Redacción Farmacosalud.com
El grupo Barcelona Clínic Liver Cancer (BCLC), en el marco del Clínic Barcelona Comprehensive Cancer Center -centro impulsado por el Hospital Clínic, el IDIBAPS y la Universidad de Barcelona (UB)-, ha publicado la nueva versión de las guías para el manejo del carcinoma hepatocelular (CHC), el tipo más frecuente de cáncer primario de hígado. Esta actualización integra los últimos avances en inmunoterapia y opciones ablativas, reforzando de este modo la aplicación de una medicina más estructurada y multidimensional que contemple factores clínicos, personales y emocionales.
El nuevo documento incorpora los últimos avances científicos y mantiene su papel como referencia mundial en la toma de decisiones clínicas. Además, incluye el concepto CUSE (Complejidad – Incertidumbre – Subjetividad – Emoción), una herramienta innovadora que ayuda a los equipos clínicos a tomar decisiones más ajustadas al contexto de cada paciente en el tratamiento del CHC.

Equipo involucrado en la actualización de las guías para el cáncer hepático
Autoría de la imagen: @franciscoavia
Fuente: Hospital Clínic Barcelona
Participación de especialistas internacionales en hepatología, cirugía general y digestiva…
Las guías BCLC 2025, publicadas en ‘Journal of Hepatology’, han sido coordinadas por la Unidad de Oncología Hepática (BCLC) del Clínic-IDIBAPS, dirigida por la Dra. Maria Reig, también investigadora del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), y han contado, además, con la participación de especialistas internacionales en hepatología, cirugía general y digestiva, anatomía patológica, enfermería, radiodiagnóstico, oncología médica y radioterápica y estadística. Además, el experto Xavier Marcet y la Dra. Katharine Damico han colaborado en la creación del concepto CUSE asesorando en sus áreas de referencia.
El carcinoma hepatocelular (CHC) es el tipo más frecuente de cáncer de hígado y suele aparecer en personas con enfermedades hepáticas crónicas, como la cirrosis. Su tratamiento depende de múltiples factores: el tamaño y número de tumores, el estado del hígado y la presencia de otras afecciones, pero también de factores no relacionados directamente con el tumor o el órgano hepático. En muchos casos, no existe una única opción claramente superior para su abordaje, lo que requiere valorar no sólo la evidencia disponible, sino también las características individuales de cada paciente y el contexto en el que se debe tratar.
Radiofrecuencia, microondas…
La nueva versión de las guías BCLC incorpora mejoras significativas que reflejan los avances científicos y clínicos en el tratamiento del cáncer de hígado. Una de las principales novedades es la incorporación de nuevos tratamientos de inmunoterapia que mejoran la supervivencia en sujetos con CHC avanzado. También incluye la posibilidad de seleccionar diversas opciones ablativas en el CHC muy inicial, como la radiofrecuencia, las microondas, EBRT, TARE o TACE. Además, el manual actualizado presenta las opciones terapéuticas ordenadas según el mejor nivel de evidencia disponible cuando no existe una opción que mejore claramente la supervivencia. Esto facilita la elección de tratamientos basados en datos científicos y permite gestionar la incertidumbre de forma estructurada.

Autor/a: blueringmedia
Fuente: depositphotos.com
Otro cambio relevante es el enfoque multidimensional. Aunque la decisión clínica siempre ha tenido en cuenta factores más allá del tumor y el hígado, hasta ahora estos aspectos personales, sociales y emocionales no se habían tratado de manera sistemática. La novedad es que ahora se explican y organizan de forma estructurada, lo que posibilita identificar prioridades y contextualizar la decisión según las características individuales del enfermo.
¿Qué es el modelo CUSE?
CUSE es un marco conceptual que guía la toma de decisiones clínicas en situaciones de complejidad e incertidumbre. Su nombre responde a cuatro dimensiones clave:
• Complejidad: la diversidad de factores clínicos y personales que influyen en la decisión del tratamiento.
• Incertidumbre: la falta de datos concluyentes en algunos escenarios y pronóstico del paciente.
• Subjetividad: las preferencias y valores del paciente, así como la interpretación de los datos científicos por parte del equipo multidisciplinar.
• Emoción: el impacto emocional de la enfermedad y del proceso de decisión, además de experiencias previas.
Este enfoque permite que el enfermo y el equipo sanitario participen conjuntamente en la elección del tratamiento, con el fin de alcanzar decisiones óptimas para cada caso. “La incorporación del modelo CUSE refuerza el enfoque de medicina basada en la evidencia y en el valor de la guía BCLC, y tiene un impacto directo tanto en profesionales como en pacientes”, apunta la Dra. Reig.
La actualización de BCLC y la incorporación del marco CUSE representan un paso adelante hacia una medicina más personalizada y adaptada a las necesidades actuales. Integra la evidencia científica más robusta con las particularidades clínicas de cada paciente y favorece un proceso de decisión estructurado dentro de los comités multidisciplinares, donde el enfermo asume un papel más activo en la definición de su tratamiento. “Nuestro objetivo con esta actualización ha sido ofrecer una guía que no sólo se base en la mejor evidencia disponible, sino que también sea aplicable en la práctica clínica real, teniendo en cuenta la diversidad de contextos y la voz de cada paciente”, concluye Reig.
Referencia del estudio:
Reig M, Sanduzzi-Zamparelli M, Forner A, Rimola J, Ferrer-Fàbrega J, Burrel M, et al. BCLC strategy for prognosis prediction and treatment recommendation: The 2025 update. J Hepatol. 2025;83(5):1234-1248. DOI: 10.1016/j.jhep.2025.10.020




