Redacción Farmacosalud.com
A pesar de que se han producido “grandes avances” en el tratamiento del dolor neuropático, éstos no han sido “suficientes” porque “solamente menos del 50% de los pacientes obtienen un alivio adecuado de su dolor” con las terapias existentes, admite la doctora Concha Pérez, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española del Dolor (SED). Para abordar este trastorno hoy en día se utilizan fármacos no convencionales como son antidepresivos y anticonvulsivantes, y por otro lado están los tratamientos tópicos. “Hay que decir que los grandes avances quizás hayan venido más dados por el camino de los tratamientos tópicos, con nuevas sustancias que han revolucionado un poco el paradigma del dolor neuropático”, patología que hasta ahora era tratada sistemáticamente con antidepresivos y anticonvulsivantes, y si era necesario con opioides, indica la doctora Pérez. A criterio de la experta, los tratamientos tópicos constituyen todo un avance porque “permiten poder tratar al paciente con distintas dianas terapéuticas, ya que como todos sabemos, el dolor neuropático tiene una fisiopatología muy compleja, con múltiples receptores implicados, y esto hace que se necesite llegar a diferentes dianas terapéuticas”.
“En este sentido, se ha avanzado en tratamientos tópicos, se ha avanzado en opioides con mecanismos sinergísticos que actúan no solamente sobre el receptor opioide, sino también sobre vías descendentes, y existen en experimentación nuevas dianas terapéuticas con nuevos receptores que esperemos que en el futuro consigan” aportar beneficios para aquel 50% de pacientes en los que, por ahora, no se consigue aliviar el dolor, apunta. En el siguiente vídeo, Pérez describe los diferentes métodos diagnósticos que se aplican en el terreno del dolor neuropático.
Neuralgias post-herpéticas, neuropatías diabéticas, dolor crónico post-quirúrgico…
El dolor neuropático es aquel que se produce cuando se han lesionado las vías que transmiten el dolor de forma normalizada. Es decir, no es solamente un dolor de origen nervioso, sino que para que se declare tiene que estar lesionada justo la vía que está transmitiendo el dolor, no otras vías que pueden transmitir otro tipo de impulsos.
Existen muchas causas que pueden llevar a un dolor neuropático, pudiendo encontrarse el origen en la periferia, o sea, antes de llegar al asta dorsal de la médula espinal, o bien ubicarse por encima del asta dorsal de la médula, que sería a nivel central. A nivel periférico, entre las causas más típicas y más conocidas para la gente “son las neuralgias que quedan después de un herpes zóster, que son las neuralgias post-herpéticas, o las neuropatías que tienen los pacientes diabéticos, que son las neuropatías diabéticas, o pacientes que, después de una cirugía, o bien en la cicatriz o bien en el territorio cercano donde ha habido la cirugía, les queda un dolor crónico, mantenido”, precisa Pérez. Otras fuentes de dolor neuropático -esta vez a nivel central- inciden en aquellos pacientes que sufren un accidente cerebrovascular y “después se lesiona la vía del dolor y quedan con un dolor crónico; o gente que tiene una lesión en la médula… es decir, hay muchas causas que pueden producir dolor neuropático”, agrega en una vídeo-entrevista concedida con motivo del XIV Congreso de la Sociedad Española del Dolor, encuentro celebrado recientemente en Murcia.
Según la doctora Pérez, que también es jefa de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid, “es muy importante” conocer los síntomas diferenciados que presenta el dolor neuropático con respecto a otros tipos de dolor, dado que los tratamientos son distintos. “El dolor neuropático no responde a los fármacos que nosotros manejamos habitualmente, como son los antiinflamatorios no esteroideos”, define la especialista. Los pacientes describen el dolor neuropático como una sensación quemante, urente (que escuece), una descarga o molestia eléctrica, una sensación de hormigas o pinchazos que recorren la zona de dolor. Son síntomas distintos de los referenciados cuando se padece dolor nociceptivo, “que suele ser más sordo”, especifica. Además, el dolor neuropático siempre se acompaña de alguna zona donde hay una pérdida de sensibilidad o bien un aumento de ella.