% menos de posibilidades de tener cáncer de mama; hay también otro estudio japonés de 2012 en el que se demostró que pacientes con cáncer de estómago avanzado que tomaban Corioulus Versicolor junto a quimioterapia presentaban un 18% más de supervivencia que los pacientes que sólo tomaban quimioterapia”.
De acuerdo con el investigador del IDIBAPS, las personas que reciben, conjuntamente con la quimioterapia, extractos de setas medicinales mejoran frente a los efectos secundarios del tratamiento convencional, consiguiendo una disminución de náuseas y vómitos, un aumento del apetito y una mayor estabilidad emocional, con menor depresión y ansiedad, entre otras ventajas.
“Contamos con diversos estudios publicados sobre la disminución de los efectos secundarios de la quimioterapia en pacientes tratados de forma coadyuvante con extracto del hongo Maitake, que señalan un 37% menos de pacientes con episodios de vómitos tras quimioterapia, un 34% menos de pacientes que padecieron dolor y un 56% menos de pacientes que tuvieron neutropenia -reducción del recuento de neutrófilos sanguíneos, que puede aumentar el riesgo y gravedad de las infecciones bacterianas-“, concreta.
La utilidad de la micoterapia, demostrada en adultos de todas las edades
En cuanto a las edades de quienes se someten a la micoterapia y ven reducidos los eventos adversos asociados a la ‘quimio’ y radioterapia, el oncólogo apunta que “no puedo opinar sobre niños”, pero “sí puedo” hacerlo sobre “adultos de todas las edades, y puedo confirmar que los extractos de hongos favorecen los resultados de la quimioterapia y reducen sus efectos secundarios. Un ejemplo reciente y que estamos realizando un grupo de médicos es la administración de Hericium erinaceus o Melena de León para reducir la neuropatía periférica, causada por el Paclitaxel y el Oxaloplatino. Los resultados que estamos obteniendo son inmejorables, con una marcada reducción del grado de la sintomatología e incluso de su manifestación. Tan pronto tengamos un número adecuado pensamos publicar estos hallazgos. Se conoce que este hongo induce la producción por células del organismo del Nerve Growth Factor (NGF)”.
Por lo que respecta al ámbito de las contraindicaciones, hay dos situaciones en las que el doctor Gascón se mostraría “muy cauto” a la hora de administrar setas medicinales a enfermos oncológicos: “Una es el paciente con un tumor cerebral, al que no daría obviamente Hericium erinaceus / Melena de León por las razones que he explicado anteriormente. La otra situación clínica sería la del paciente que está con anticoagulantes. Es una cuestión de precaución. En este caso, determinaría los parámetros de coagulación a los pocos días de haber iniciado la toma de hongos. Sabemos de la alta sensibilidad que tienen estos pacientes a la hora de presentar alteraciones de sus parámetros de coagulación, a veces con medicinas concomitantes, a veces incluso con la comida. Por ello, y aunque en principio no habría por qué preocuparnos, en mi opinión deberíamos monitorizar sus analíticas”.
Muchos centros internacionales disponen ya de departamentos de oncología integrativa
Por su parte, Catalina Fernández de Ana Portela, bióloga, micóloga y directora general de la compañía biotecnológica Hifas da Terra, corrobora que los hongos medicinales desempeñan un rol de importancia capital en los tratamientos oncológicos debido a la mejora del sistema inmunitario y de la calidad de vida del enfermo y porque favorecen la eficacia de la quimioterapia y radioterapia y minimizan sus efectos secundarios. De hecho, muchos de los grandes centros de oncología mundial disponen ya de departamentos de oncología integrativa donde asesoran al paciente en el uso de terapias complementarias avaladas por la evidencia científica, entre ellas, la micoterapia.
“Tras años de intensa labor de investigación científica en colaboración con instituciones y organizaciones de reconocido prestigio nacional e internacional, en Hifas da Terra desarrollamos el proyecto Mico-Onco Care (Mycotherapy Integrative Care Of), consiguiendo las formulaciones con mayor concentración de principios activos procedentes de extractos de hongos medicinales jamás desarrolladas”, subraya la directora general de Hifas da Terra. Según Fernández de Ana, “antes de elaborar cada una de nuestras formulaciones investigamos las publicaciones científicas recientes y los meta-análisis, y adecuamos las dosis diarias recomendadas a la dosis terapéutica más efectiva, proponiendo para ello altos concentrados de principios activos de hongos medicinales”.
Así, los pacientes oncológicos pueden beneficiarse -de forma cómoda y efectiva- de las propiedades terapéuticas que aportan estos organismos a través de la toma diaria de sólo uno o dos viales (bebible y cápsula) con extracto de diferentes hongos, según el tipo de cáncer que padezcan (Mico-Mama, Mico-Digest, Mico-Pne, etc.)
La oncología integrativa, con dificultades de reconocimiento en España
A pesar de las ventajas que aporta la micoterapia en el ámbito de las estrategias antitumorales, en España hay dificultades para la inclusión de la oncología integrativa (en la cual se encuentra el uso de extractos de setas medicinales) en la medicina convencional contra el cáncer. Tanto es así, que esa inclusión no ha llegado, actualmente, a ningún nivel ni tampoco tiene ninguna "expansión” en la sanidad española, asevera Gascón. “Existe un gran prejuicio hacia todo lo que suene a integrativo -lamenta el experto-. No hay duda de que ha habido abusos bajo este nombre, pero si lo que se utiliza está refrendado por la literatura internacional, si existe evidencia, no debería preocupar a nadie. Hace falta regular y establecer recomendaciones. Al igual que en la medicina alopática hablamos de niveles de evidencia A, B, C y D, podría existir una clasificación parecida para lo que deberían ser tratamientos de soporte o complementarios”.
“Hoy en día existe evidencia de que los extractos de setas son prebióticos, inmunomoduladores, actúan contra el tumor en múltiples niveles, disminuyen los efectos secundarios de los tratamientos antineoplásicos y mejoran la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Centros internacionales contra el cáncer tan famosos como el Memorial Sloan Kettering de Nueva York y el MD Anderson de Houston tienen una sección de Oncología Integrativa y usan extractos de hongos para sus enfermos oncológicos”, certifica.
“Sí que es cierto que cada día vemos más pacientes que toman extractos de hongos por su cuenta. Algún familiar, vecino o conocido les ha informado de sus beneficios y empiezan a tomarlos. Vemos, pues, una necesidad creciente en nuestros pacientes para recabar información sobre el uso de hongos y sus potenciales beneficios”, destaca el doctor Gascón. Sin embargo, “siempre es mejor que acudan a profesionales de la salud que al Dr. Google”, puntualiza.