Redacción Farmacosalud.com
No resulta extraño que los progenitores de un niño que aparezca con piojos en la cabeza se apresuren a dejar muy claro que el chaval se ducha a menudo y que lleva el cabello limpio, por lo que acto seguido exclaman aquello de que ‘no podemos entender qué ha pasado’. La razón es la creencia todavía vigente (aunque cada vez menos) de que los piojos colonizan cabellos afectados de mala higiene. Pues bien. La doctora Marta Feito, dermatóloga de la Clínica Dermatológica Internacional, lo puede decir más alto pero no más claro: “es un ‘mito’ que los piojos habiten en el pelo de pacientes con malas condiciones higiénicas. Pueden encontrarse en todo tipo de pelo”. Y, aunque se acostumbre a hablar de esos molestos insectos durante la época de curso escolar, Feito revela que la infestación por piojos, que “es muy frecuente”, se ve favorecida en verano, cuando “el contagio aumenta de forma importante” por efecto del calor y el desarrollo de determinadas actividades colectivas, como pueden ser los campamentos. La doctora advierte que se está produciendo un “aumento de la resistencia de los piojos a los tratamientos habituales”, si bien existen alternativas terapéuticas válidas como son el uso de “malathion, la dimeticona e incluso la ivermectina oral o tópica y el cotrimoxazol”.
-¿Hoy en día, la presencia de piojos en el cabello de los niños es mayor, menor o similar que en años anteriores?
La infestación por piojos es muy frecuente, aunque es en el verano donde el contagio aumenta de forma importante. A ello contribuye el calor y también el desarrollo de actividades que realizamos en verano, ya sean campamentos o playas, entre otros, donde las probabilidades de contagio son más altas.
-¿Cómo se puede evitar la irrupción de esos insectos en el cuero cabelludo, infestación conocida también como pediculosis?
Una medida esencial consiste en no compartir ciertos objetos, como gorras, horquillas o gomas del pelo. El lavado periódico de estos objetos en agua caliente ayuda también a evitar la infestación.
Por otro lado, es fundamental la revisión periódica del cuero cabelludo de nuestros hijos, con el fin de detectarlos precozmente y evitar la extensión; el uso de ‘liendrera’* ayuda mucho a estos efectos.
-¿Los piojos sólo habitan en el cabello de los niños o también optan por colonizar las cabezas de los adultos?
Pueden colonizar el cuero cabelludo de personas adultas de igual manera. De hecho, no es infrecuente diagnosticar en consulta casos de pediculosis en pacientes adultos, que plantean diagnóstico diferencial con otras entidades como la dermatitis seborreica.
-En tiempos pretéritos, existía la creencia de que los piojos habitaban cabeza sucias, pero recientemente se ha comentado que dichos insectos son muy sibaritas y prefieren los cabellos limpios. ¿En qué quedamos?
Es un ‘mito’ el que los piojos habiten en el pelo de pacientes con malas condiciones higiénicas. Pueden encontrarse en todo tipo de pelo. La infestación por piojos se sospecha por el picor (que condiciona un importante rascado), aunque la intensidad varía entre pacientes. Los sitios clásicos donde debemos buscarlos son detrás y encima de las orejas y en la nuca. A diferencia de la ‘caspa’, que fácilmente se desprende del pelo, las liendres o ‘huevos’ aparecen como pequeñas partículas blanquecinas muy adheridas al pelo, normalmente cerca de su nacimiento. En casos evolucionados, es posible incluso ver el piojo adulto.
-Los piojos pueden habitar también en cejas y pestañas. En ese último caso, ¿pueden causar algún tipo de lesión en el ojo?
Es extremadamente infrecuente esta situación.
-Hay una variedad de remedios caseros para la pediculosis. Uno de ellos es rociar con vinagre el cabello. ¿Es realmente útil ese método?
Tradicionalmente se ha utilizado el vinagre para ‘despegar’ las liendres, previa utilización de la ‘liendrera’. Muchos pacientes refieren beneficiarse de este remedio.
-¿Qué tratamientos existen contra los piojos y las liendres que estén avalados por los dermatólogos?
En muchos países occidentales estamos asistiendo a un aumento de la resistencia de los piojos a los tratamientos habituales, como la permetrina (en loción o en champú). Alternativas válidas pueden ser el malathion, la dimeticona e incluso la ivermectina oral o tópica y el cotrimoxazol (antibiótico que se utiliza también para infecciones a otros niveles) en casos más complejos.
Siempre se debe tratar la infestación por piojos, no sólo para detener el picor asociado y evitar la transmisión a terceros, sino también porque el rascado continuo que condicionan puede abrir una puerta de entrada en la piel y favorecer infecciones bacterianas secundarias. Es fundamental el uso de liendrera (peine de púas muy finas) junto con el tratamiento pediculicida, preferentemente con el pelo humedecido, tras la aplicación de acondicionador. Debe cepillarse minuciosamente el pelo de la raíz a las puntas, unos 20-30 minutos, una o dos veces al día, hasta dos semanas después de que ya no se observen piojos. Si el niño acude a sitios donde se prevé un contacto más mantenido con muchos niños, como por ejemplo en los campamentos, pueden resultar útiles el uso de lociones repelentes.
-¿Qué opina del sistema consistente en eliminar dichos insectos en una sola sesión, deshidratándolos con aire caliente primero y aspirándolos después para garantizarse de su desaparición?
No tenemos experiencia al respecto.
-¿Qué nos pueden comentar de los llamados piojos de cuerpo y de los piojos púbicos (ladillas)?
Tanto los piojos del cuerpo como las ladillas son realmente excepcionales en la edad infantil. Los piojos del cuerpo se encuentran en la ropa, normalmente entre las costuras. Son más frecuentes en personas que no se cambian de ropa con demasiada frecuencia. Por otro lado, la infestación por piojos del pubis o ladillas ocurre de forma característica en la zona genital (a nivel del vello púbico) de adultos, aunque también puede encontrarse en cejas y pestañas.
* También se le llama lendrera (peine utilizado para retirar del cabello liendres y piojos)