Redacción farmacosalud.com
Uno de los grandes problemas que plantea la lucha contra el cáncer de ovario es que, con frecuencia, los síntomas de este tumor son inespecíficos o inconcretos, de manera que al principio pueden ser confundidos con otras patologías. Esta circunstancia dificulta muchísimo el diagnóstico precoz del cáncer de ovario, con todo lo que ello comporta en cuanto a posibilidades de diseminación de las células tumorales. Anatómicamente hablando, los ovarios son los órganos de reproducción femeninos, donde se producen los óvulos.
Los signos del cáncer ovárico pasan por hinchazón abdominal, dolor pélvico o abdominal y sensación de estar llena. También puede presentarse pérdida de apetito, aparición de náuseas y vómitos, indigestión, problemas de evacuación intestinal tipo estreñimiento o diarrea, mayor necesidad de orinar, alteraciones de los ciclos menstruales, sangrado vaginal, cambios en el peso en principio inexplicables, dolor de espalda con tendencia a empeorar, y fatiga. Si se presenta más de uno de estos síntomas y persisten más de dos semanas, hay que acudir a un ginecólogo, señala la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO).
El 5% del total de tumores malignos de la mujer El cáncer ovárico causa más muertes que cualquier otro tumor desarrollado en el aparato reproductor femenino. Este tipo de cáncer afecta sobre todo en la sexta década de la vida. Según ASACO, en España se diagnostican unos 3.300 casos al año, lo que supone el 5% del total de los tumores en la mujer. El cáncer de ovario ocupa el sexto lugar entre los tumores malignos que afectan a la población femenina por detrás del cáncer de mama, de colon, de pulmón, de útero y linfomas.