Redacción Farmacosalud.com
Uno de los objetivos del nuevo presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Lázaro González, es que toda la salud bucodental pase a formar parte de la cartera pública de servicios, al menos para la gente de la Tercera Edad: “vamos a luchar por la inclusión de la salud bucodental en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que es muy importante porque afecta mucho a nuestro colectivo. De hecho, afecta a toda la población, pero aún más a las personas mayores”. La PMP también se ha propuesto “colaborar con el Gobierno para lograr una buena modificación” de la ley de Dependencia a partir del anteproyecto que define las bases de dicha reforma, comenta González. Y, aunque el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas es partidario de recurrir a los tribunales de justicia en casos extremos de edadismo (por ejemplo, vulneración de los derechos fundamentales por motivos de edad), en situaciones mucho menos conflictivas prefiere apostar por la concienciación, ya que cambiar la mentalidad de la gente en este tipo de asuntos es algo “fundamental”.
-Usted es psicólogo de profesión. ¿Este factor es una ventaja a la hora de ‘luchar’ por su colectivo de casi 10 millones de personas mayores y pensionistas de España?
No es una ventaja ser psicólogo. Lo que sí le puedo detallar es el perfil que se requiere para el puesto de presidente de la PMP: en primer lugar, tener compromiso, es decir, creer en los derechos sociales de las personas mayores para poder así defenderlos; en segundo lugar, tener ganas de trabajar, porque claro, los derechos no se regalan, se conquistan trabajando, y, en tercer lugar, contar con el apoyo de la organización… en este caso, he sido elegido por unanimidad, lo cual es un signo de que nuestra organización está unida. Ahora, mi responsabilidad es mantener esa unidad.
-¿Qué prioridades se ha marcado con respecto a la sanidad para la población a la que representa?
Tenemos cuatro grandes objetivos. El primero, impulsar la atención domiciliaria desde los centros de Atención Primaria, algo muy importante. En segundo lugar, replantear la coordinación sociosanitaria, es decir, que las residencias para personas mayores ofrezcan la debida asistencia sanitaria porque esos centros son los hogares de las personas de edad avanzada, y ser bien atendidos es un derecho. En tercer lugar -y esto tal vez sea una novedad-, vamos a luchar por la inclusión de la salud bucodental en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que también es muy importante porque afecta mucho a nuestro colectivo. De hecho, afecta a toda la población, pero aún más a las personas mayores. Y, por último, queremos humanizar el trato en las relaciones sanitarias.
-¿Y en relación a la dependencia?
Hay sobre la mesa un anteproyecto de ley para modificar la ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, y, en este sentido, queremos colaborar con el Gobierno para lograr una buena modificación de dicho texto. Hemos hecho ya alegaciones para esta ley que se aprobó en 2006 y que, si bien en su momento fue un avance social, necesita ser reformada en algunos aspectos. Asimismo, vamos a contribuir mucho al refuerzo de los servicios sociales. Ahora mismo ya hay un anteproyecto de ley -que esperamos que pronto pueda llevarse al Parlamento- sobre la igualdad de los derechos sociales, porque actualmente vemos que hay 17 reglamentaciones, una por cada comunidad autónoma, y necesitamos una ley estatal. Nosotros estamos trabajando en ello y ya hemos hecho nuestras alegaciones. Y, finalmente, pretendemos ahondar en todo lo que sería un plan para la accesibilidad en los diferentes territorios, en las ciudades, etc.
-¿El envejecimiento activo es realmente un objetivo en salud, o bien un ‘invento’ comercial?
(González sonríe) Un invento comercial no. Es un reto… yo creo que es uno de los grandes retos del siglo XXI, puesto que nuestra población envejece. Aunque es bueno que tantas personas lleguen a una edad avanzada, dado que eso significa que han mejorado las condiciones de vida de la población, la vejez no debe ser un espacio de -diríamos- espera de la muerte, sino un espacio de participación muy activa en la sociedad. Son muchas las personas mayores que tienen mucho que decir y que, en paralelo, pueden participar perfectamente en actividades culturales o de ocio, en la promoción de la salud, e incluso en lo que es la economía. Le voy a decir una cosa: todos los bienes y servicios relacionados con el envejecimiento son parte importante del Producto Interior Bruto (PIB). Por tanto, hasta las mismas empresas tienen que cuidar al envejecimiento activo, ya que la optimización de la vida a esas edades no es marketing, es una obligación.
-¿El ‘edadismo’ (estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad, lo que afecta sobre todo a gente anciana) debería ser penalizado -por ejemplo, con multas- en según qué casos extremos (por discriminación, vulneración de derechos fundamentales…)?
El edadismo no se corrige con el derecho o la legislación penal, sino con la educación, la concienciación… cambiar la mentalidad de la gente es fundamental. De todos modos, hay ciertos casos -como usted bien dice ‘extremos’- en los que sí que hay que acudir a la justicia para que se reconozcan nuestros derechos. Por ejemplo, con motivo de la pandemia de COVID-19, existen dudas sobre la asistencia prestada a gente mayor en algunos hospitales y en determinados territorios… ¿esas personas fueran atendidas en condiciones de igualdad con respecto a los demás? Si se demuestra que se les privó de sus derechos, se debe denunciar y proceder judicialmente.
Ahora bien, si voy por la calle y alguien me dice ‘maldito viejo’, bueno, pues… yo, a lo mejor, lo que le diré a ese individuo es que tiene que mejorar su educación, pero no lo voy a llevar hasta un tribunal.
-¿Qué mecanismos cree que se deberían poner en marcha para combatir la soledad no deseada?
Yo creo que lo mejor es prevenirla. Y para prevenirla hay dos herramientas: primero, la educación, para que la gente se sensibilice sobre este problema, sobre todo teniendo en cuenta que, por los datos que tenemos, probablemente más de 2 millones de personas estén sufriendo esta especie de enfermedad social en la actualidad. Y, en segundo lugar, hay que intentar integrar en la sociedad a las personas que están solas, en especial las aquejadas de depresiones profundas, que son casos que hay que atender de forma individual. El acompañamiento a estos pacientes debería ser una prioridad.
La integración de los mayores que padecen soledad no deseada debería realizarse desde los ayuntamientos o desde las comunidades locales o agrupaciones de ciudadanos. Aparte de su integración en los modelos de convivencia social, las personas ancianas también deberían ser informadas sobre sus derechos y, en este sentido, deberían saber que pueden beneficiarse de los servicios existentes… y es que, a menudo, no usan esos servicios porque no los conocen.
-Formule un deseo para este año 2023…
Que acabe la Guerra de Ucrania, que es un conflicto que está muy cerca y que nos afecta mucho. Estoy muy preocupado por este tema. Creíamos que lo que pasó hace casi 80 años en Europa nunca más iba a suceder, y mire… Y claro, cuando hay un conflicto bélico no se respetan los derechos humanos, los servicios no se cumplen, se saca lo peor de las personas… Hoy en día, lo que afecta a la comunidad europea nos afecta a todos. Mi deseo es que termine la Guerra de Ucrania y, si puede ser, que la humanidad no tenga que padecer más guerras.