Redacción Farmacosalud.com
El dueño de la mascota reducirá en mucho la probabilidad de dolencias que puedan contagiarle, si lleva regularmente su gato al veterinario y tiene en regla todas las vacunas que hay que suministrarle. A continuación, exponemos las enfermedades que los gatos pueden transmitir a los humanos con relativa frecuencia.
Toxoplasmosis
Esta es la enfermedad más conocida causada por un parásito que se encuentra en el intestino y se deposita en la materia fecal de los gatos. En humanos, podemos transmitir la toxoplasmosis sin percibirlo si quiera, ya que sus síntomas son parecidos a los de una gripe. En mujeres embarazadas es un problema severo y se deberán extremar las precauciones, puesto que los bebés en gestación pueden contagiarse.
Cómo saber si su gato tiene toxoplasmosis
-Un gato doméstico que no cace roedores o aves, que no consuma carne cruda o semi cruda y que tampoco esté en contacto con las heces de otros felinos o animales, difícilmente se contagiará de toxoplasmosis.
-Si el animal entra en contacto con el virus, el mismo se reproducirá en su intestino dando lugar a la aparición de huevos conocidos como ooquistes que serán eliminados entre 15 y 20 días después del contagio. Una vez en el medio ambiente, estos huevos madurarán entre 1 y 5 días después de ser expulsados, convirtiéndose en un foco de infección.
-Tanto en el caso de gatos que entran en contacto con el virus, como en los propios humanos, esta condición es asintomática, a menos que el animal o la persona cuente con problemas en el sistema inmune o esté baja de defensas, en esos casos podrían producirse algunos síntomas aislados.
-Si el animal ha consumido una presa o carne infectada con toxoplasmosis, podría presentar diarrea como síntoma. Si se ha infectado al ingerir ooquistes maduros los síntomas que se podrían presentar en el caso de que el animal tenga las defensas bajas son fiebre, falta de apetito o dificultad para respirar.
-Debido a una falta de síntomas, en la mayor parte de los casos, si la persona sospecha que el felino ha contraído el parásito, la forma más sencilla de detectarlo es llevándolo al veterinario de confianza y hacerle un análisis de sangre.
La Rabia
Aunque la rabia se asocia habitualmente con los perros, esta enfermedad de carácter viral puede ser contraída por cualquier mamífero, incluidos los gatos, siendo muy peligrosa para la mascota y sus dueños, ya que puede transmitirse del animal a los humanos. Esta enfermedad es difícil de tratar, tanto en humanos como gatos y puede llegar a ser letal. Si se sospecha que la mascota puede tener la rabia, lo adecuado será tomar serias precauciones y por el momento, evitar el contacto con él. En estos casos, debe llamar lo antes posible a un veterinario para que le aconseje qué medidas debe seguir.
Cómo saber si su gato tiene la rabia
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1. Una vez que aparecen los síntomas, la rabia se presentará en tres etapas, en la primera etapa que puede durar un par de días, el gato puede manifestar todos o algunos de estos síntomas:
- -Fiebre
- -Cambios importantes en el temperamento y la conducta: ansiedad, agresividad, inquietud. Los gatos más agresivos pueden volverse dóciles de repente y los dóciles completamente salvajes
- -Babeo excesivo
- -Cambios en el sonido de los maullidos y vocalizaciones excesivas
- -Mirada agresiva
- -Pérdida del apetito y depresión
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2. La segunda etapa de esta enfermedad es conocida como fase furiosa, durante esta fase el gato con rabia puede presentar estos síntomas:
- -Caminar y correr sin rumbo y de forma compulsiva
- -Comezón en el cuerpo que lo lleva a morderse
- -La agresividad de la etapa anterior continua
- -Falta de coordinación y convulsiones
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3. En la última etapa, el gato con rabia presentará:
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- -Formación de espuma en el hocico
- -Parálisis
- -Dificultades respiratorias
- -Asfixia y muerte
Parásitos
Las infecciones de parásitos en los gatos pasan a los humanos a través de sus heces. Algunas de las afecciones que se pueden contraer a través de sus heces son: la tenia, la mitosis, capilarias y anquilostomas. Para evitar que eso ocurra, el dueño sólo debe extremar las precauciones cuando asee la caja de arena de su mascota. Aunque si el contagio sigue causando preocupación al dueño, es mejor preguntar al veterinario para que informe de cuáles son todos los parásitos que se pueden contraer.
-Coccidiasis La Coccidia no es estrictamente un parásito, sino un protozoo parásito que afecta a perros y gatos principalmente.Los síntomas suelen presentarse en animales recién nacidos o con pocas semanas, e incluyen diarrea y dolor de tripa. El gato puede sufrir en este caso una deshidratación severa que ponga en peligro su vida.
