Redacción Farmacosalud.com
Los fármacos opioides reciben esta denominación porque sus primeros compuestos fueron sustancias derivadas del opio, han apuntado fuentes de la Sociedad Española del Dolor (SED). En la actualidad, se obtienen a partir de una síntesis química que ha mejorado su efecto analgésico y disminuido sus efectos adversos. La investigación es fundamental para mejorar el uso de estos medicamentos. “En los últimos años se han incorporado dos fármacos opioides que están revolucionando su uso, ya que disminuyen enormemente sus efectos adversos y mejoran su eficacia y la tolerancia del paciente”, comenta el doctor Ignacio Velázquez, responsable de la Unidad del Dolor del Hospital de Alta Resolución de Guadix (Granada).
Según este experto, “estos fármacos se pueden emplear para cualquier tipo de dolor (tanto agudo como crónico, oncológico, nociceptivo y neuropático) con una intensidad moderada o intensa y en los casos en los que haya fracasado un tratamiento anterior. Eso sí, hay que tener en cuenta ciertas restricciones lógicas como los antecedentes de alteraciones psíquicas o abuso de alcohol o drogas”.
En España se recetan menos opioides porque existe una opiofobia
En este sentido, y a pesar de que los opioides son actualmente unos fármacos seguros y efectivos, también presentan algunos efectos adversos, “la ventaja de estas sustancias es que sus efectos secundarios son previsibles y, en la mayoría de los casos, leves”. A pesar de esto, los especialistas aseguran que en España se recetan menos opioides que en países del entorno porque “existe una opiofobia fundamentada en la errónea percepción de que el uso de estos fármacos está asociado a padecer cáncer o tener un proceso terminal. Tampoco ha ayudado que la cultura popular y la comunidad científica hayan extendido y mitificado su relación con la adicción”, resalta el doctor Velázquez.
Gracias a la labor de los profesionales médicos, en España ha aumentado en los últimos años su prescripción. “Aún estamos lejos de la media europea, sin embargo, sí estamos a la cabeza en prescripción de antiinflamatorios no esteroideos con el riesgo que entraña su uso continuado e indiscriminado”, afirma el doctor.