Redacción Farmacosalud.com

Una encuesta realizada por Acción Psoriasis, en colaboración con la biotecnológica Amgen, revela importantes carencias en el manejo integral de la enfermedad psoriásica, desde la falta de atención a su vida sexual hasta los problemas psicológicos derivados de la patología. El sondeo, realizado a más de 1.000 personas con psoriasis y/o artritis psoriásica (79% mujeres y un 82% mayores de 40 años), muestra que casi 3 de cada 10 pacientes (28%) presentan afectación genital, una dimensión íntima de la enfermedad que con frecuencia no se aborda en consulta. De hecho, el 78% afirman no haber sido preguntados nunca por su vida íntima.

Asimismo, la encuesta revela que la falta de un tratamiento holístico tiene consecuencias emocionales considerables. El 21% de los enfermos aseguran que padecen problemas de salud mental, si bien el 38% dicen haber recibido atención psicológica en algún momento. Sin embargo, más de un tercio de quienes sí han accedido a este tipo de apoyo señalan que siguen sintiéndose incomprendidos y mal atendidos. Además, casi la mitad de quienes no han recibido apoyo psicológico consideran que lo necesitarían.

Discrepancia entre los criterios de clasificación médica y la percepción del paciente
En la vertiente física, también hay discrepancia entre los criterios de clasificación médica y la percepción del paciente, ya que más de la mitad de los sujetos encuestados perciben su psoriasis como grave o moderada (57%), aunque según la extensión de su superficie corporal afectada la clasificación clínica mayoritaria sea leve (74%).

Estos datos refuerzan la necesidad de promover un modelo multidisciplinar y centrado en el paciente que contemple las manifestaciones físicas, el impacto emocional y el acompañamiento integral a lo largo de toda la afección.

“La psoriasis es mucho más que una afección cutánea: afecta al bienestar mental, a la vida sexual, a la percepción de uno mismo y a múltiples órganos”, remarca Santiago Alfonso, director de Acción Psoriasis. “Esta encuesta pone de manifiesto la urgencia de ofrecer una atención coordinada que tenga en cuenta todos estos aspectos, especialmente cuando los pacientes atendidos en unidades multidisciplinares muestran un mayor grado de satisfacción con la atención recibida”, añade Alfonso.

Otras comorbilidades con una presencia destacada (un 28%) entre los afectados por enfermedad psoriásica son las cardiometabólicas, como obesidad, dislipemia o hígado graso, entre otras.

A pesar de la amplia disponibilidad de medicamentos, en el caso de la psoriasis más de la mitad de los enfermos (el 55%) considera que su enfermedad está sólo algo controlada, o incluso nada o mal controlada. Esto conlleva un efecto clínicamente relevante en su calidad de vida: un 13% de los encuestados notifican una afectación muy o extremadamente importante de su calidad de vida, y un 16%, moderada.