-Ascárides Las ascárides son más comunes en gatos jóvenes, y tienen una doble complicación: son muy resistentes a los tratamientos, y se contagian fácilmente a las personas. Sus larvas pueden causar enfermedades graves si infectan a niños pequeños, por lo que es aconsejable llevar a nuestra mascota al veterinario un par de veces al año para asegurarnos de que nuestra mascota está limpia de parásitos. Los síntomas más comunes en gatitos infectados por ascárides son distensión del abdomen y diarrea, y algunos puede perder peso y dormir más de los habitual. En algunas ocasiones, aunque no es muy común, la cantidad de parásitos es tan elevada que obstruye los intestinos. Además de complicaciones en el tracto digestivo, los animales afectados con ascárides pueden presentar tos, fiebre e incluso neumonía, al pasar las larvas a su tracto respiratorio.
-Giardiasis Es otro tipo de protozoo parásito que afecta a gatos y perros y, en este caso, no suele presentar síntomas. En todo caso, puede provocar diarrea y sangre en las heces en gatitos muy pequeños que estén debilitados por la infección de otros parásitos.
Enfermedad por arañazo de un gato
Suele presentarse habitualmente en épocas de calor, debido al aumento de pulgas y garrapatas. Esta dolencia se contagia mediante el contacto con un gato que presenta pulgas infectadas por una bacteria. Si un gato afectado por esta dolencia araña o su saliva entra en contacto con el ser humano, éste puede acabar contagiado presentando síntomas como fiebre, fatiga y dolor muscular; como una gripe fuerte. Por ello, el dueño debe tener a su gato desparasitado y administrarle las pipetas que el veterinario le recete, para mantenerle libre de parásitos.
Alergias respiratorias
Las alergias a los animales domésticos son más comunes de lo que podemos pensar. De hecho, entre el 15 y el 30% de las personas que tienen otras alergias, sufren también reacciones alérgicas frente a gatos y/o perros. Y, en concreto, las alergias a los gatos son el doble de comunes que las alergias a los perros.
¿Qué provoca la alergia a los gatos?
En general, todas las alergias tienen un origen similar. El sistema inmunológico de las personas responde ante sustancias extrañas con el objetivo de protegernos.
Las personas que tienen alergia a los animales domésticos tienen un sistema inmunológico más sensible que reacciona frente a las proteínas inocuas (alérgenos) de la saliva, la orina o la caspa de los animales.
Esto rompe el mito de que la alergia es provocada por el pelo del gato. La piel muerta o caspa es uno de los causantes principales de las alergias, y tiene un tamaño cinco veces menor que el polvo, por lo que flota en el aire mucho tiempo y es más fácil inhalarla.
¿Qué síntomas presenta una persona alérgica a los gatos?
Los alérgicos a los gatos sufren síntomas muy diversos, algunos menos graves y otros más. Los más comunes son: hinchazón, enrojecimiento, picazón, ojos llorosos, congestión nasal, picores en la nariz, estornudos, dolor de garganta, tos, etc. Otros síntomas que también se dan son asma y sibilancia (el pitido típico de una mala respiración), urticaria, erupciones en la cara o el pecho, picazón en la piel, etc.
Si la persona sufre alguno o varios de estos síntomas cuando está junto a un gato, lo ideal es que acuda al alergólogo para que le hagan las pruebas correspondientes.
¿Todos los gatos provocan el mismo grado de alergia?
Si bien el grado de alergia normalmente va asociado a la propia persona y a su sistema inmunológico, existen ciertos factores que hacen que un gato pueda provocar más o menos alergia:
- El sexo del gato. Se dice que los machos producen más secreciones de alérgenos que las hembras.
- La castración del gato macho. En cambio, cuando un gato es castrado, produce menos secreciones.
Faringitis estreptocócica
La mayoría de las veces los gatos no muestran síntoma alguno cuando son portadores de la bacteria del estreptococo, aunque en ocasiones sí que desarrollan una cierta neumonía. Sus dolencias son similares a las que pueden tener los seres humanos (tos, dificultad al respirar, fiebre alta) por lo que al menor indicio de que su gato puede estar contagiado debemos acudir al veterinario. Esta enfermedad es especialmente difícil de diagnosticar a simple vista en casa porque sus síntomas son muy similares a los de un catarro normal. Normalmente el tratamiento es muy sencillo y completamente satisfactorio. El problema, sin embargo, viene cuando esta bacteria se transmite de los gatos a los seres humanos, afectando a la faringe, amígdalas y laringe. Los síntomas serán muy similares a los del gato, con fiebre e intenso dolor de garganta, y se suele combatir con antibióticos y analgésicos para eliminar el dolor. Sin embargo hay que dejar bien claro que esta enfermedad no puede ser diagnosticada sin un cultivo profesional sobre la misma, por lo que la asistencia médica será absolutamente fundamental para su diagnóstico y posterior tratamiento. Evitar este contagio será posible intentando que los niños no se acerquen a los gatos que puedan tener algún síntoma de los antes mencionados. No obstante hay que recalcar la poca gravedad de esta enfermedad y su poca frecuencia.