Redacción Farmacosalud.com
Un programa de entrenamiento domiciliario basado en el uso de videojuegos activos puede mejorar a corto plazo la capacidad de ejercicio, la fuerza muscular y calidad de vida de los niños y adolescentes con Fibrosis Quística, según un estudio publicado en ‘Respiration’ por los fisioterapeutas Tamara del Corral, del Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle, y Jordi Vilaró, de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-URL (Universitat Ramon Llull), miembros de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La Fibrosis Quística es la enfermedad genética autosómica recesiva más común entre la población blanca. Su prevalencia es de 0,737 casos por 10.000 habitantes en Europa. Se trata de un desorden multisistémico que se caracteriza por deficiencias nutricionales e infecciones respiratorias recurrentes causadas por un moco espeso. Se asocia a un declive de la actividad física debido a que los pacientes con este desorden presentan intolerancia al ejercicio y debilidad de los músculos periféricos y se ha visto que este declive de las capacidades físicas sirve como factor predictor del pronóstico y la mortalidad de esta enfermedad.
El tratamiento clásico de la Fibrosis Quística, lento y costoso
El manejo de la Fibrosis Quística incluye la limpieza de las secreciones acumuladas en la vía aérea, medicación, recomendaciones nutricionales y entrenamiento físico. Este tratamiento es lento y costoso, ya que debe aplicarse a diario, por lo que resulta una carga. El tratamiento de la Fibrosis Quística debe incluir, pues, la rehabilitación basada en el ejercicio físico, pero los pacientes con esta enfermedad presentan poca adherencia a los programas de estas prácticas. El estudio publicado en ‘Respiration’ es el primero en demostrar que la modalidad de entrenamiento a domicilio, mediante videojuegos activos, logra mejoras significativas y sostenidas en el tiempo en la capacidad de ejercicio y fuerza muscular en los pacientes jóvenes con Fibrosis Quística. Este estudio ha sido el primer ensayo clínico randomizado en demostrarlo.
Para ello, se reclutó a 39 pacientes, con edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, que se distribuyeron aleatoriamente para formar parte del grupo control o del grupo que participó en el protocolo de entrenamiento domiciliario mediante videojuegos activos. Este protocolo consistió en sesiones de 30-60 minutos cinco días a la semana durante seis semanas utilizando videojuegos activos mediante la plataforma Nintendo WiiTM. A todos los participantes se les evaluó antes de iniciar el ensayo clínico, a las seis semanas y a los 12 meses.
Los pacientes beneficiarios del protocolo puntuaron con valores más altos respecto al grupo control en todas las escalas de medición que se emplearon para evaluar su efectividad, tales como el test de la marcha de seis minutos, el lanzamiento de balón medicinal para medir la fuerza o el Cuestionario Revisado de Fibrosis Quística para evaluar la calidad de vida, entre otras. La adherencia al programa de ejercicio físico fue del 95% durante el periodo de las seis semanas que duró el protocolo, pero decreció durante los doce meses posteriores de seguimiento. Durante el periodo de seguimiento, el 35% de los pacientes dijeron realizar el ejercicio prescrito dos días a la semana, mientras que el 65% confesó que no practicó ejercicio usando los videojuegos activos.
“Hay dificultades para adherirse a las rutinas de ejercicio si la actividad les resulta tediosa”
No obstante, el estudio concluye que este tipo de programa utilizando videojuegos activos logra aumentar la capacidad de ejercicio y la fuerza muscular, así como la calidad de vida de los niños y adolescentes con Fibrosis Quística, y que los efectos beneficiosos de este entrenamiento sobre la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida se mantienen después de 12 meses. “Los pacientes jóvenes tienen dificultades para adherirse a las rutinas de ejercicio cuando la actividad que deben desarrollar les resulta tediosa o no les gusta. Por ello, es importante incorporar, facilitar e incentivar el uso de nuevas herramientas para ayudar a aumentar los niveles de actividad física e incorporar nuevos programas que consideren las complejas realidades sociales y las altas demandas terapéuticas de estos pacientes. Por eso, en nuestro estudio hemos querido evaluar la efectividad de los videojuegos activos, que se han hecho muy populares recientemente, para valorar su eficacia en la mejora de la tolerancia al ejercicio físico en estos pacientes jóvenes”, comenta Tamara del Corral.
El ensayo realizado ha evidenciado una alta aceptación de estas herramientas como modalidad de entrenamiento, puesto que el 100% de los participantes aceptaron la intervención con videojuegos activos, el 60% dijeron disfrutar con ellos y el 46,7% experimentaron un gran confort, aunque el 53,3% dijeron que no querían continuar con el entrenamiento.
El plan de ejercicios, adaptable en función de la edad y las preferencias de cada uno
El entrenamiento físico tiene potenciales efectos terapéuticos en la capacidad de ejercicio, la función pulmonar, la fuerza muscular periférica y la calidad de vida relacionada con la salud en los pacientes con Fibrosis Quística. A pesar de estos beneficios, muchos de estos pacientes, aunque no todos, presentan bajos niveles de actividad física y poca adherencia al entrenamiento físico, debido a la larga duración y lo arduo de los regímenes terapéuticos. En el ensayo clínico realizado, “los buenos resultados que hemos obtenido pueden explicarse por los siguientes factores: intensidad del entrenamiento, que fue de cinco días durante seis semanas; tipo de videojuegos activos utilizado; y el protocolo de entrenamiento que fue diseñado para incluir una combinación de ejercicio aeróbico, fuerza muscular, resistencia y flexibilidad. Además, el programa de ejercicios se puede adaptar en función de la edad y las preferencias de cada paciente”, señala Tamara del Corral.
Por todo ello, “los programas de entrenamiento con videojuegos activos en el domicilio se plantean como una buena alternativa para entrenar a niños y a adolescentes con Fibrosis Quística. Se ha constatado que esta nueva generación de videojuegos que requieren actividad física interactiva tienen potenciales efectos beneficiosos para la salud de los niños usuarios, puesto que aumentan el gasto de energía, ayudan a conseguir niveles moderados de ejercicio físico, reducen el tiempo de sedentarismo, aumentan la fuerza muscular total y mejoran el fitness cardiopulmonar”, recalca Tamara del Corral.