Redacción Farmacosalud.com
La Red ‘La Salud del Paciente, por delante’, un grupo de expertos que pretende propiciar un debate ético sobre la controversia que está generando la incorporación de los nuevos anticoagulantes orales (NACO) al tratamiento de los pacientes, ha llegado a la conclusión de que el uso de los NACO no llega en España al 9%, menos de la mitad que en otros países europeos. Otra de las conclusiones reflejadas en un documento elaborado por dicho grupo es que “los pacientes encuentran barreras adicionales y no menores en los Servicios Regionales de Salud a la hora de acceder a los NACO, siendo dichas barreras más fuertes en unas comunidades autónomas que en otras”.
La arritmia cardíaca crónica más frecuente, la fibrilación auricular (FA), lleva asociado un riesgo de ictus y embolia sistémica cinco veces superior al de la población general. De acuerdo con el mencionado documento, “en España existen aproximadamente 800.000 pacientes con tratamiento anticoagulante para prevenir tromboembolismos venosos y arteriales y se estima que uno de cada tres de estos pacientes anticoagulados con la medicación clásica (los fármacos antivitamina K) no alcanza un buen control terapéutico y está expuesto a un mayor riesgo de ictus u otros embolismos y de hemorragias graves”.
9% de uso frente a un 22% en otros países europeos
“En España, se recomienda -prosigue el documento elaborado por la Red La Salud del Paciente, por delante- iniciar el tratamiento con fármacos inhibidores de la vitamina K (AVK), tales como el acenocumarol o warfarina, conocidos como anticoagulantes orales clásicos cuya estrecha ventana terapéutica obliga a la utilización de métodos de monitorización de la actividad anticoagulante, como el INR (International Normalized Ratio). Los pacientes tratados con dichos fármacos deben realizar controles rutinarios (en general, mensuales) para ajustar la dosis. En los últimos años, se han desarrollado nuevos medicamentos anticoagulantes, los llamados nuevos anticoagulantes orales (NACO), que no precisan de un control rutinario de la coagulación como el Acenocumarol, lo que representa una mejora en la calidad de vida para el paciente con fibrilación auricular no valvular. La evidencia científica respalda que los NACO son, al menos, tan eficaces y seguros como los anticoagulantes orales clásicos en la prevención del ictus y otros embolismos relacionados con la fibrilación auricular no valvular. Asimismo, tanto los ensayos clínicos como los registros del mundo real demuestran que, al menos, una tercera parte de los pacientes que reciben anticoagulantes orales clásicos, no alcanza un rango terapéutico adecuado. Estos pacientes, con mayor riesgo cuanto peor es el control, están expuestos a un riesgo embólico y hemorrágico aumentados que conlleva a su vez un incremento muy importante del riesgo de sufrir un ictus”.
Según la Red 'La Salud del Paciente, por delante', “a pesar de las recomendaciones de utilización de las nuevas opciones terapéuticas que recoge el Ministerio de Sanidad en estos casos, el ritmo de introducción de los NACO en España es claramente inferior al observado en la mayoría del resto de países europeos. En nuestro país apenas llega al 9%, mientras que en otras naciones como Francia o Alemania superan el 22%”.
Inequidad en el acceso entre los servicios regionales de salud
El documento también sostiene que “junto con el hecho de que los nuevos anticoagulantes aparezcan en el IPT como tratamiento de segunda línea (alternativa a los AVK), los pacientes encuentran barreras adicionales y no menores, en los Servicios Regionales de Salud (SRS) a la hora de acceder a los NACO, siendo dichas barreras más fuertes en unas comunidades autónomas que en otras. Estas diferencias implican que los pacientes de ciertas comunidades autónomas tengan un acceso reducido a esta (innovadora) opción terapéutica en comparación con pacientes que residen en otras comunidades autónomas”.
Finalmente, el escrito determina lo siguiente:
“1. En ocho comunidades autónomas en las que los correspondientes servicios regionales de salud dan servicio a 11 millones de ciudadanos, los médicos de Atención Primaria (AP) tienen limitada la prescripción de NACO. Estas CC.AA. son: Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y La Rioja.
2. En las guías de seis servicios regionales de salud que dan servicio a 16 millones de ciudadanos no se contemplan las indicaciones para el tratamiento con NACO incluidas en el Informe de Posicionamiento Terapéutico del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estas CC.AA. son: Extremadura, Madrid, Catalunya, Baleares, La Rioja y la Comunidad Valenciana. En el extremo están el Servicio Extremeño de Salud (SES) y el Servicio Catalán de Salud, que solo contemplan la alergia a los AVK y la imposibilidad de mantener un control de INR dentro de rango a pesar de un buen cumplimiento terapéutico, versus las CC.AA. que sí contemplan los seis casos indicados por el Ministerio: Castilla y León, Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla La Mancha, Ceuta y Melilla, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco y Cantabria.
3. (…) 6 SRS tienen una definición de mal control de INR diferente (Similar + Restrictiva) a la del ministerio: Extremadura, Andalucía, Madrid, La Rioja, Catalunya y Baleares. 4 SRS no incluyen definición de mal control de INR: Asturias, Cantabria, Castilla La Mancha y Castilla León, de las cuales Cantabria, Castilla La Mancha y Castilla León lo hacen según Ficha Técnica”.