Redacción Farmacosalud.com
La oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) es una técnica que ayuda a la supervivencia de pacientes con disfunción respiratoria en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Se trata de un procedimiento complejo y los casos más graves pueden requerir períodos largos con ECMO, incluso durante meses. Un trabajo multicéntrico liderado por el grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR, en Barcelona) ha demostrado que el hecho de que los pacientes con ECMO estén despiertos, activos y que hagan rehabilitación, puede mejorar su pronóstico. Se trata de un estudio realizado en colaboración con el Hospital Pitié-Salpêtrière de París, el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y el Hospital Universitario São João de Oporto (Portugal), y publicado en la revista ‘Annals of the American Thoracic Society’.
Desde el inicio de la pandemia, Vall d’Hebron ha sido referente en el uso de la oxigenación por membrana extracorpórea en más de 125 pacientes con COVID-19. Al tratarse de enfermos muy graves, en muchas ocasiones se encuentran con sedación. “Pese a esto, aunque sus pulmones no funcionen, es posible despertarlos y hacer rehabilitación activa porque la ECMO permite hacer el intercambio de gases como en la respiración. Además, el apoyo se puede ajustar en función de las necesidades de cada paciente en cada momento e incrementarlo mientras se hace ejercicio”, comenta el Dr. Jordi Riera, director del programa ECMO de adulto del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador principal del grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación del VHIR.
Participación de 120 pacientes
Para comprender los factores que influyen en el pronóstico de los sujetos en ECMO y los beneficios de la estrategia de despertarlos, el equipo investigador llevó a cabo un estudio con 120 pacientes con disfunción respiratoria por COVID-19 y necesidades de ECMO durante más de 28 días. Entre los resultados destaca la observación de que, en los pacientes que estaban cooperativos y hacían rehabilitación y fisioterapia en algún momento durante el apoyo con ECMO, la supervivencia al cabo de seis meses era del 78,8% y requerían menos rehabilitación después del alta. En cambio, esta bajaba al 41,4% en los casos más inactivos.
“Si están despiertos, los pacientes pueden interaccionar con los familiares, lo cual tiene beneficios cognitivos y emocionales. Además, si los profesionales sanitarios pueden comunicarse con el o la paciente, se puede hacer un diagnóstico más preciso en función de los síntomas que explica y, por lo tanto, ajustar la terapia de mejor forma”, argumenta el Dr. Riera. Esta mejora en la supervivencia también se explica por el hecho de que despertar a los pacientes minimiza algunas complicaciones. Por ejemplo, tienen menos infecciones, gracias a la capacidad de toser, y se observan menos daños pulmonares asociados a la ventilación.
El nuevo trabajo observó, asimismo, que la edad más joven favorece la supervivencia. Además, se plantea la necesidad de llevar a cabo más investigación para identificar las características de los pacientes que requieren un trasplante de pulmón después del COVID-19 como única opción terapéutica. Los científicos destacan que, pese a que un individuo requiera ECMO durante un mes, la recuperación total sin necesidad de oxígeno después del apoyo es posible.
El riesgo de infecciones durante la ECMO, otra de las áreas de interés
Cabe destacar que en el análisis retrospectivo sólo participaron pacientes que estaban con ECMO durante más de 28 días y con perspectiva de mejora, ya que la mortalidad es más elevada en los casos más críticos durante las primeras semanas. Además, pese a estar centrado en pacientes con COVID-19, los investigadores piensan que estos resultados podrían ser generalizables a sujetos con disfunción respiratoria por otras causas.
Vall d’Hebron es uno de los centros líderes mundiales en el uso de ECMO por el elevado número de pacientes tratados. Destaca la calidad asistencial por la adhesión a las recomendaciones de entidades internacionales, pero también la participación en redes internacionales de investigación para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
El riesgo de infecciones durante la ECMO es también una de las áreas de interés. En este sentido, se ha puesto en marcha también el estudio internacional INFECMO. El ensayo, liderado por IRCCS Ca’ Granda Ospedale Maggiore Policlinico de Milán (Italia)y con participación de Vall d’Hebron, busca entender los factores que se relacionan con las infecciones y la eficacia de diferentes antibióticos para el tratamiento de este tipo de pacientes. El Dr. Riera es el coordinador del grupo de trabajo de infecciones en la EuroELSO, la sociedad internacional referente en ECMO.