Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Glaucoma (SEG), como asociación científica, ha emitido un comunicado en el que aclara ‘ciertas inexactitudes respecto al uso de la corbata y su relación con el glaucoma’. Cabe recordar que el glaucoma es la principal causa de ceguera no reversible en el mundo, afectando al 2% de la población. Actualmente se considera una neuropatía óptica, donde la presión intraocular juega un rol fundamental en la patogenia y las características del daño óptico producido1. La corbata es un accesorio de vestir que se usa desde hace varios siglos y, ‘desde la SEG, podemos afirmar que no hay evidencia científica hasta el momento que justifique que el llevar corbata pueda producir glaucoma'.
'Sí es correcto afirmar que cualquier prenda que comprima de forma intensa el cuello disminuye el retorno venoso y puede producir aumentos puntuales de la presión intraocular. Durante la consulta oftalmológica, una corbata o prenda muy apretada unido a maniobras de Valsalva del paciente, como contener la respiración, pueden determinar una subida de tensión ocular transitoria que no tiene repercusión a largo plazo. Pero cualquier profesional oftalmólogo, puede analizar este dato en su justa medida para evitar alarmas innecesarias al paciente’, se lee en el comunicado.
Desequilibrio entre la cantidad que se produce de humor acuoso y la que puede ser eliminada
El glaucoma es un desequilibrio entre la cantidad que se produce de humor acuoso y la que puede ser eliminada, siendo el humor acuoso muy necesario para el buen funcionamiento del ojo. Las revisiones periódicas son la mejor prevención para evitar esta patología, que es la principal causa de ceguera y discapacidad visual irreversible en el mundo.
Hay dos tipos fundamentales de glaucoma: el de tipo abierto, y el de ángulo cerrado. Tanto en glaucomas crónicos de ángulo abierto o de ángulo cerrado el paciente en las fases iniciales no nota nada, y en las intermedias tampoco. Es cuando tiene una pérdida importante del campo visual, es decir, cuando nota una contracción del propio campo visual, y eso sucede en la fase avanzada.
En los pacientes con ángulo estrecho puede haber un glaucoma agudo, de ángulo cerrado, donde el paciente nota un dolor muy intenso en el ojo, una pérdida de visión súbita, incluso dolor de cabeza, y síntomas vegetativos, náuseas y vómitos, todo ello debido a que la tensión puede llegar a cifrar extraordinariamente alta. Por eso desde la SEG se recomiendan para evitar problemas mayores revisiones a partir de los 40 años.
Referencias
1. Manuel Díaz PJ. Prevención y tratamiento actual del glaucoma. Rev. Med. Clín. Condes. 2010;21(6):891-900.