Guillermo Castilla / Redacción Farmacosalud.com
“En España, el dolor es la segunda causa de consulta en Atención Primaria (AP) y más del 50% de ellas están relacionadas con el dolor crónico. Por tanto, los médicos Familia son los primeros en diagnosticar y tratar las enfermedades que causan dolor, tanto agudo como crónico, de ahí la importancia de la formación continua para un abordaje correcto”, afirma el doctor Antonio Alcántara, presidente del Comité Científico de las II Jornadas Nacionales de Dolor de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), que se han celebrado en el Colegio Oficial de Médicos de Valencia.
“Es precisamente en AP donde el paciente consulta con más frecuencia sus problemas de dolor, debido a la proximidad y al carácter generalista de la misma”, añade el doctor Pedro Ibor, presidente del Comité Organizador. Ante esta situación, los especialistas en Medicina de Familia demandan más formación, especialmente porque tanto en el tratamiento farmacológico como en el no farmacológico se han experimentado importantes avances en los últimos años. “Existe una infraevaluación e infratratamiento del dolor”, alerta Alcántara, quien apunta a las creencias erróneas, el fatalismo, la falta de formación o recursos como algunos de los motivos para explicar esta situación. Según este experto, “dada la alta prevalencia del dolor crónico en la población general, los profesionales de AP, en su práctica clínica habitual, se enfrentan a este problema en un mayor número de pacientes y van a tener que tomar decisiones relacionadas con su tratamiento o abordaje integral en todas sus vertientes, lo que hace patente la necesidad de adquirir una sólida formación en el área del dolor”.
La importancia del paciente activo
Los especialistas reunidos en Valencia señalan que la implicación del paciente es “fundamental”, por lo que es necesario, según destaca el Dr. Ibor, “que tanto los profesionales como la Administración generen herramientas para que puedan participar en el desarrollo de proyectos de salud, como pueden ser las escuelas de pacientes”. De acuerdo con Ibor, “técnicas como el mindfulness” tienen un “relevante interés en el tratamiento de la fibromialgia, así como en otras patologías, en las que el paciente es el principal protagonista, convirtiéndose en un paciente activo. El dolor -puntualiza este experto- “no sólo es una experiencia desagradable para el paciente, sino que también afecta a su entorno más cercano, como familiares, amigos, cuidadores…”
“Desde el Grupo de Trabajo de Dolor de SEMERGEN estamos convencidos de que la mejora en la formación de los profesionales de primer escalón del Sistema Nacional de Salud es una de las inversiones fundamentales para lograr ser más eficientes y resolutivos en el tratamiento de pacientes con dolor, con los beneficios que ello supone para el sistema sanitario”, señala el Dr. Ibor. Por ello, recientemente se ha publicado un “Documento de Consenso en dolor crónico no oncológico (DCNO) en Atención Primaria” con el objetivo de visibilizar la importancia que el Dolor Crónico tiene en el Sistema Sanitario y su repercusión específicamente en AP, elaborado por SEMERGEN junto con las otras dos Sociedades científicas de AP.
La aplicación del mindfulness como vía de tratamiento
Una de las nuevas vías de tratamiento no farmacológico a la hora de gestionar el dolor, e incluida en el programa científico de las Jornadas, es el mindfulness. “La aplicación del mindfulness en pacientes con dolor crónico se basa en la idea de que puede ayudarles a aceptar el dolor y por tanto reducir la evitación, y a tener más control sobre sus procesos atencionales tan ligados a la percepción del dolor”, explica Alcántara. Muchos expertos, según añade, aseguran que las personas que puntúan más alto en mindfulness sienten menos dolor, presentan una mayor calidad de vida y sufren menos emociones negativas. “Esto pone de manifiesto que, si se sufre algún cuadro de dolor crónico, por muy incapacitante que sea, es posible aprender a manejarlo y convivir con él”, concluye.